Liga de Corinto

alianza de las polis griegas

La Liga de Corinto (originalmente la Liga Helénica) era una federación de los estados griegos creada por el rey de Macedonia, Filipo II, después de la batalla de Queronea en 338 a. C. y durante el invierno de 338 a. C.-337 a. C.

La Liga de Corinto. En rojo, el reino de Filipo II a su muerte, 336 a. C.

La Liga de Corinto se trataba en un principio de un simple tratado de paz, aunque luego resultó una alianza con el propósito de invadir Persia y de vengar la profanación de los santuarios griegos durante las Guerras Médicas. La liga se creó a fin de facilitar el uso de fuerzas militares en la guerra contra el Imperio Aqueménida de Darío III.[1]​ La Liga de Corinto era, además, una organización que tenía el propósito de preservar y garantizar la paz general (koine eirene).[2]

Las principales cláusulas eran:

  • Se garantizaban las constituciones de las polis miembros al unirse.
  • El Sinedrión, o congreso de representantes, se reuniría en Corinto.
  • La Liga actuaría a fin de prevenir cualquier agresión o subversión contra cualquier otro polis miembro.
  • La Liga mantendría un ejército impuesto por los polis miembros en proporción aproximada a sus tamaños.
  • Filipo sería declarado comandante (hegemon) del ejército de la Liga.[2]

En conjunto, con las cláusulas de la Liga, Filipo tendría soldados en Corinto, Tebas, Pidna y Arta.

Los objetivos de esta liga eran:

  • Derrotar y eliminar al Imperio persa finalmente.
  • Liberar las ciudades griegas de Asia Menor de la opresión del Imperio persa.[3]

En conclusión podemos decir que la liga de Corinto fue una federación de los estados griegos creada y dirigida por el rey de Macedonia, Filipo II, después de la batalla de Queronea en 338 a. C. y durante el invierno de 338 a. C.-337 a. C., con el fin de derrotar y eliminar al Imperio persa finalmente y liberar las ciudades griegas de la opresión del Imperio persa.

Antecedentes editar

A partir de mediados del siglo IV a.C., el sistema de ciudades-estado (poleis) fue gradualmente cuestionado por las ideas de unidad panhelénica, propugnadas por algunos escritores y oradores, entre ellos Isócrates, que instó al rey Filipo (en la oración Filipo de Isócrates) a unificar las potencias griegas contra los persas.[4]​ La unidad panhelénica sólo se logró con el ascenso de Macedonia.[5]​ Tras su victoria en la Batalla de Queronea (337 a.C.), Filipo pudo imponer un acuerdo en el sur de Grecia, que todos los estados aceptaron, con la excepción de Esparta. Filipo no tenía intención de asediar ninguna ciudad, ni siquiera de conquistarla, sino que quería a los griegos del sur como aliados para su planeada campaña contra los persas.[6]​ En los meses posteriores a la batalla, se movió por Grecia haciendo la paz con los estados que se le oponían, tratando con los espartanos, e instalando guarniciones.[7]​ A mediados del año 337 a.C., parece que acampó cerca de Corinto y comenzó los trabajos para establecer una liga de las ciudades-estado, que garantizaría la paz en Grecia y proporcionaría a Filipo ayuda militar contra Persia.[6]​ Los principales términos de la concordia fueron que todos los miembros se convirtieron en aliados entre sí, y de Macedonia, y que todos los miembros tenían garantizada la libertad de ataque, la libertad de navegación, y la libertad de injerencia en los asuntos internos.[6]​ El consejo declaró entonces la guerra a Persia y votó a Filipo como strategos para la próxima campaña.[8][6]

Tratado de paz común editar

(Fragmentos de una inscripción encontrada en Atenas)[9][10]

Texto editar

En griego:

