Diferencia entre revisiones de «Historia de Cuba»

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Años más tarde, el nombre de ''"Fernandina"'' fue trasladado a la isla de Cuba por su gran tamaño en comparación a la isla Long, también se le pretendió asignar el nombre de ''"[[Santiago de Cuba|Santiago]]"'' por la ciudad que fundó [[Diego Velázquez de Cuéllar]] en [[1515]]. Sin embargo la isla siempre fue referida con el nombre de '''"Cuba"''', ya sea por ''"Cubanacán"'' ó por una derivación de ''"Colba"''.<ref>Márquez Arranz, Luis (1985) ''"Diario de a Bordo de Cristóbal Colón, 27 octubre de 1492"'' colección "Crónicas de América" Dastin S.L. I.S.B.N. 84-492-0351-1</ref>
 
== Periodo Colonial ==
Cristobal colon nunca existio solo son cuentos de adas
* ''Veáse: [[Capitanía General de Cuba]].''
 
Casi dos décadas después del primer viaje de Colón se inicia la conquista de la isla por España, como parte del proceso de ocupación que se irradiaba hacia diversas tierras del [[Mar Caribe|Caribe]]. A [[Diego Velázquez de Cuéllar|Diego Velázquez]], uno de los colonos más ricos de [[La Española]], se encargó sojuzgar el territorio cubano, que se inició en 1510 con una prolongada operación de reconocimiento y conquista, plagada de cruentos incidentes. Alertados acerca de las tropelías cometidas por los españoles en las islas vecinas, los aborígenes de la región oriental de Cuba resistieron la invasión hispana, dirigidos por Yahatuey o [[Hatuey]], un cacique fugitivo de La Española, quien finalmente fue apresado y quemado vivo como escarmiento.
 
Con la fundación de Nuestra Señora de la Asunción de [[Baracoa]] en 1512, los españoles emprendieron el establecimiento de siete villas con el objetivo de controlar el territorio conquistado - [[Bayamo]] (1513), la Santísima [[Trinidad (Cuba)|Trinidad]], [[Sancti Spíritus (Cuba)|Sancti Spíritus]] y San Cristóbal de [[La Habana]] (1514), [[Camagüey (ciudad)|Camagüey]] (1515)- hasta concluir con [[Santiago de Cuba]] (1515), designada sede del gobierno. Desde estos asentamientos, que en su mayoría cambiaron su primitiva ubicación, iniciaron los conquistadores la explotación de los recursos de la isla.
 
Por aquellos días la industria fundamental en el territorio se limitó a una fallida búsqueda de oro, la ganadería y una incipiente agricultura.
 
La actividad económica se sustentó en el trabajo de los indígenas, entregados a los colonos por la Corona mediante el sistema de "[[encomienda]]s", una especie de concesión personal, revocable y no transmisible, mediante el cual el colono se comprometía a vestir, alimentar y cristianizar al aborigen a cambio del derecho de hacerlo trabajar en su beneficio. El renglón económico dominante en estos primeros años de la colonia fue la minería, específicamente la extracción de oro, actividad en la cual se emplearon indios encomendados así como algunos esclavos negros que se integraron desde muy temprano al conglomerado étnico que siglos después constituiría el pueblo cubano.
 
El rápido agotamiento de los lavaderos de oro y la drástica reducción de la población -incluidos los españoles, alistados en gran número en las sucesivas expediciones para la conquista del continente- convirtieron a la ganadería en la principal fuente de riqueza de Cuba. A falta de oro, la carne salada y los cueros serían las mercancías casi exclusivas con las que los escasos colonos de la isla podrían incorporarse a los circuitos comerciales del naciente imperio español.
 
Concebido bajo rígidos principios mercantilistas, el comercio imperial se desarrollaría como un cerrado monopolio que manejaba la [[Casa de Contratación]] de [[Sevilla]], lo que no tardó en despertar los celosos apetitos de otras naciones europeas.
 
