Diferencia entre revisiones de «Arturo Uslar Pietri»

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'''Arturo Uslar Pietri''' ([[Caracas]]; [[16 de mayo]] de [[1906]] - [[Caracas]]; [[26 de febrero]] de [[2001]]), [[abogado]], [[periodista]], [[escritor]], [[productor de televisión]] y [[político]] [[Venezuela|venezolano]]. Es considerado como uno de los [[intelectual]]es más importantes del [[siglo XX]] en su país. Su cédula de identidad era la número 21.
 
== Biografía ==
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La vanguardia no es ni individual, ni nacional, es un fenómeno de nuestra cultura que cae sobre todos y que estamos en el deber de ponerle los hombros para que se apoye.
 
Así de maduramente razonaba quien apenas unas semanas después asumiría el papel de ductor ideológico-literario del famoso manifiesto con que se abría válvula. Pero más que en esta última página de combate, en el ensayo de 1927 existe y se exhibe un conocimiento preciso del acontecer literario hispanoamericano por parte de Uslar Pietri. Consideraba precursores de las nuevas modalidades a Darío y Herrera y Reissig, afirmación que la crítica más reciente ha corroborado. Sabía también de la trascendencia que la obra de José Juan Tablada tuvo para el momento germinal de nuestra vanguardia, «cuyos entretenimientos no palidecen ante los Caligrammes de Apollinaire». En otros párrafos recuenta su familiaridad con la evolución de las vanguardias hispanoamericanas, de las cuales menciona: estridentismo mexicano, vedrinismo antillano, nativismo uruguayo de Silva Valdés, creacionismo de Huidobro y la polémica de éste con Reverdy. Semejantes evidencias en un ensayo previo a la aparición de válvula plantean una rectificación. El propio Uslar Pietri, en repetidas ocasiones ha sostenido que por aquellos años de su iniciación literaria era muy poca y fragmentaria la información manejada por él y sus compañeros (7). De ser así, no por fragmentaria puede colegirse que dicha información estética no hubiera conectado claramente el movimiento [[venezolano]] con lo que estaba sucediendo en otras partes del continente. El mejor testimonio lo aporta Uslar. De los textos polémicos reseñados antes a propósito de válvula, si se excluyen las tres notas bien meditadas que publicó Gabriel Espinosa, no se halla ninguna otra página tan medulosa y con manejo más rico de conceptos que el ensayo de Uslar Pietri, producido, insistimos, antes de que se publicara la revista.
 
Con lo anterior creemos que puedan disiparse las sospechas de parcialidad por preferencias personales cuando se afirma que fue Arturo Uslar Pietri la figura decisiva, por conciencia y actuación, en lo que a estremecimiento literario representó el año 1928 en la vanguardia venezolana. Y más, su papel intelectual estuvo en todo caso a la altura de quienes en otro terreno, el político, desplegaron un frente capaz de conmocionar un país aletargado por depresiones de toda especie.
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En 1938 figura, al lado de otros catedráticos, entre los fundadores de la Facultad de Economía de la Universidad Central. Para entonces era Director de Política en el Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo que deja para desempeñar el de Director del Instituto de Inmigración y Colonización. Había ingresado en la vida pública. Y también en la política. En el seno del poder alternaban posiciones paradójicas. De una parte se había configurado un sector eminentemente cerrado, proclive a un gomecismo residual. De la otra, un sector liberal más progresista. El segundo se aglutinó en torno al Partido Agrario Nacional, que proclamaba pequeñas reformas. Entre los fundadores estaba el nombre de Arturo Uslar Pietri, al lado de personalidades políticas relevantes que desempeñarían, después de López Contreras, funciones de importancia. Entre ellas destacaban Manuel R. Egaña, J. González Gorrondona, e intelectuales como Ramón Díaz Sánchez, Manuel Felipe Rugeles, Julio Morales Lara y el eminente pediatra Pastor Oropeza. Representaban todos inteligencias de la burguesía progresista liberal. Sus buenas intenciones duraron poco.
 
En medio de una nueva conmoción bélica que puso en expectativa al mundo entero, la situación política de Venezuela se complicaba. La ilegalización de las fuerzas de izquierda y el clima general de descontento ocupaban el escenario nacional. En el poder, el gabinete de Eleazar López Contreras hacía crisis. El afamado científico [[venezolano]], Enrique Tejera, renunció al Ministerio de Educación. Fue reemplazado por Uslar Pietri, quien se convirtió en el ministro más joven del nuevo equipo ejecutivo. Su actuación fue brillante y se le reconoció una voluntad de modernizar las anticuadas estructuras pedagógicas del país, a pesar de que aún eran exiguos los recursos asignados a esta área vital de la nación. En el desempeño de sus funciones redactó una Ley de Educación conocida como Ley Uslar Pietri o Ley del 40, cuya modernidad fue indiscutible.
 
