Diferencia entre revisiones de «Minerva Mirabal»

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Con el nombre de “Mariposa”, Minerva entró de lleno al trabajo clandestino.
 
== Muerte ==
LA MUERTE
El [[25 de noviembre]] de [[1960]], cuando Minerva, [[Patria Mirabal|Patria]] y [[María Teresa Mirabal|María Teresa]] regresaban de visitar a sus maridos que estaban presos ambos dirigentes de la [[Agrupación política 14 de junio]], estas fueron objeto de una emboscada por agentes del [[Servicio de Inteligencia Militar]] (SIM) en las afuera de [[Puerto Plata]] siendo conducidas a una casa campestre en la comunidad de ''La Cumbre'' donde fueron golpeadas salvajemente con palos y otros objetos contundentes hasta provocarles la muerte. Su chófer ''Rufino de la Cruz'' fue también asesinado.
“EL SACRIFICIO DEL QUE TANTO HABLO”.
 
{{BD|1926|1960|Mirabal, Minerva}}
 
[[Categoría:Abogados de República Dominicana]]
 
[[Categoría:Activistas de República Dominicana]]
“Pensamos y decidimos morir que vivir
[[Categoría:Asesinatos en la República Dominicana]]
En medio de tanta indignidad”.
[[Categoría:Activistas por los derechos de la mujer]]
(Minerva)
[[Categoría:Nacidos en la provincia Hermanas Mirabal]]
 
 
La muerte es un proceso de prolongación de la vida a través de la trasmigración espiritual hacia planos superiores de la existencia universal.
 
Siendo las 8:15 de la mañana, del viernes 25 de noviembre de 1960. El agradable aroma que brotaba de las rosas que engalanaban el jardín de la residencia de la familia Mirabal y el trinar de las aves dieron un tinte de solemnidad al dialogo de Minerva y su adorada madre: Mercedes Reyes Vd. Mirabal, cariñosamente (Doña chea). Cuando con voz entrecortada dijo a sus hijas como advirtiéndoles un mal presagio en aquel bello día:
 
-Minerva, algo me grita en el corazón de que no deben ir hoy a Puerto Plata a visitar a los muchachos. Por que presiento que algo grande puede sucederles.
 
Minerva y las demás muchachas aguardaron silencio, siendo este roto por las palabras de seguridad de la hoy heroína Minerva Mirabal de Tavarez:
 
-Mamá, no se preocupe por nosotras que estaremos bien. Deje sus miedos que a nosotras no nos va a pasar nada, se lo aseguro, es más estaremos de regreso antes del anochecer.
 
-¡Ay! Minerva, trasladaron a los muchachos a Puerto Plata para matármelas, no vallan mis hijas. Ellos comprenderán su ausencia.
 
-Pero si nosotras no vamos a verlos, a saber de ellos y apoyarlos, entonces quien lo va a hacer. Madre la cobardía es un acto vergonzoso. Todos nacemos con nuestro destino escrito.
 
La madre conteniendo las lágrimas y viendo que solo le quedaba el resignarse a la voluntad de nuestro señor Supremo, dijo con voz quebrada pero firme:
 
-Rezaré al gran poder de Dios y a todos los santos del cielo, por que esto sea como tú dices….
En ese instante salió Tono de la casa con Manolito cargado, este no paraba de llorar. Atrás venía la pequeña Minou. Y más atrás llegaron Malú, Margarita e Hilda con Jacqueline y Raulito. Las hermanas procedieron a mimar a sus pequeños por unos cuantos minutos. El panorama era tierno y cargado de amor.
 
-Se nos hace tarde Doña Minerva, tenemos que tomar ya la carretera para poder llegar a Puerto plata, temprano.-grito Rufino, tocando bocina.
 
Patria y Maria Teresa procedieron abrasar a la madre y dándole un besó en la frente se despidieron de ella, abordando de inmediato el vehículo.
 
-Mamá échenos la bendición.-solicito Minerva a la madre.
 
 
-Que el sagrado corazón de Jesús y Maria santísima me las lleven y me las traigan de vuelta con bien.
 
Madre e hija se miran mutuamente por unos instantes. E instintivamente ambas se dan un caluroso abrazo.
 
-Mamá cuídeme a mis hijos, cuídeme mucho a Minou y Manolito. También le encargo mis libros, mis pinturas y mis rosas.
 
Se despide de esa manera de la madre. Con una amplia y bella sonrisa en su rostro. Procede a montarse en la parte trasera del Jeep Land Robert, junto a sus hermanas. El fiel amigo Rufino Cruz, emprende la marcha.
 
Partieron felices al encuentro con sus amados esposos y cuñados, sin pensar en la trama siniestra que le tejía el destino. Las manos siniestras de los crueles verdugos del S.I.M., maquinaria humana de destrucción y muerte de la dictadura trujillista.
 
LA TRAGEDIA DEL 25 DE NOVIEMBRE DE 1960...