Diferencia entre revisiones de «Revolución de Mayo»

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{{Ficha de revolución
| nombre = Revolución de Mayo
| imagen = Cabildoabierto-Subercaseaux.jpg
Cisneros]]
| tamaño = 250px
| pieimagen = El [[Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810]], según [[Pedro Subercaseaux]].
| fecha = 25 de mayo de 1810
| lugar = [[Virreinato del Río de la Plata]]
| impulsores = [[Antonio Luis Beruti]]<br />[[Cornelio Saavedra]]<br />[[Juan José Castelli]]<br />[[Juan José Paso]]<br />[[Manuel Belgrano]]<br />[[Mariano Moreno]]<br />[[Nicolás Rodríguez Peña]]<br />[[Hipólito Vieytes]]
| motivos = [[Abdicaciones de Bayona]], [[Invasiones Inglesas]]
| ideologías = [[Liberalismo]]
| saliente = [[Baltasar Hidalgo de Cisneros]]
| gobierno1 = [[Virrey|Virreinato]]
| entrante = [[Primera Junta]]
| gobierno2 = [[Junta de gobierno]]
}}
Se conoce como '''Revolución de Mayo''' a la serie de acontecimientos [[Revolución política|revolucionarios]] ocurridos en mayo de 1810 en la ciudad de [[Buenos Aires]], por aquel entonces capital del [[Virreinato del Río de la Plata]], una dependencia colonial de [[España]]. Como consecuencia de la revolución fue depuesto el [[virrey]] [[Baltasar Hidalgo de Cisneros]] y reemplazado por la [[Primera Junta]] de Gobierno.
 
Estos eventos de la Revolución de Mayo se sucedieron en una semana conocida como la ''Semana de Mayo'', que transcurrió entre el [[18 de mayo]], cuando se confirmó de manera oficial la caída de la [[Junta Suprema Central|Junta de Sevilla]], hasta el [[25 de mayo]], fecha de asunción de la Primera Junta.
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El 21 de mayo se repartieron cuatrocientos cincuenta invitaciones entre los principales [[vecino]]s y autoridades de la capital. La lista de invitados fue elaborada por el Cabildo teniendo en cuenta a los vecinos más prominentes de la ciudad. Sin embargo el encargado de su impresión, Agustín Donado, compañero de French y Beruti, imprimió muchas más de las necesarias y las repartió entre los criollos.
{{cita|El Excmo. Cabildo convoca á Vd. para que se sirva asistir, precisamente mañana 22 del corriente, á las nueve, sin etiqueta alguna, y en clase de vecino, al cabildo abierto que con avenencia del Excmo. Sr. Virrey ha acordado celebrar; debiendo manifestar esta esquela á las tropas que guarnecerán las avenidas de esta plaza, para que se le permita pasar libremente.}}
 
=== Martes 22 de mayo ===
[[Archivo:Cabildo abierto.jpg|thumb|250px|El Cabildo abierto, según [[Juan Manuel Blanes]].]]
De los cuatrocientos cincuenta invitados al cabildo abierto solamente participaron unos doscientos cincuenta. French y Beruti, al mando de seiscientos hombres armados con cuchillos, trabucos y fusiles, controlaron el acceso a la plaza, con la finalidad de asegurar que el cabildo abierto fuera copado por criollos.
 
El cabildo abierto se prolongó desde la mañana hasta la medianoche, contando con diversos momentos, entre ellos la lectura de la proclama del Cabildo, el debate, "que hacía de suma duración el acto", como se escribió en el documento o acta, y la votación, individual y pública, escrita por cada asistente y pasada al acta de la sesión.
 
El debate en el Cabildo tuvo como tema principal la legitimidad o no del gobierno y de la autoridad del [[virrey]]. El principio de la [[retroversión de la soberanía]] planteaba que, desaparecido el monarca legítimo, el poder volvía al pueblo, y que éste tenía [[Derecho de autodeterminación|derecho]] a formar un nuevo gobierno.
 
