Diferencia entre revisiones de «Historia de Roma»

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Hay que decir que, mientras duró el autoexilio del Papado en Aviñón, Roma se deslizó por el tobogán de la decadencia: su despueble, insalubridad e inseguridad aumentaron más que nunca. Su población apenas alcanzaba los 17.000 habitantes a mediados del siglo XIV, el punto demográfico más bajo de su historia medieval. Se debe recordar que a mediados del siglo XIV se dejó caer sobre Europa la [[peste negra]], la cual se llevó a un tercio de su población. Roma no pudo ser la excepción. La ciudad tocó fondo y sólo el regreso de los papas pudo revertir su profunda decadencia como entidad urbana.
 
===El retorno del Papa a Roma y el Cisma de Occidente (segunda mitad del siglo XIV y primera mitad del XV).===
 
En la segunda mitad del siglo XIV el pontífice máximo volverá a Roma, a instancias del pueblo y algunos carismáticos santos(como Santa [[Catalina de Siena]], que urgía a los papas a retomar su abandonada grey romana). Roma se encontraba en el punto más bajo de su decadencia medieval: abandonada, insegura, desabastecida e insalubre. El retorno de los papas sacará a Roma de su marasmo y se transformará en una capital digna de la Cristiandad, pero a la vez desencadenará una nueva crisis de autoridad en la Iglesia llamada el [[Cisma de Occidente]].(segunda mitad del siglo XIV y comienzos del siglo XV).
 
En 1377 el “cautiverio de Aviñon” terminó cuando el Papa [[Gregorio XI]] decidió trasladar nuevamente la sede del Papado a Roma. El Papa estaba cansado del semivasallaje en que había caído la institución pontificia ante los reyes de Francia; también se hacía eco de los deseos de los fieles, los cuales nunca quisieron validar a Aviñón como sede de la Cristiandad, y por la constatación de las lamentables condiciones en que se encontraba Roma. Previamente, el cardenal [[Gil de Albornoz]] había puesto orden en la ciudad, arrinconando al movimiento comunal y apoyándose en la aristocracia. La autoridad del Papa estaba restablecida.
 
En 1378 fue elegido [[Urbano VI]], pero los cardenales franceses desconocieron al nuevo Papa y eligieron como antipapa a [[Clemente VII]], el cual se volvió a radicar en Aviñón. La Cristiandad se vio dividida ante dos lealtades: unos obedecían al pontífice de Roma-en general, los príncipes e iglesias de Europa Central y del Norte-y otros al de Aviñon. Así comenzó el Cisma de Occidente, cisma que hundió a la Iglesia ante una nueva crisis de autoridad.
 
Los sucesivos papas pugnaron entre si por hacerse obedecer, excomulgándose mutuamente. Sólo gracias al [[Concilio de Constanza]](1414) se terminó con el Cisma, restableciéndose en forma definitiva la Sede Apostólica en Roma.
 
No obstante, la necesidad de convocar a sucesivos concilios para resolver la crisis de autoridad, dio origen a las tesis conciliaristas, las cuales afirmaban que la Iglesia debía ser gobernada mediante sucesivos concilios, y que el papa debía ser sólo un ejecutor de sus resoluciones. Frente a estas ideas-sostenidas por grupos minoritario, aunque influyentes- reaccionaron los papas, los cuales sentían limitada su autoridad. Esta posición se reforzó con la reintegración de la Iglesia oriental a instancias de uno de los últimos emperadores bizantinos, [[Juan VIII Paleólogo]]-más por interés político que por un genuino sentimiento religioso- y por la validación del pueblo cristiano(muchedumbres acudían a Roma cada vez que el papa declaraba año jubilar).
Del Cisma de Occidente Roma saldrá transformada en la sede definitiva de la Crsitiandad Católica; el Papado restableció su dominio sobre la ciudad y ésta recomenzó un nuevo período de expansión, tanto en lo demográfico como en lo urbanístico y artístico.
 
Firmemente asentado su control sobre Roma, los papas siguieron actuando como príncipes temporales, estableciendo alianzas, favoreciendo a sus parientes para los puestos más altos de del gobierno de Roma, los Estados Pontificios y la Iglesia, desarrollando una activa burocracia que administrase sus dominios, y extraje los recursos financieros necesarios, ya fuese en la región o en el conjunto de las iglesias de Occidente.
 
A finalizar la Edad Media Roma se convertirá también, gracias al mecenazgo papal, en uno de los principales centros del nuevo movimiento cultural y artístico que los historiadores han denominado “[[Renacimiento]]”.
 
==Época Moderna y Contemporánea==
 
Roma iniciará su tránsito por la Edad Moderna consolidada en la función de capital espiritual y política del mundo católico, en una gradual expansión urbana y convertida en sede artística. Durante el siglo XVI la ciudad estará en el centro de la actividad política italiana, en medio de la confrontación de los nuevos poderes emergentes, representados por las monarquías nacionales y absolutistas de España, Francia, y por los estertores del Sacro Imperio Romano Germánico, cuyos emperadores aún intentan imponer su autoridad en Alemania y ser actores políticos en Italia. Junto a todo esto, el Papado se ve severamente cuestionado en su autoridad religiosa y moral por la [[Reforma Protestante]]. Como reacción, Roma se convertirá en bastión de la llamada “[[Contrarreforma]]”
 
==Época Moderna y Contemporánea==
== Bibliografía ==
* [[Thierry Dutour]], ''La ciudad medieval: orígenes y triunfo de la Europa urbana'', p. 42-47, 82-83, 90. — Paidós, Buenos Aires, 2005. ISBN 950-12-5043-1