=== Esclavos y piratas ===
Los aborígenes comenzaron a escasear como mano de obra debido a los abusos y enfermedades traídas por los españoles a la isla, por lo que se decidió traer esclavos que fueron comprados a [[Portugal]]. La trata adquirió proporciones enormes, enriqueciéndose principalmente con el infame tráfico decretado por [[Carlos I de España|Carlos V]] y perpetuado hasta mediados del [[siglo XIX]] por los flamencos de la corte de [[Carlos I de España|Carlos I]], a quienes se les concedió el monopolio, que luego se traspasó a los genoveses establecidos en Sevilla y, por fin, a los españoles.
 
En [[1628]] la escuadra holandesa al mando de [[Piet Hein]] derrotó y abordó a la flota de Cerdá y Benavides, que se dirigían a España frente a [[Matanzas]].
 
En [[1629]], fracasó el ataque de la flota holandesa mandada por el almirante corsario Carnelio Joh alias pata de palo, contra La Habana, defendida por Cabrera.
 
La prosperidad de la Antilla fue tan extraordinaria que no tardaron los corsarios y piratas, franceses e ingleses, en hacer a Cuba de nuevo, víctima de sus pillajes. Ello ocurrió al ocupar nuevamente Rojas el gobierno y durante el mando de sus sucesores Juanes Dávila, Luján, Tejada y Barnuevo, último gobernador de dicha Antilla en el siglo XV. A Tejada se le debió la construcción de los [[Castillo de los Tres Reyes del Morro|castillos de Morro]] y de la Punta; en su tiempo se concedió a La Habana el título de ciudad.
 
En [[1652]], [[Isla de la Tortuga|Los Hermanos de la Costa]], cuya base de operaciones estuvo situada en la isla de La Tortuga, saquearon San Juan de los Remedios y se llevaron a las mujeres, esclavos y los ornamentos de las iglesias.
 
En 1654 los piratas desembarcan de nuevo por el puerto de Casilda, y asaltan a Trinidad, haciendo que el par de centenares de habitantes de la villa huyan despavoridos. El cura de la Iglesia que había acompañado a los colonos en la huida, regresa al poblado para tratar de evitar la profanación de su Santo Recinto, y es asesinado. Los asaltantes se llevaron cuanto podían de la villa, incluyendo también crucifijos y objetos de plata, oro, y cuanto de valor encontraron en la Iglesia.
 
En [[1662]], desembarcó una expedición inglesa compuesta por 900 hombres dispuesta a invadir la isla. Desembarcaron en Santiago. Permanecieron un mes y tras incendiar los edificios públicos, se llevaron los cañones del castillo del Morro y las campanas de la iglesia.
 
En el día de Navidad de [[1665]], los bucaneros franceses, al mando del pirata Legrand, con 300 hombres asaltaron y destruyeron Sancti Spiritus.
 
En [[1667]] el francés Jacques [[Jean David Nau]] (Francois L'Olonnois - el Olonés), ataca los poblados Batabanó, San Juan de los Remedios, y Puerto Príncipe. Este pirata - filibustero el Olonés, había llegado al Caribe cuando tenía 20 años de edad (1650), y desde muy temprano se destaca por su crueldad. En 1668 en los cayos al norte de la antigua provincia de las Villas (hoy Villa Clara), captura un barco español, y asesina a todos los tripulantes. [[El Olonés]] con asiento en la isla Tortuga (refugio de piratas), llegó a comandar una flota hasta de unos 50 navíos piratas. En una de sus incursiones para atacar algún punto de [[Panamá]] o [[Colombia]], lo sorprende una tormenta en el golfo de Darién, que hace naufragar su nave, y es capturado por los nativos de la zona que lo matan.
 
En [[1668]] [[Henry Morgan]], con 700 hombres, ingleses y franceses, invadió Camagüey y [[Puerto Príncipe]]. Venció la resistencia de la ciudad. Dejó encerrado en la iglesia, durante el saqueo, a muchas mujeres y niños que perecieron de hambre. Iguales saqueos acometió Morgan en Venezuela y el istmo de Panamá. En atención a sus servicios el gobierno inglés le nombró gobernador de [[Jamaica]].
 
