Diferencia entre revisiones de «Triángulo de las Bermudas»

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=== Vuelo 19 ===
 
Uno de los incidentes más conocidos y probablemente el más famoso sobre el Triángulo de las Bermudas es acerca de la pérdida de un escuadrón de cinco bombarderos TBM Avenger de la marina de EE. UU. durante un vuelo de entrenamiento que salió de [[Fort Lauderdale]] ([[Florida]]) el [[5 de diciembre]] de [[1945]].
Era un día magnífico, con sol en abundancia, mares en calma y un cielo azul libre de casi por completo de nubes. Corrían los días de la posguerra y en E.U., el personal de la Marina y la Aviación aún continuaba con sus cotidianos entrenamientos. Por aquellos días, la base aérea de Fort Lauderdale, en la Florida, estaba particularmente preocupada en mantener a sus pilotos adiestrados. Era el 5 de Diciembre de 1945, un día como cualquier otro, y 5 aviones Avenger TBM estaban listos para despegar. Su Misión consistía en alejarse 160 millas al este, en línea recta, dar vuelta al norte y regresar a su base, en un vuelo de entrenamiento. Al mando del vuelo, con número de serie 19, iba el teniente Charles C. Taylor, veterano de la marina y piloto experimentado. La tripulación de cada uno de los aviones constaba de tres hombres, por lo que en total participarían 15. Cada uno de los aparatos había cargado gasolina suficiente para volar el equivalente de 1660 km.. Los motores, la radio y los equipos salvavidas fueron checados y reportados en buen estado.
De acuerdo con el escritor fantástico [[Charles Berlitz]] ([[1914]]-[[2003]]), el caso consistía en que varios aviadores navales simplemente desaparecieron después de que informaran de varios efectos visuales extraños, una afirmación que no es completamente acertada.
Además, Berlitz afirmó que debido a que los restos de los TBM Avenger flotarían por largos periodos de tiempo, estos debieron ser encontrados al día siguiente considerando que esos días se registraron con marea tranquila y cielo despejado.
Sin embargo, no sólo no pudieron ser encontrados, sino que un avión de búsqueda y rescate de la Marina que mandaron también se perdió (Los Martin mariner tenían muy mala fama entre los pilotos de la época ya que sus tanques de combustible se inflamaban muy fácilmente, por lo que; un destello visto al poco de despegar la nave, pudo corresponderse con su explosión).
Adicionalmente, la intriga se incrementó al conocer que el informe del accidente de la Marina se atribuyó a «causas o razones desconocidas».
 
Mientras que algunos hechos de la versión de Berlitz son esencialmente exactos, no describe algunos detalles importantes.
En el momento de dar la último aviso para despegar, sólo faltaba un hombre que, sintiéndose enfermo, se quedaría en tierra. Los meteorólogos habían pronosticado buen tiempo en toda el área de su recorrido. A las 2:00 de la tarde despegaron sin novedad los cinco aviones y, tomando en seguida la formación de vuelo, se lanzaron rumbo al mar a buena velocidad. Durante casi dos horas, el vuelo 19 se estuvo reportando con regularidad a su base. A las 3:45, un mensaje desconcertante cruzó el espacio hasta la torre de control: \"Torre de control torre de control .
La visión de un experimentado escuadrón de aviadores de combate perdiéndose en una tarde soleada es inexacta.
Para cuando se recibió la última transmisión de radio del Vuelo 19, había comenzado un clima tormentoso.
Tan solo el líder de vuelo, el Teniente Charles Carroll Taylor, tenía experiencia de combate y un tiempo de vuelo significativo, pero al mismo tiempo tenía muy poca experiencia en esa área en particular, menor que la de los aprendices bajo su servicio, Taylor fue descrito como un líder calmado y confiado.
En cambio, las transmisiones de radio del Vuelo 19 revelaron a un Taylor desorientado, con una carencia de confianza en sus decisiones, y completamente perdido.
 
Además, las afirmaciones exageradas establecían que todos los aviones tuvieron problemas con sus brújulas, sin embargo, los informes navales y registros escritos de las conversaciones entre el Teniente Taylor y otros pilotos del Vuelo 19 no indicaban esto.
Esta es una emergencia. Nos hemos salido de curso . Parece que nos hemos salido de curso \" \"Parece que nos hemos perdido. No estamos seguros de nuestra posición ¡No podemos avistar tierra!\".
En cuanto al informe de la Marina, se afirmó que el informe original atribuyó el accidente a la confusión del comandante de vuelo.
El Teniente Taylor previamente había abandonado su nave en dos ocasiones en medio del Pacífico después de haberse perdido, para regresar al portaaviones.
Sin embargo, el informe se alteró para retratar otra situación debido a los deseos de su familia.
 