Hubo dos posiciones principales enfrentadas: los que consideraban que la situación debía mantenerse sin cambios, respaldando a Cisneros en su cargo de virrey, y los que sostenían que debía formarse una [[Junta (gobierno)|junta de gobierno]] en su reemplazo, al igual que en España. No reconocían la autoridad del [[Consejo de Regencia]] argumentando que las colonias en América no habían sido consultadas para su formación.<ref>{{cita web
|url=
|título= La crisis de la monarquía española y las revoluciones hispánicas
|fechaacceso=
|autor= Alejandro Pasino
|fecha= 1/12/00
|editorial= Portal Educar
|idioma= español}}</ref> El debate abarcó también, de manera tangencial, la rivalidad entre criollos y españoles peninsulares, ya que quienes proponían mantener al virrey consideraban que la voluntad de los españoles debía primar por sobre la de los criollos.
 
Uno de los oradores de la primera postura fue el obispo de Buenos Aires, [[Benito Lué y Riega]], líder de la iglesia local. Lué y Riega sostenía lo siguiente:
 
{{Cita|No solamente no hay por qué hacer novedad con el virrey, sino que aún cuando no quedase parte alguna de la España que no estuviese sojuzgada, los españoles que se encontrasen en la América deben tomar y reasumir el mando de ellas y que éste sólo podría venir a manos de los hijos del país cuando ya no hubiese un español en él. Aunque hubiese quedado un solo vocal de la Junta Central de Sevilla y arribase a nuestras playas, lo deberíamos recibir como al Soberano.<ref>{{cita libro
|apellidos= Pigna
|nombre= Felipe
|enlaceautor= Felipe Pigna
|editorial= Grupo editorial Norma
|título= [[Los mitos de la historia argentina]]
|edición= 26
|año= 2007
|ubicación= [[Argentina]]
|isbn= 987-545-149-5
|páginas= 234
|capítulo= La Revolución de Mayo}}</ref>}}
 
[[Juan José Castelli]] habló a continuación, y sostuvo que los pueblos americanos debían asumir la dirección de sus destinos hasta que cesara el impedimento de [[Fernando VII]] de regresar al trono.
 
{{Cita|Desde la salida del Infante don Antonio, de Madrid, había caducado el Gobierno Soberano de Espa­ña, que ahora con mayor razón debía considerarse haber expirado con la disolución de la Junta Central, porque, además de haber sido acusada de infidencia por el pueblo de Sevilla, no tenía facultades para el establecimiento del Supremo Gobierno de Regencia; ya porque los poderes de sus vocales eran personalísimos para el gobierno, y no podrían delegarse, ya por la falta de concurrencia de los Diputados de América en la elección y establecimiento de aquel gobierno, deduciendo de aquí su ilegitimidad, la re­versión de los derechos de la Soberanía al pueblo de Buenos Aires y su libre ejercicio en la instalación de un nuevo gobierno, principalmente no existiendo ya, como se suponía no existir, la España en la dominación del señor don Fer­nando Séptimo.<ref name="Chuquisaca" />}}
 
[[Pascual Ruiz Huidobro]] expuso que, dado que la autoridad que había designado a Cisneros había caducado, éste debía considerarse separado de toda función de gobierno, y que, en su función de representante del pueblo, el Cabildo debía asumir y ejercer la autoridad.
 
El fiscal [[Manuel Genaro Villota]], representante de los españoles más conservadores, señaló que la ciudad de Buenos Aires no tenía derecho a tomar decisiones unilaterales sobre la legitimidad del virrey o el Consejo de Regencia sin hacer [[Decisión por consenso|partícipes del debate]] a las demás ciudades del Virreinato. Argumentaba que ello rompería la unidad del país y establecería tantas soberanías como pueblos. [[Juan José Paso]] le dio la razón en el primer punto, pero adujo que la situación del conflicto en Europa y la posibilidad de que las fuerzas napoleónicas prosiguieran conquistando las colonias americanas demandaban una solución urgente.<ref>{{cita libro
|apellidos= Pigna
|nombre= Felipe
|enlaceautor= Felipe Pigna
|editorial= Grupo editorial Norma
|título= [[Los mitos de la historia argentina]]
|edición= 26
|año= 2007
|ubicación= [[Argentina]]
|isbn= 987-545-149-5
|páginas= 237
|capítulo= La Revolución de Mayo}}</ref> Adujo entonces el argumento de ''la hermana mayor'', por la cual Buenos Aires tomaba la iniciativa de realizar los cambios que juzgaba necesarios y convenientes, bajo la expresa condición de que las demás ciudades serían invitadas a pronunciarse a la mayor brevedad posible.<ref>{{cita libro
| apellidos = Luna
| nombre = Félix
|enlaceautor= Félix Luna
| título = [[Breve historia de los argentinos]]
| año = 1994
| editorial = Buenos Aires: Planeta / Espejo de la Argentina
| id = 950-742-415-6
|páginas= 62
|capítulo= 1810 y sus efectos / La Revolución
}}</ref> La [[figura retórica]] de la "Hermana mayor", comparable a la [[gestión de negocios]], es un nombre que hace una analogía entre la relación de Buenos Aires y las otras ciudades del Virreinato con una [[relación filial]].
[[Archivo:Cornelio Saavedra.jpg|thumb|left|150px|La postura de [[Cornelio Saavedra]] fue la que acabó imponiéndose.]]
 
