Diferencia entre revisiones de «El vergonzoso en palacio»

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Lauro, el padre de Mireno, cuenta a Ruy Lorenzo su historia: Lauro, cuyo verdadero nombre es don Pedro de [[Coímbra]], era hermano del anterior [[rey de Portugal]] y, a la muerte de este, fue [[Regencia (política)|corregente]] del reino junto con la [[reina viuda]], durante la [[minoría de edad]] del [[heredero]]. Una vez subido este al trono, las intrigas de un [[cortesano]] le hicieron caer en desgracia ante el rey, quien lo [[pena de muerte|condenó a muerte]]. Logró escapar de su prisión y se refugió en el campo, disfrazado de pastor, junto con su hijo, a quien ocultó su verdadero origen. Mientras tanto, en el palacio, Mireno sigue sin atreverse a corresponder a las muestras de amor de Madalena, por vergüenza. Ella, tratando de incitarle, lo llama a su cámara y allí finge estar dormida. Creyendo Mireno que Madalena duerme, esta finge hablar en [[sueño]]s y sostiene una conversación consigo misma en que interpreta el papel de Mireno hablando con ella, en que Mireno le confiesa su amor y ella lo recibe gustosa. A continuación simula despertar, pero cuando Mireno, animado por lo que ha oído, se decide a confesarle que él también la ama, ella lo rechaza diciéndole que los sueños son solo sueños. Por su parte, Antonio se ha decidido a confesar a Serafina su amor, pero ella lo rechaza [[Ira|airada]]. Él, despechado, se marcha tras lanzar al suelo el retrato que el pintor había hecho de Serafina vestida de varón. Ella lo recoge y, sin darse cuenta de que ella misma es la retratada, se enamora de ese que ella cree hombre. Serafina pregunta a Juana por el retrato y esta, aun sabiendo la verdad, para que no fuera descubierta su complicidad en la entrada furtiva de Antonio en el jardín, dice no saber nada y promete preguntarle a Antonio. Este vuelve a presencia de Serafina y miente diciendo que en realidad él no está enamorado de ella, sino que actúa como emisario del verdadero enamorado de Serafina, el caballero del retrato, llamado, según él, Don Dionís, caballero caído en desgracia -y añade una historia idéntica a de Mireno y Lauro, a pesar de no conocer esta. Serafina le pide que le facilite un encuentro con este supuesto caballero de quien se ha enamorado y Antonio le promete que lo llevará al jardín para que ella pueda hablarle desde el balcón. Mientras, Madalena ha vuelto a alentar las esperanzas de Mireno y le dicta una carta en que lo cita en el jardín esa noche. Antonio acude al jardín y, haciéndose pasar por el imaginario Don Dionís, habla con Serafina, que está asomada a su balcón, y acaba entrando en su aposento. Al poco llega Mireno y Madalena lo invita igualmente a entrar en su estancia. Mientras tanto, habiendo sabido Lauro que su hijo ha entrado como secretario en el palacio del duque de Avero, decide ir a la ciudad para ver a Mireno, acompañado por Ruy. Una vez en Avero, en las cercanías del palacio, Lauro y Ruy oyen un [[bando]] en que el Rey concede su [[perdón]] a don Pedro de Coimbra (la verdadera identidad de Lauro). Este se presenta ante el duque de Coimbra, quien lo acoge gozosamente. En ese momento sale a escena Madalena, quien para evitar la boda con el Duque de Vasconcelos confiesa que ha pasado la noche con su secretario. Su padre monta en cólera pero al oír el nombre de Mireno, Lauro/Don Pedro aclara que se trata de su hijo, por lo que, al ser ambos de sangre noble, el duque de Avero acepta que Madalena y Mireno/Don Dionís se casen. A su vez, Serafina declara que no es posible que su hermana haya estado con don Dionís, pues ella misma ha pasado la noche con él. Antonio confiesa que se trató de un engaño y que es él quien ha estado con ella. El duque de Avero ordena matarlo pero Juana anuncia que en realidad se trata del duque de Penela, por lo que el duque de Avero consiente el matrimonio. Así, la pieza acaba con un «final feliz» con matrimonio entre las parejas protagonistas.
 
== ''El vergonzoso en palacio'' como comedia palatina ==
 
''El vergonzoso en palacio'' se suele clasificar, dentro de la tipología de géneros y subgéneros teatrales del barroco español, como [[comedia palatina]]. Dos de las características que la situarían dentro de este subgénero serían la lejanía temporal -la acción se sitúa hacia 1400- y geográfica de la acción, a diferencia de lo que ocurre en el otro gran género cómico barroco, la [[comedia de capa y espada]], que se sitúa en el presente del espectador y en los lugares conocidos por él -generalmente [[Madrid]], [[Sevilla]] o [[Valencia]].<ref>Ignacio Arellano, obra citada, p. 365.</ref>
 
Por otra parte, ''El vergonzoso'' desarrolla uno de los temas favoritos de este tipo de comedias de ambiente palatino: el del plebeyo que siente ansias de ascenso social y que finalmente descubre que es de origen noble. A este motivo subyace la idea, propia de la mentalidad aristocrática, de que solo las personas de origen noble reúnen las características que muestran los protagonistas de estas obras ([[belleza]], nobleza de espíritu, [[orgullo]], ansia de [[honor]]), por lo que, si un plebeyo las tiene, es porque en realidad, como se descubrirá al final, es aristócrata{{Añadir referencias}}.
 
Algunos críticos, como [[Ángel Valbuena Prat]] o [[Juan Luis Alborg]], calificaron ''El vergonzoso'' como [[comedia de carácter]], basándose en la supuesta profundidad de la caracterización [[psicología|psicológica]] de los personajes protagonistas, considerada tradicionalmente como uno de los rasgos distintivos de Tirso de Molina. Otros, como Ignacio Arellano, lo consideran incorrecto, por creer que los rasgos del género de comedia palatina predominan sobre esa supuesta profundidad psicológica.<ref>Ignacio Arellano, obra citada, p. 366.</ref>