En [[1674]] el gobierno español autorizó el corso. Esta medida forzó a los filibusteros a que se trasladaran del mar de las Antillas al Pacífico. Su posterior persecución en el Pacífico provocó algún regreso al mar de las Antillas. El último filibustero de la zona, fue el holandés Lorenzo Graaf, llamado Lorencillo por su baja estatura. Fue el terror de las costas del golfo de México, Cuba y del litoral de Venezuela hasta que las flotas británicas y neerlandesas destruyeron sus refugios en Haití. En 1697, el almirante inglés Neville acabó con todos.
 
La destrucción del filibusterismo produjo alguna tranquilidad, pero el Dr. Vidal Morales escribió que al finalizar el siglo XVII yacía la colonia de Cuba en el más triste estado de abatimiento. La población era muy escasa (estimábanse treinta o cuarenta mil habitantes) habiéndose casi extinguido los naturales, disminuidos los europeos por repetidas epidemias, casi nula la inmigración blanca y todavía de poca importancia la africana. La producción era insignificante y las rígidas leyes del monopolio no permitían el comercio con los extranjeros, dando lugar al más escandaloso contrabando. Tampoco existía la industria, y la educación era muy rudimentaria.
 
=== Los Borbones y Cuba ===
El ascenso de la dinastía Borbón al trono español a principios del [[siglo XVIII]], trajo aparejada una modernización de las concepciones mercantilistas que presidían el comercio. Lejos de debilitarse, el monopolio se diversificó y se dejó sentir de diverso modo en la vida económica de las colonias. En el caso cubano, ello condujo a la instauración del estanco del tabaco, destinado a monopolizar en beneficio de la Corona la elaboración y comercio de la aromática hoja, convertida ya en el más productivo renglón económico de la isla. La medida fue resistida por comerciantes y cultivadores, lo que dio lugar a protestas y sublevaciones, la tercera de las cuales fue violentamente reprimida mediante la ejecución de once vegueros en Santiago de las Vegas, población próxima a la capital. Imposibilitados de vencer el monopolio, los más ricos habaneros decidieron participar de sus beneficios. Asociados con comerciantes peninsulares, lograron interesar al Rey y obtener su favor para constituir una Real Compañía de Comercio de La Habana (1740), la cual monopolizó por más de dos décadas la actividad mercantil de Cuba.
 
El siglo XVIII fue escenario de sucesivas guerras entre las principales potencias europeas, que en el ámbito americano persiguieron un definido interés mercantil. Todas ellas afectaron a Cuba de uno u otro modo, pero sin duda la más trascendente fue la [[Guerra de los Siete Años]] (1756-1763), en el curso de la cual La Habana fue tomada por un cuerpo expedicionario inglés. La ineficacia de las máximas autoridades españolas en la defensa de la ciudad contrastó con la disposición combativa de los criollos, expresada sobre todo en la figura de José Antonio Gómez, valeroso capitán de milicia de la cercana villa de Guanabacoa, muerto a consecuencia de los combates.
 
Durante los once meses que duró la ocupación inglesa -agosto de 1762 a julio de 1763- La Habana fue teatro de una intensa actividad mercantil que pondría de manifiesto las posibilidades de la economía cubana, hasta ese momento aherrojada por el sistema colonial español.
 
Al restablecerse el dominio hispano sobre la parte occidental de la isla, el Rey [[Carlos III de España|Carlos III]] y sus ministros "ilustrados" adoptaron una sucesión de medidas que favorecerían el progreso del país.
 
La primera de ellas fue el fortalecimiento de sus defensas, de lo cual sería máxima expresión la construcción de la imponente y costosísima fortaleza de San Carlos de La Cabaña en La Habana; a esta se sumarían numerosas construcciones civiles, como el Palacio de los Capitanes Generales (de gobierno) y religiosas, como la Catedral, devenidas símbolos del paisaje habanero.
 
El comercio exterior de la isla se amplió, a la vez que se mejoraron las comunicaciones interiores y se fomentaron nuevos poblados como [[Pinar del Río]] y Jaruco. Otras medidas estuvieron encaminadas a renovar la gestión gubernativa, particularmente con la creación de la Intendencia y de la Administración de Rentas.
 
En este contexto se efectuó el primer censo de población (1774) que arrojó la existencia en Cuba de 171 620 habitantes.
 