[․․․․․․․․․21․․․․․․․․․․ Ποσ]ειδῶ ․․5․․

․․․․․․․․․․22․․․․․․․․․․ς ἐμμεν[ῶ ․․․․] ․․․․․․․․․․22․․․․․․․․․․νον[τ]ας τ․․․․ [․․․․․․․․18․․․․․․․․ οὐδ]ὲ ὅπλα ἐ[π]οί[σω ἐ]- [πὶ πημονῆι ἐπ’ οὐδένα τῶν] ἐμμενόντ[ω]ν ἐν τ- [οῖς ὅρκοις οὔτε κατὰ γῆν] οὔτε κατὰ [θ]άλασ- [σαν· οὐδὲ πόλιν οὐδὲ φρο]ύριον καταλήψομ- [αι οὔτε λιμένα ἐπὶ πολέ]μωι οὐθενὸς τῶν τ- [ῆς εἰρήνης κοινωνούντ]ων τέχνηι οὐδεμι- [ᾶι οὔτε μηχανῆι· οὐδὲ τ]ὴν βασιλείαν [τ]ὴν Φ- [ιλίππου καὶ τῶν ἐκγόν]ων καταλύσω ὀδὲ τὰ- [ς πολιτείας τὰς οὔσας] παρ’ ἑκάστοις ὅτε τ- [οὺς ὅρκους τοὺς περὶ τ]ῆς εἰρήνης ὤμνυον· [οὐδὲ ποιήσω οὐδὲν ἐνα]ντίον ταῖσδε ταῖς [σπονδαῖς οὔτ’ ἐγὼ οὔτ’ ἄλ]λωι ἐπιτρέψω εἰς [δύναμιν, ἀλλ’ ἐάν τις ποε̑ι τι] παράσπονδ[ον] πε- [ρὶ τὰς συνθήκας, βοηθήσω] καθότι ἂν παραγ- [γέλλωσιν οἱ ἀεὶ δεόμενοι] καὶ πολεμήσω τῶ- [ι τὴν κοινὴν εἰρήνην παρ]αβαίνοντι καθότι [ἂν ἦι συντεταγμένον ἐμαυ]τῶι καὶ ὁ ἡγε[μὼ]- [ν κελεύηι ․․․․․12․․․․․ κα]ταλείψω τε․․ — — — — — — — — — — — — — :𐅃 [— — — — — — — — — — : Θεσ]σαλῶν :Δ [— — — — — — — — — — — ῶ]ν :ΙΙ [— — — — — — — — — Ἐλειμ]ιωτῶν :Ι [— — — — Σαμοθράικων καὶ] Θασίων :ΙΙ — — — — — — — — — ων :ΙΙ: Ἀμβρακιωτ[ῶν] [— — — — — — — ἀ]πὸ Θράικης καὶ [— — — — — :] Φωκέων :ΙΙΙ: Λοκρῶν :ΙΙΙ [— — — — Οἰτ]αίων καὶ Μαλιέων καὶ [Αἰνιάνων :ΙΙΙ: — καὶ Ἀγ]ραίων καὶ Δολόπων :𐅃 [— — — — — — : Πε]ρραιβῶν :ΙΙ

[— — — — — : Ζακύνθο]υ καὶ Κεφαληνίας :ΙΙΙ
Traducción
Juramento. Lo juro por Zeus, Gea, Helios, Poseidón y todos los dioses y diosas. Acataré la paz común y no romperé el acuerdo con Filipo, ni tomaré armas por tierra o mar, dañando a ninguno de los que se adhieren a los juramentos. Tampoco tomaré ninguna ciudad, ni fortaleza, ni puerto mediante astucia o artificio, con intención de hacer la guerra contra los beligerantes. Ni depondré el reinado de Filipo o de sus descendientes, ni las constituciones existentes en cada estado, cuando hicieron los juramentos de paz. Tampoco haré nada contrario a estos acuerdos, ni permitiré que nadie más lo haga en la medida de lo posible. Pero si alguien comete alguna infracción del tratado, acudiré en apoyo de los que lo necesiten y lucharé contra los transgresores de la paz común, según lo decida (el consejo) y lo solicite el hegemón y no abandonaré--------
los tesalios--elimiotas--samotracios y tasios---ambraciotas---de Tracia y---focidios, locrios---eteos y melieos y enianes --y agreos y dólopes---perrebos---de Zacinto y de Cefalonia.

La Liga durante las campañas de Alejandro Magno editar

La decisión de la destrucción de Tebas como transgresora del citado juramento fue tomada por el consejo de la Liga de Corinto por una amplia mayoría.[11]​ Más allá de la violación del juramento, el consejo juzgó que los tebanos eran así castigados definitivamente por su traición a los griegos durante las guerras médicas.[12][13]​ La Liga es mencionada por Flavio Arriano (I, 16, 7), tras la Batalla del Gránico (334 a. C.). Alejandro envió una unidad de 300 soldados armados con panoplias al templo de Palas Atenea en Atenas, con la siguiente inscripción:

Alejandro, hijo de Filipo, y los helenos, excepto los lacedemonios, de los bárbaros que habitan en Asia[14]

