Golpe de calor

excesiva exposición a temperaturas ambientales muy altas

El golpe de calor es la situación en que una persona que está sometida a temperaturas ambientales muy altas, presenta un fracaso del sistema de termorregulación, de tal forma que su temperatura corporal sube de forma exagerada, generalmente por encima de los 40 °C. Como consecuencia se produce una alteración en el funcionamiento de diferentes órganos, lo que puede provocar, si no se instaura un tratamiento adecuado, un fallo multiorgánico y la muerte. El tratamiento se realiza en el medio hospitalario y se basa en disminuir de forma inmediata la temperatura central del organismo, tratar la deshidratación y facilitar el soporte de las funciones vitales.

Golpe de calor
Especialidad medicina de emergencia

El golpe de calor es un proceso poco frecuente que suele presentarse en las primeras 24-48 horas de una ola de calor, antes de que el organismo sea capaz de iniciar el proceso de adaptación. Generalmente aparece con temperaturas ambientales superiores a 40 °C y humedad ambiental superior al 60 %. Se presenta en dos formas, la llamada forma activa que predomina en jóvenes no aclimatados a las temperaturas altas que realizan ejercicio físico intenso en días de mucho calor y la forma pasiva que predomina en ancianos en los que están alterados los mecanismos de regulación de la temperatura corporal.[1]

Fisiopatología editar

Los humanos somos animales pensantes y de los más desarrollados evolutivamente homeotérmicas, es decir precisamos mantener nuestra temperatura corporal dentro de estrechos límites para poder sobrevivir, por ello disponemos de sistemas de control (homeostasis) que en condiciones normales funcionan de forma óptima y mantienen el cuerpo a 36,8 °C. Sin embargo, estos sistemas de homeostasis pueden fallar en situaciones térmicas extremas, tanto en ambientes calurosos como muy fríos. Cuando la temperatura corporal supera los 42 °C se produce toxicidad directa sobre las células. Cesa la función de las mitocondrias, se alteran las reacciones enzimáticas, se produce la desnaturalización de las proteínas y las moléculas de fosfolípidos alteran su estructura, deteriorando la función de las membranas celulares que aumentan su permeabilidad con graves repercusiones.

El organismo genera calor por su actividad metabólica y la contracción de los músculos. Para perderlo dispone de varios mecanismos. Uno de ellos es la transferencia directa hacia un material con el que está en contacto, si la pérdida se produce a través de un objeto sólido el proceso se llama conducción, mientras que cuando se realiza a través de un fluido recibe el nombre de convección. La pérdida por convección depende de la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el fluido, es muy eficaz por ejemplo cuando el cuerpo se sumerge en agua fría.[2]

Un segundo método de pérdida de calor es mediante la evaporación, bien a través de las vías respiratorias o mediante el sudor (transpiración). La evaporación refrigera el cuerpo aunque el entorno se encuentre a una temperatura más elevada que el propio organismo. La sudoración no es más que un sistema de refrigeración autónomo que se activa de forma automática en circunstancias de aumento de la temperatura corporal para lograr pérdida de calor mediante evaporación. Sin embargo, la evaporación tiene limitaciones, puesto que el organismo necesita reponer el agua que pierde, además el sudor contiene sales que es preciso recuperar para mantener el equilibrio interno. Por ello es imprescindible beber cuando hace mucho calor y recuperar las sales en forma de bebidas isotónicas o mediante pastillas de sal. Los ambientes muy húmedos dificultan la evaporación y por ello facilitan la aparición del golpe de calor.

Síntomas editar

El golpe de calor suele iniciarse con un periodo prodrómico de 24-48 horas de duración en que los síntomas principales son náuseas, vómitos, sensación de debilidad, disminución del nivel de conciencia, elevación de la temperatura corporal (hipertermia) y en algunos casos falta de sudoración (anhidrosis). Posteriormente aparecen diferentes manifestaciones, entre ellas frecuencia cardíaca elevada, hiperventilación, shock hipovolémico e insuficiencia renal. El deterioro de la función renal se debe a un conjunto de fenómenos entre los que destaca la hipotensión, deshidratación y rabdomiólisis.

