Diferencia entre revisiones de «El gato negro»

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'''''El gato negro''''' es uno de los más conocidos cuentos siniestros de Poe, así como uno de sus grandes relatos psicológicos. La combinación de ambos elementos, [[horror]] y [[psicología]], parece conducir directamente a la expresión [[terror psicológico]], que hoy sabemos inspirada en la singularidad artística de este autor y que podría definirse como aquella fórmula literaria que aspira a conjugar en una síntesis superior [[miedo]], [[locura|enajenación]] y [[arte]]. Dejando de momento aparte los presuntos contenidos [[autobiografía|autobiográficos]] y [[superstición|supersticiosos]], son tres los temas principales que desarrolló su autor en ''El gato negro'', y los tres se hallan estrechamente relacionados entre sí. En primer lugar, como se indica, la [[locura]], espantosamente presente en otro cuento producido en ese mismo año de 1843, con el cual, por doble motivo, pues, a menudo se vincula a ''El gato negro''; se trata de ''[[El corazón delator]]''.
 
Tanto en uno como en el otro el [[protagonista]] se ve aquejado por incontrolables accesos de [[demencia]] [[sadismo|sádica]]; en el caso de este último, parece ‘[[congénito|congénita]]’, mientras que en el de ''El gato negro'' se deriva de una severa [[adicción]]. Otro tema común a ambas narraciones es el de la [[culpa]], con un acusado matiz persecutorio, y, muy vinculado a aquél, el de la ''perverseness'' (no exactamente la 'perversidad' en castellano), aspecto de la [[mal|maldad]] que en Poe aparece revestido de singulares connotaciones [[masoquista]]s; una rara especie de [[justicia poética]]. Este concepto se encuentra extensamente desarrollado en un relato posterior, ''[[El demonio de la perversidad]]'' (1845), en el cual asistimos, como en las dos obras aludidas, a la absurda e imprevisible autoinculpación de un asesino:
Tanto en uno como en elautoi
 
:''Examinemos estas acciones y otras similares: encontramos que resultan sólo del espíritu de ‘perversidad’. Las perpetramos simplemente porque sentimos que ‘no deberíamos’ hacerlo.''