El cura [[Juan Nepomuceno Solá]] opinaba que el mando debía entregarse al Cabildo, pero sólo en forma provisional, hasta la realización de una junta gubernativa con llamamiento a representantes de todas las poblaciones del virreinato.
 
El comandante [[Pedro Andrés García]], íntimo amigo de Saavedra, comentó al votar: "''Que considerando la suprema ley la salud del pueblo y advertido y aun tocado por sí mismo la efervescencia y acaloramiento de él con motivo de las ocurrencias de la Metrópoli, para que se varíe el Gobierno, que es a lo que aspira, cree de absoluta necesidad el que así se realice, antes de tocar desgraciados extremos, como los que se persuade habría, si aún no se resolviese así en la disolución de esta Ilustre Junta; repite por los conocimientos que en los días de antes de ayer, ayer y anoche ha tocado por sí mismo, tranquilizando los ánimos de los que con instancia en el pueblo así lo piden''".<ref>{{cita libro
|apellidos= De Gandía
|nombre= Enrique
|editorial= Claridad
|título= [[Historia del 25 de Mayo]]
|edición= Primera edición
|año= 1960
|ubicación= [[Argentina]]
|páginas= 444
|capítulo= La adhesión a Fernando VII,págino 110}}</ref>
 
[[Cornelio Saavedra]] propuso que el mando se delegara en el Cabildo hasta la formación de una junta de gobierno, en el modo y forma que el Cabildo estimara conveniente. Hizo resaltar la frase de que ''"(...) y no queda duda de que el pueblo es el que confiere la autoridad o mando"''. A la hora de la votación, la postura de Castelli se acopló a la de Saavedra.
 
Luego de los discursos, se procedió a votar por la continuidad del virrey, solo o asociado, o por su destitución. La votación duró hasta la medianoche, y se decidió por amplia mayoría destituir al virrey: ciento cincuenta y cinco votos contra sesenta y nueve. Los votos contrarios a Cisneros se distribuyeron de la siguiente manera:<ref>{{cita libro
| apellidos = Abad de Santillán
| nombre = Diego
|enlaceautor= Diego Abad de Santillán
| título = [[Historia Argentina (enciclopedia)|Historia Argentina]]
| año = 1965
| editorial = Buenos Aires: TEA (Tipográfica Editora Argentina)
| id =
|páginas= 409
|capítulo= Las jornadas de Mayo de 1810: Divulgación de las noticias sobre el curso de la invasión francesa a España
}}</ref>
 
* Fórmula según la cual la autoridad recae en el Cabildo: cuatro votos
* Fórmula de Juan Nepomuceno de Sola: dieciocho votos
* Fórmula de [[Pedro Andrés García]], Juan José Paso y Luis José Chorroarín: veinte votos.
* Fórmula de Ruiz Huidobro: veinticinco votos
* Fórmula de Saavedra y Castelli: ochenta y siete votos
 
A la madrugada del día 23 se emitió el siguiente documento:
 
{{Cita|Hecha la regulación con el más prolijo examen resulta de ella que el Excmo Señor Virrey debe cesar en el mando y recae éste provisoriamente en el Excmo. Cabildo hasta la erección de una Junta que ha de formar el mismo Excmo. Cabildo, en la manera que estime conveniente.<ref>{{cita libro
|apellidos= Pigna
|nombre= Felipe
|enlaceautor= Felipe Pigna
|editorial= Grupo editorial Norma
|título= [[Los mitos de la historia argentina]]
|edición= 26
|año= 2007
|ubicación= [[Argentina]]
|isbn= 987-545-149-5
|páginas= 238
|capítulo= La Revolución de Mayo}}</ref>}}
 
=== Miércoles 23 de mayo ===