== Arturo Uslar Pietri y Medina Angarita ==
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Frustrada la idea de una candidatura única de oposición, coyuntura propicia a la derrota de Acción Democrática, Uslar mantiene su condición de candidato respaldado por un movimiento que organizara Ramón Escovar Salom bajo el nombre de Frente de Unificación Nacional (FUN), de donde saldría más tarde el partido FDN (Frente Democrático Nacional). Sectores independientes, el movimiento Agrarista de Ramón Quijada (grupo disidente de Acción Democrática y de una subdivisión llamada ARS) y algunos otros grupos reiteraron el apoyo a Uslar Pietri.
 
Ese mismo año, dentro de las acciones insurreccionales, un grupo guerrillero urbano asalta el Museo de Bellas Artes. Roba unos valiosos cuadros que formaban parte de la exposición «Cien años de pintura francesa». La acción, que procuraba efectos publicitarios para el diezmado movimiento guerrillero [[venezolano]], manifestó la voluntad de entregar dichas obras en manos de una persona de comprobada honradez. Eligió, justamente, a Arturo Uslar Pietri. Aquel gesto dejó disipada, de una vez por todas, cualquier sospecha de apropiación indebida con que se le había acusado a raíz del derrocamiento de Medina Angarita.
 
Concluidas las elecciones del 1 de diciembre de 1963, Uslar Pietri resultaba favorecido con una alta cifra de votos (469.240), por sobre la figura de Wolfgang Larrazábal, quien había sido el carismático líder del retorno a la democracia en 1958. Alcanzó, pues, un cuarto lugar, superado sólo por el candidato triunfante -Raúl Leoni-, Rafael Caldera y Jóvito Villalba. Era además un tenso proceso donde las izquierdas insurrectas habían proclamado una fallida política de abstención militante. Por lo demás, Uslar logró aglutinar electores de clases contrapuestas: los sectores marginales de la capital, la clase media y los grupos económicamente más fuertes de Caracas.
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En el mismo período de gobierno de Rafael Caldera, Uslar Pietri pasa de la vida política al periodismo, como director del diario El Nacional. Mantiene el prestigioso periódico en una línea de eclecticismo y objetividad informativa y continúa escribiendo semanalmente su columna. De esa labor sólo habría de retirarse con otro cambio de poder, operado con el triunfo aplastante de Carlos Andrés Pérez para la Presidencia de la República. En ese mismo tiempo se retira del Congreso con un memorable discurso. Publica dos nuevos volúmenes de ensayos: En busca del nuevo mundo (1969) y La vuelta al mundo en diez trancos (1971). Durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez es designado representante de Venezuela ante la UNESCO, un organismo donde su claridad de ideas, la asombrosa cultura y, sobre todo, su gran ponderación lo llevaron a desempeñar altísimas responsabilidades hasta ahora, cuando regresa al país, para continuar incansablemente su trabajo de escritor, sin desligarse de la institución internacional donde han transcurrido sus últimos años.
 
Desde el punto de vista de la evolución de sus ideas literarias, aquel joven escritor que había convulsionado el ambiente intelectual [[venezolano]] de los años 20 con sus textos doctrinarios sobre la vanguardia, particularmente a través de válvula y de su muy meditado ensayo de 1927, mantuvo a lo largo del tiempo una definida voluntad de universalizar nuestros temas contextuales. No fue la suya una prolongación de cosmopolitismos asimilados de la estética modernista. La diferencia entre ambos conceptos fue aprendida por Uslar en sus lecturas de Guillermo de Torre, quien dedicó unas líneas de clarificación del problema en sus Literaturas europeas de vanguardia:
 
Mientras lo cosmopolita es solamente general, lo universal es general y local; y esta característica es lo que hace (...) que una obra literaria (...) de valor universal pueda ser gustada con plenitud de entusiasmo tanto en su medio nativo, por virtud de las cualidades locales que posee, como por un medio exótico, merced al valor de amplia universalidad que irradia (20).
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Después de su derrota, siguió activo como [[senador]] pero se fue distanciando poco a poco de la vida política.
 
Se convirtió en director del diario ''[[El Nacional (Venezuela)|El Nacional]]'' desde [[1969]] hasta [[1974]], año en que se trasladó a [[París]] como embajador [[venezolano]] para la [[Unesco]]. Cuando volvió en [[1979]], se concentró en trabajar en sus escritos y en la educación, dejando la política activa.
 
Uslar Pietri fue una figura muy familiar de la [[televisión]] debido al programa televisivo semanal llamado ''Valores humanos'', enfocado en la [[Historia]] y las [[Artes]] que comenzó a emitirse en 1953.