Complicaciones editar

Las complicaciones del golpe de calor pueden ser graves, entre ellas insuficiencia cardíaca o respiratoria, hepatitis fulminante,[3]insuficiencia renal, rabdomiólisis y postración que acaba en situación de coma y muerte.[4]

Tipos editar

Los casos pueden dividirse en dos grupos:

  • Golpe de calor clásico o pasivo. Afecta a personas de edad avanzada durante las olas de calor, no existe actividad física importante que desencadene el cuadro.
  • Golpe de calor por esfuerzo. Suele afectar a jóvenes que realizan ejercicio físico o actividad física importante en condiciones de temperatura y humedad ambiental elevadas.

Causas editar

Básicamente puede considerarse que la causa es un desajuste entre el calor generado por el organismo y el que logra disipar al exterior a través de la piel.

  • Aumento de la producción de calor. Algunos de los factores que pueden provocar aumento en la producción de calor son el ejercicio físico, la fiebre, tirotoxicosis y el empleo de determinadas drogas de abuso o ciertos medicamentos.
  • Disminución de la pérdida de calor. Los factores que pueden provocar disminución de la pérdida de calor son entre otros, la temperatura externa muy elevada, la humedad ambiental muy alta, la deshidratación, algunas drogas de abuso y la incapacidad de sudar.

Prevención editar

Las principales medidas de prevención son evitar la exposición al sol, sobre todo en las horas centrales del día, aumentar la ingesta de agua y bebidas isotónicas, disminuir la duración de ejercicio y su intensidad. Descansar periodicamente en zonas de sombra. Utilizar ropas ligeras y de color claro. Utilizar aire acondicionado en las viviendas y lugares de trabajo, utilizar ventiladores y realizar duchas o baños periódicos de agua fresca.[5]

Tratamiento editar

Los síntomas del golpe de calor son múltiples y la afección puede presentar manifestaciones muy similares a los de otras muchas enfermedades. Por ello personas sin conocimientos médicos no deben llegar de manera precipitada a un diagnóstico. Es prioritario entrar en contacto con un profesional de la medicina para que evalue la situación, ya que el golpe de calor es un proceso grave que puede tener consecuencias mortales.[6]

El grado de daño en los tejidos tiene relación directa con la elevación de la temperatura corporal y su duración. Existen claras evidencias que prueban que las medidas que disminuyen la temperatura corporal mejoran el pronóstico de la afección. La disipación del exceso de calor del organismo puede conseguirse por varios métodos, entre ellos disminuir la temperatura externa, favorecer la transferencia de calor y facilitar la evaporación y el movimiento del aire en contacto con la piel (convección). El pronóstico del golpe de calor es bueno cuando se realiza un diagnóstico precoz y se logra el enfriamiento con relativa rapidez, sin embargo, cuando no se reconocen los síntomas y el enfriamiento es tardío e ineficaz el pronóstico empeora.

Los fármacos que se utilizan generalmente para bajar la temperatura corporal se conocen con el nombre de antipiréticos y son útiles en la fiebre de origen infeccioso, pero son poco o nada efectivos en caso de golpe de calor. En general se recomiendan medidas físicas como colocar al paciente en lugar fresco y sombreado, aligerarlo de ropa, humedecer la piel, o refrescarla de forma indirecta mediante el uso de pulverizaciones o ventiladores. En el medio hospitalario pueden realizarse inmersiones en agua fría o lavados gástricos o peritoneales para disminuir la temperatura interna del organismo. Otras medidas incluyen la rehidratación mediante la aplicación de suero intravenoso, y la vigilancia y estabilización de los niveles de electrolitos en sangre, principalmente sodio, potasio y cloro.

Métodos de enfriamiento externo editar

Dependen de la transmisión de calor del cuerpo a la piel, y de esta al ambiente. Se busca que se mantenga el flujo sanguíneo cutáneo.

