Diferencia entre revisiones de «Los perros hambrientos»

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=== XVI. ESPERANDO, SIEMPRE ESPERANDO ===
 
Martina decide ir a Sarún, donde vivían sus suegros, pues su cuñada le había contado que allí si abundaba comida. Lleva a su menor hijo, todavía bebé, pero deja en la casa a su hijo mayor, Damián, niño de 9 años, acompañado sólo por el perro Mañu, y con una modesta ración de trigo. Le encarga que en caso de que ella demorara y se acabara la comida, llamara a la vecina, doña Candelaria, para que le ayudara a matar la única [[oveja]] que quedaba. Y si tardaba más, que fuera donde su abuelo, el Simón Robles, que vivía en un trecho no tan lejano. Damián y el Mañu pasan los días cuidando a la oveja y comiendo trigo tostado. Cuando se les acaba la comida, Damián llama a gritos a doña Candelaria, la cual no responde. Una noche se roban a la oveja. Damián se encamina entonces a la casa de don Simón. Pero desfalleciente, cae en el camino. Un cóndor planea encima, tratando de acercarse al cuerpo. Mañu, su fiel compañero, lo defiende heroicamente, pero Damián muere de hambre y sed. Don Rómulo, quien pasa por allí, recoge el cadáver del niño y lo lleva a la casa de don Simón Robles, quien de inmediato lo entierra en el cementerio. Al día siguiente Simón va a la casa de la Martina y la encuentra vacía y desolada. Se da cuenta entonces que su hijohija se había ido definitivamente.
se había ido definitivamente.
 
=== XVII. EL MASHE, LA JACINTA, MAÑU ===