En [[1803]] y [[1804]] recibió a miles de emigrados españoles provenientes de [[La Luisiana]] cuando ésta fue vendida por [[Francia]] a los Estados Unidos, faltando a su compromiso de revertirla a España en caso de no interesarle. Además, recibió la inmigración de la población francesa de [[Santo Domingo]] cuando, tras declarar ésta su independencia, Napoleón envió sus tropas allí. Estos franceses se establecieron en su casi totalidad en Santiago, [[Guantánamo]], Baracoa y poblaciones de la falda de [[Sierra Maestra]]. En julio de [[1808]], con motivo de la [[Guerra de la Independencia Española|Guerra de la Independencia]], el gobernador de la isla Salvador de Muro y Salazar, reunió a las autoridades y acordó la proclamación de [[Fernando VII]] y declaró la guerra a Napoleón. Ello produjo que el pueblo asaltara las casas de muchos franceses en Nipe, [[Holguín]], Sagua, Mayari, Santiago, Baracoa, Guantánamo, etc. por no estar naturalizados.
 
[[Archivo:Sancristobalcathedral.jpg|thumb|300px|Habana colonial: la catedral.]]
En [[1812]] tuvo el primer intento de conseguir la independencia siguiendo el ejemplo de [[Haití]] liderado por el esclavo [[Conspiración de Aponte|Antonio Aponte]], cuyo objeto era lograr la emancipación de Cuba y establecer un gobierno negro. Al ser capturado, fue condenado a muerte con ocho correligionarios.
 
En [[1818]] gobernaba la isla el general José de Cienfuegos, y los diputados en las Cortes por la provincia de Cuba [[Francisco de Arango y Parreño]], José Pablo Valiente y al superintendente de Hacienda [[Alejandro Ramírez]] obtuvieron la concesión de libre comercio de los puertos de Cuba con todos los mercados extranjeros. Este último, según dice el doctor D. Vidal Morales en su ''Historia de Cuba'', fue en defensor de los derechos y materiales de Cuba; odiaba el vergonzoso tráfico de esclavos y cuantas trabas se oponían al progreso de estas tierras. Contribuyó a la fundación de [[Cienfuegos]] y al progreso de las colonias de Nuevitas, Guantánamo y Mariel. Combatió el contrabando, En la Sociedad Patriótica, de la que era el director, fundó la Sección de educación primaria, la Academia de dibujo y pintura, el Jardín Botánico, las cátedras de Anatomía y Botánica y el proyecto de la de Química. Ramírez falleció el 20 de mayo de 1821.
Los colonizadores españoles establecieron la cría de ganado y la siembra de [[caña de azúcar]] y [[tabaco]] como los principales objetivos económicos de Cuba. Así la riqueza de Cuba entre 1823 y el final del siglo XIX se elevó a un nivel altísimo. Los capitanes generales convirtieron la isla en una dictadura totalmente diferente a las autocracias anteriores. La esclavitud y el tráfico (prohibido) de esclavos sustentaban el progreso. La mano de obra indígena ya había desaparecido por completo y se importaban [[esclavos]] [[África|africanos]] para trabajar en los ranchos y plantaciones a través de barcos de los Estados Unidos y asegurados en dicho país. Varios presidentes estadounidenses acariciaron la idea de adquirir la isla.
 
En los años posteriores, la situación económica cubana experimentó cambios significativos. La producción cafetalera se derrumbó abatida por la torpe política arancelaria española, la competencia del grano brasileño y la superior rentabilidad de la caña.
 
La propia producción azucarera se vio impelida a la modernización de sus manufacturas ante el empuje mercantil del azúcar de remolacha europeo. Cada vez más dependiente de un solo producto -el azúcar- y del mercado estadounidense, Cuba estaba urgida de profundas transformaciones socioeconómicas a las cuales la esclavitud y la expoliación colonial española interponían grandes obstáculos.
 
El fracaso de la Junta de Información convocada en 1867 por el gobierno metropolitano para revisar su política colonial en Cuba, supuso un golpe demoledor para las esperanzas reformistas frustradas en reiteradas ocasiones. Tales circunstancias favorecieron el independentismo latente entre los sectores más avanzados de la sociedad cubana, propiciando la articulación de un vasto movimiento conspirativo en las regiones centro orientales del país.
 
== Luchas independentistas ==