San Félix de Rávena (fallecido el 724 d. C.) fue un arzobispo de Rávena de la octava centuria, activo desde 709.

Fue consagrado por el papa Constantino,[1]​ pero poco después afirmó su independencia respecto a Roma. Cuando Rávena fue capturada por las fuerzas de Justiniano II, Félix fue llevado a Constantinopla, juzgado, cegado y enviado al exilio en Jersón, un puerto situado al norte del Mar Negro en Ucrania.[2][3][4]​ Justiniano fue depuesto en 711 y Félix retornó desde el Ponto[5]​ a Rávena.[6]​ Fue reconocido como un gran orador sagrado y recopiló 176 sermones de su predecesor San Pedro Crisólogo.[7]​ Habla sobre él Angello de Rávena en su Liber Pontificalis I, 137-138. Su fiesta se celebra el 26 de noviembre.

Notas editar

  1. CATHOLIC ENCYCLOPEDIA: Pope Constantine
  2. «EUROPEAN & ASIAN HISTORY 650 - 749». Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2011. Consultado el 13 de septiembre de 2012. 
  3. Walter Ullmann, A Short History of the Papacy in the Middle Ages (2003), p. 64.
  4. Rosamond McKitterick (editor), The New Cambridge Medieval History II (2005), p. 363.
  5. Catholic Encyclopedia: Ravenna
  6. Jeffrey Richards, The Popes and the Papacy in the Early Middle Ages, 476-752 (1979), p. 213.
  7. William A. Jurgens, The Faith of the Early Fathers (1970), p. 266.