Otro factor a considerar es que las naves TBM Avenger nunca fueron diseñadas para el acuatizaje, contrario a las afirmaciones de Berlitz.
En la torre de control , el radio operador replicó sumamente extrañado: \"¿Qué posición tienen?\" Vuelo 19: \"No estamos seguros de nuestra posición \" \"Repetimos no podemos ver tierra No sabemos si estamos sobre el Atlántico a sobre el Golfo \".
La experiencia de combate en el Pacífico demostró que un avión Avenger se hundía muy rápidamente si este aterrizaba sobre el agua.
Para un Avenger sería muy difícil aterrizar sobre el agua, especialmente con pilotos novatos al mando, y al dejarlo en los mares peligrosos del Triángulo de las Bermudas.
 
Sin embargo, el hecho de que hasta la fecha no se ha descubierto rastros o algún resto de las naves ha llevado al misterio, y en sí mismo es un caso raro.
Torre de control: \"Asuman el rumbo hacia el oeste pronto verán tierra.\".
En un documental sobre este evento del History Channel, se hizo notar que un piloto puede confundir fácilmente su ubicación si permitía que su imaginación controlara su razón.
En este documental el escenario más probable fue que el líder de vuelo, el teniente Charles Taylor se confundió y se desoriento, y fue indeciso en última analogía de la situación del vuelo, creyendo incorrectamente que estaban lejos del sureste de Florida Keys, y giró bruscamente hacia la derecha creyendo que encontrarían tierra.
En cambio, ellos se ubicaban exactamente donde debía de estar, fuera de las Bahamas, y al girar a la derecha los llevó más adentro del océano hacia el Atlántico.
Esto también podría explicar por qué los aviones aún no han sido encontrados, ya que muy pocas búsquedas se han concentrado en las inmensas áreas abiertas del océano.
 
Por consiguiente, la explicación generalmente más aceptada por entusiastas navales y civiles que han investigado minuciosamente este incidente coincide en que el Teniente Charles Taylor se confundió y se desorientó, llevando a su tripulación al mar abierto donde se les acabó el combustible y aterrizaron en aguas tormentosas durante la noche.
Vuelo 19: \"No sabemos hacia donde esta el oeste. Todo esta mal. Es tan extraño El mar luce muy raro \". Y ahí se corto la comunicación. Había demasiada estática a pesar del buen tiempo, y por momentos se escuchaban los diálogos de los pilotos entre sí. Diez minutos más tarde se restableció el contacto. Los radioperadores podían escuchar en la base el ruido de los motores, pero no las voces de los pilotos. Para entonces, el pánico había hecho presa de las tripulaciones; ya no eran pilotos experimentados, sino hombres invadidos por un temor monstruoso. Poco antes de las 4:00 se escuchó lo siguiente: \"No estamos seguros de nuestra posición. No sabemos exactamente dónde estamos. Creo que a unos 360 km. al noroeste de la base \".
Y aunque los pilotos estudiantes sabían que él estaba equivocado sobre su ubicación; él era el líder de vuelo y estaba al mando.
Para cuando él tomo el consejo de uno de sus aprendices pilotos sobre volar hacia el oeste, ya se encontraban muy lejos como para aterrizar sobre tierra firme.
La posición oficial de la Marina Estadounidense sobre el incidente no refleja ningún misterio relacionado a lo que le paso al Vuelo 19, describiendo el hecho de que la culpa residió completamente en el Teniente Charles Taylor.
El único misterio para la Marina Estadounidense es donde se estrellaron los aviones del Vuelo 19.
 
Otra teoría en ese mismo documental declara que los aviones realmente pudieron haber estado donde Taylor creyó que ellos estaban, y que ellos chocaron en los pantanos de Georgia.
Se corto de nuevo el mensaje por estática. Instantes después volvía a restablecerse la comunicación: \"El mar es muy extraño Parece que estamos sobre aguas blancas \". Y de nuevo el silencio. La torre intentó una vez más comunicarse con ellos, pero por alguna extraña razón, parecían no captar las señales de la base. Durante largos segundos que parecieron siglos, el personal de la base, ya en estado de alerta, no escuchó ninguna palabra más del Vuelo 19. La tensión del momento fue rota al escucharse otra vez las conversaciones de los miembros del escuadrón: \"Estamos completamente perdidos Y parece que \" Estas fueron sus últimas palabras. En la base de Fort Lauderdale todo era desconcierto.
Sin embargo, esa teoría se ha tomado con escepticismo.
 
