Diferencia entre revisiones de «El capitán Alatriste»

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El capitán Alatriste es contratado para un trabajo donde se necesitan sus servicios como espadachín a sueldo. Es citado en una extraña casa abandonada y entrevistado por dos sujetos enmascarados (Luis de Alquézar y el Conde-Duque de Olivares,) quienes le señalan que existen dos viajeros [[Inglaterra|ingleses]], cuyo nombre no interesa, que merecen recibir un escarmiento antes de que lleguen a la embajada inglesa, que es su destino final. Las instrucciones son hacer que parezca un robo pero, bajo ningún concepto, matarlos. Al retirarse el enmascarado principal (Olivares) aparece fray Emilio Bocanegra, presidente del Santo Tribunal de la Inquisición, quien cambia las órdenes y señala que se deben eliminar a los ingleses por ser herejes. Alatriste no recibe de buen ánimo las nuevas instrucciones y se mantiene receloso, a diferencia del segundo espadachín contratado (Malatesta), quien manifiesta estar de acuerdo en matar a los ingleses.
 
El día de la llegada de los ingleses, Alatriste y Malatesta los esperan en una calle de Madrid, y al atacarlos oponen resistencia. Cae uno herido, lo que causa que el otro inglés arriesgue su vida y lo proteja desesperadamente pidiendo cuartel. Este hecho hace saltar las reservas de Alatriste, quien se enfrenta a Malatesta para evitar que éste mate a los ingleses. Ahuyentado Malatesta (quien dejó claro que se volverían a encontrar), Alatriste lleva a los ingleses a la casa del conde de Guadalmedina para que le ayude. Allí se entera que el inglés herido era el príncipe [[Carlos I de Inglaterra|Carlos de Gales]] y futuro [[rey Carlos I de Inglaterra]] y el otro caballero era George Villiers, [[George Villiers de Buckingham|duque de Buckingham]], quienes venían a España para solicitar al rey la mano de la infanta MariaMaría, hermana de Felpie Felipe IV.
 
Se decide dejar oculto el incidente y la visita de estado del príncipe de Gales, quien agradeció a Alatriste por su ayuda y le ofreció su apoyo. Sin embargo, el rey Felipe IV no tenía ningún interés en concertar el matrimonio de su hermana con Carlos de Inglaterra, por lo que se dedica a darle largas hasta que el inglés se canse de la situación y regrese a su país.