  • Método conductivo. Llevar el paciente a un lugar fresco y a la sombra, y aplicar compresas frías al cuello, ingles, axilas y cabeza.
  • Método evaporativo-convectivo. Desnudar al enfermo y rociar con agua a 15 °C (en espray), y abanicar 30 veces por minuto. La corriente de aire busca mantener la piel a 30-32 °C para evitar la vasoconstricción. La temperatura bajará de esta manera 1 °C cada 11 minutos, esperando bajar la temperatura a 39,4  °C en sesenta minutos. Este método logra que la mortalidad se reduzca del 70 % al 11 %.
  • Otros métodos. Inmersión del paciente en agua fría, o rodearlo de cubitos de hielo y rociar con sal para provocar el deshielo. Estos métodos tienen los inconvenientes de detener el flujo de sangre y calor del interior del cuerpo a la piel, necesitando un masaje cutáneo para mantener el flujo. Es un método efectivo, pero peligroso, y con problemas de colapso cardiovascular, y hay que mantener al paciente monitorizado y bajo vigilancia médica.

Métodos de enfriamiento interno editar

Este tipo de métodos se utilizan en raras ocasiones, cuando fallan las medidas de enfriamiento externo. Incluyen el lavado peritoneal con suero salino a 20 °C, el lavado gástrico con suero salino a 9 °C y la hemodiálisis o by-pass cardiopulmonar con enfriamiento externo de la sangre.

Otras enfermedades producidas por calor editar

El golpe de calor guarda algunas similitudes con otras entidades que se deben también al aumento de la temperatura, entre ellas las siguientes:[7][8]

  • Calambres por calor. Son espasmos dolorosos de los músculos voluntarios que se producen después de ejercicios intensos en ambientes con temperaturas elevadas. Son la consecuencia de reponer las pérdidas de sudor únicamente con agua, sin aportar sales, por este motivo se produce una disminución en los niveles de sodio en sangre (hiponatremia) que provoca espasmo muscular. Se trata de un proceso benigno que cede tras la ingesta de bebidas isotónicas.
  • Síncope por calor. Suele producirse en personas mayores. Consiste en una pérdida transitoria de conciencia tras permanecer en ambientes con temperatura elevada. Se debe a la vasodilatación y pérdida de líquidos, ambos factores provocan disminución momentánea del gasto cardiaco y del riego sanguíneo al cerebro. El cuadro es autolimitado y el pronóstico bueno.
  • Agotamiento por calor. Comienza bruscamente con sensación de cansancio y debilidad, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sed intensa, diarrea, calambres musculares y vértigo. La temperatura corporal suele ser normal. El paciente puede recuperarse manteniéndose en ambiente fresco e hidratándose, pero en algunos casos el cuadro progresa a golpe de calor que es mucho más grave y precisa ingreso en el hospital.

Véase también editar

Referencias editar

  1. Golpe de calor, a propósito de un caso. Medicina de Familia. Vol. 31. Núm. 4. Páginas 183-186 (abril 2005). Consultado el 21 de agosto de 2019.
  2. En verano evita ganar calor e intenta perderlo. Cuadernos de Cultura Científica. Autor: Juan Ignacio Pérez. Consultado el 23 de agosto de 2019.
  3. Martínez-Insfran, L. A.; Alconchel, F.; Ramírez, P.; Cascales-Campos, P. A.; Carbonell, G.; Barona, L.; Pons, J. A.; Sánchez-Bueno, F. et al. (2019-01). «Liver Transplantation for Fulminant Hepatic Failure Due to Heat Stroke: A Case Report». Transplantation Proceedings 51 (1): 87-89. ISSN 1873-2623. PMID 30661899. doi:10.1016/j.transproceed.2018.03.137. Consultado el 9 de febrero de 2020. 
  4. «Golpe de calor». Emergencias 2004, Unidad de cuidados críticos. Servicio de medicina interna. Hospital de Montecelo. Pontevedra (España). 2004. Archivado desde el original el 15 de diciembre de 2011. Consultado el 24 de junio de 2011. 
  5. Protocolo diagnóstico-terapéutico en la patología por calor (Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias). Consultado el 21 de agosto de 2019.
  6. Leon, LR; Bouchama, A (abril de 2015). «Heat stroke.». Comprehensive Physiology 5 (2): 611-47. PMID 25880507. doi:10.1002/cphy.c140017. 
  7. Golpe de calor. Servicio Navarro de Salud. Consultado el 22 de agosto de 2019.
  8. Aclimatización al ejercicio físico en situaciones de estrés térmico. Archivos de Medicina del Deporte. Vol. XXIX, nº 148, 2012. Consultado el 23 de agosto de 2019.