Una nave de rescate PBM Mariner también desapareció sin un rastro durante la búsqueda del Vuelo 19, tal como Berlitz declaró en su libro.
Durante todo el tiempo que duró la comunicación, parte del personal de la torre se había preocupado por trazar posiciones y calcular la ruta que habían seguido al extraviarse. Intentaron hacer contacto con otras naves próximas al área; pero todo fue en vano. Sólo quedaban conjeturas. ¿Qué había podido desorientarlos de ese modo? ¿Cómo explicar las interferencias de la radio en un día tan claro? Y sobre todo, ¿Qué peligro habían enfrentado, que los había hecho perder la calma de ese modo? Las horas siguientes fueron de frenética acción. La alarma había puesto en movimiento a todo el personal. Los aviones Avenger, bombarderos de combate, eran magníficos aparatos en su tiempo.
Esto incrementó la especulación sobre fenómenos sobrenaturales y el Triángulo de las Bermudas, y aunque Berlitz aludió en su libro a la casualidad sobre el Triángulo de las Bermudas, se formula en cierto modo que algunos puntos también son misteriosos y desconocidos, cuando de hecho no lo fueron.
 
El SS Gaines Mill informó una explosión por encima del agua poco después de que despegó el PBM Mariner, en el lugar donde debía de estar este.
Extraordinariamente bien equipados para el ataque - casi una tonelada de bombas, o un torpedo submarino - contaban además con un poderoso motor de 1600 caballos, y alas plegables para su fácil acarreo en portaaviones. Su autonomía de vuelo era muy amplia y tenía equipo especial para facilitar la supervivencia en alta mar. Como los bombarderos habían sido checados antes de partir y contaba cada uno de ellos con un aparato radiotransmisor, más que pensar en una falla mecánica el personal de tierra temía que un disturbio atmosférico los hubiese dañado. Las turbulencias y bolsas de aire, por ejemplo, son imprevisibles y más de un avión ha sucumbido a causa de ellas. Incluso un ataque enemigo, aunque improbable, no se descartaba: la guerra recién había terminado. Sin embargo, ¿Por qué no habían podido explicar lo que les sucedía? El radioperador estimó que el último punto en que habían hecho contacto con el escuadrón, había sido a unos 150 km. al noreste de la base naval de Banana River, en la costa de la Florida.
Se pudo divisar una mancha de aceite en ese punto, pero el mal clima impidió que se recobrara cualquier resto, y para cuando el clima tormentoso terminó, todos los rastros del accidente ya no estaban ahí.
 
El escenario más probable fue que una fuga de combustible causó la explosión, la cual desintegro el avión.
A ese punto y sus alrededores fue enviado un hidroavión, el Martin Mariner, especializado en rescate anfibio, con trece hombres a bordo. La torre de control mantuvo estrecho contacto con el hidroavión de rescate durante los siguientes minutos de vuelo. Inesperadamente, el Martin Mariner consiguió trabar comunicación con el Vuelo 19: Hidroavión Martin: \"Vuelo 19, estamos volando hacia ustedes para guiarlos de regreso ¿Qué altitud tienen?\" La interferencia no dejó escuchar completa la respuesta del Vuelo 19, pero las últimas tres palabras se oyeron perfectamente: \"¡No nos sigan !\" Y se perdió la señal. Todo el diálogo había sido captado también en la base. Desde algún lugar desconocido, los pilotos habían alcanzado a enviar un mensaje para alentar a sus compañeros. Pero, ¿de qué? Mientras tanto, la tripulación del Martin Mariner, más alerta que nunca, escudriñaba metro por metro la superficie del mar. Durante los siguientes siete minutos, el comandante del hidroavión se estuvo reportando a la base.
 
Al parecer no había huellas del naufragio en la zona. Pocos minutos después dejó de escucharse la señal del Martin Mariner. No había contacto en ninguno de los sentidos con su tripulación. El silencio que siguió al último mensaje nunca más fue roto. Nunca más los marinos volverían a ser vistos ni escuchados. El comandante de la base, más perplejo que nunca, dio orden de comenzar lo que sería la búsqueda más intensiva y cuidadosa llevada a cabo en mar y aire; pero también la más infructuosa.
 
=== Star Tiger y Star Ariel ===