Diferencia entre revisiones de «Orfeo»

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== El mito de Eurídice ==
[[Archivo:Cervelli Orfeo ed 0EuridiceEuridice.jpg|thumb|''Orfeo y Eurídice'' por [[Federico Cervelli]]]]
La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa [[Eurídice]] que a veces es conocida como Agriope. Algunas versiones cuentan que mientras huía de [[Aristeo]], u otras que mientras paseaba con Orfeo, fue mordida por una serpiente y murió. En las orillas del río [[Estrimón]] Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de [[Eurídice]]. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las [[ninfa]]s y dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo ([[catábasis]]). Camino de las profundidades del inframundo, tuvo que sortear muchos peligros, para los cuales usó su música, ablandó el corazón de los demonios, e hizo llorar a los tormentos (por primera y única vez). Llegado el momento, con su música ablandó también el corazón de [[Hades]] y [[Perséfone]], los cuales permitieron a [[Eurídice]] retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a [[Eurídice]]. A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto, incluso cuando pasaban junto a algún peligro o demonio, no se volvía para asegurarse de que [[Eurídice]] estuviera bien. Llegaron finalmente a la superficie y, por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el camino al inframundo: Eurídice se desvaneció en el aire, y ahora para siempre. Esta historia procede del tiempo de [[Virgilio]], que fue el que introdujo el nombre de Aristeo. Sin embargo, otros autores también hablan de la visita de Orfeo al submundo; de acuerdo con [[Platón]] los dioses del infierno sólo le "presentaron una aparición" de Eurídice. También según Platón, los dioses no le entregaron a su amante, porque les parecía que se mostraba cobarde, como buen citaredo, y no tuvo el arrojo de morir por amor, sino que buscó el medio de penetrar con vida en el Hades.