Asimismo, Diodoro Sículo (17.48.[6]) menciona la decisión del Consejo en el 333 a. C., después de la batalla de Issos, de enviar embajadores para otorgar a Alejandro Magno una corona de oro como reconocimiento por su victoria.[15]​ Durante el 331 a. C., después de la batalla de Megalópolis, Esparta solicitó a Alejandro negociaciones de paz, a las que este accedió con la condición de que los lacedemonios se unieran entonces a la Liga de Corinto.[16]​ Durante la campaña asiática, Antípatro de Macedonia fue nombrado hegemón adjunto de la Liga,[17]​ mientras que Alejandro señaló a los atenienses que en caso de que le ocurriera algo a él, ellos asumirían el poder sobre Grecia.[18]

Consecuencias editar

La Liga se disolvió tras la Guerra lamiaca (322 a. C.).[19]

Durante el 302 a. C. Antígono I Monóftalmos y su hijo Demetrio I de Macedonia (Demetrio Poliorcetes) intentaron revivir la federación contra Casandro.(Guerra de Cleómenes).

Antígono III de Macedonia (rey de Macedonia del 229 a. C. al 221 a. C.) también revivió la Liga contra Esparta durante el 224 a. C..[20]

Véase también editar

Referencias editar

  1. «Hiru - Período Helenístico». Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2007. Consultado el 14 de julio de 2007. 
  2. a b Encyclopædia Britannica
  3. Historia 9 / Santillana. -Panamá : Editorial Santillana, 2014. Página 77.
  4. Philip [16]: «μέλλω γάρ σοι συμβουλεύειν προστῆναι τῆς τε τῶν Ἑλλήνων ὁμονοίας καὶ τῆς ἐπὶ τοὺς βαρβάρους στρατείας: ἔστι δὲ τὸ μὲν πείθειν πρὸς τοὺς Ἕλληνας συμφέρον, τὸ δὲ βιάζεσθαι πρὸς τοὺς βαρβάρους χρήσιμον. ἡ μὲν οὖν περιβολὴ παντὸς τοῦ λόγου τοιαύτη τίς ἐστιν» [1]
  5. Harle, 1998.
  6. a b c d Cawkwell, 1978.
  7. Cawkwell , 1978.
  8. Diodorus Siculus, Book 16, 89.[3] «διόπερ ἐν Κορίνθῳ τοῦ κοινοῦ συνεδρίου συναχθέντος διαλεχθεὶς περὶ τοῦ πρὸς Πέρσας πολέμου καὶ μεγάλας ἐλπίδας ὑποθεὶς προετρέψατο τοὺς συνέδρους εἰς πόλεμον. τέλος δὲ τῶν Ἑλλήνων ἑλομένων αὐτὸν στρατηγὸν αὐτοκράτορα τῆς Ἑλλάδος μεγάλας παρασκευὰς ἐποιεῖτο πρὸς τὴν ἐπὶ τοὺς Πέρσας στρατείαν...καὶ τὰ μὲν περὶ Φίλιππον ἐν τούτοις ἦν»
  9. IG II² 236
  10. Rhodes, P.J. y Robin Osborne. Greek Historical Inscriptions, 404-323 BC, p. 373 ISBN 0-19-921649-5
  11. Flavio Arriano 1.9.9-10, Diodoro Sículo 17.14.1, Justino 11.3.6
  12. Flavio Arriano [1.9.7] «los tebanos pagaban ahora, al cabo del tiempo, la satisfacción debida por su traición a los griegos en la guerras médicas».
  13. Diodoro Sículo, libro 17, 14.[2][3][4]: «Y tras convocar a los delegados de los griegos encomendó al consejo común qué debía hacerse con la ciudad de los tebanos. [2] Convocada la asamblea, algunos que eran hostiles a los tebanos trataron de aconsejar que había que contenerlos con castigos inexorables, y señalaban que ellos habían sido partidarios de los bárbaros contra los griegos, pues en tiempos de Jerjes, se habían aliado con los persas y combatieron contra Grecia, y fueron los únicos griegos honrados como benefactores por los reyes de los persas, y ante estos reyes se colocaban asientos para los embajadores de los tebanos. [3] Y como contaron muchas cosas semejantes, hicieron que los ánimos de los consejeros se enfurecieran contra los tebanos y votaron destruir la ciudad, vender a los cautivos, que los fugitivos de los tebanos fueran proscritos de Grecia y que ningún griego acogiese a un tebano. [4] Y el rey, siguiendo la opinión del consejo, arrasó la ciudad».
  14. I.16.7
  15. Diodoro Sículo, libro 17.48.[6] «Y los delegados de los griegos votaron enviar quince embajadores que llevaban una corona de oro para Alejandro Magno de parte de Grecia, y para felicitarlo por la victoria sobre Cilicia.»
  16. Savill, Agnes. Alexander the Great and his Time, p. 44 ISBN 0-88029-591-0
  17. Ian Worthington, Alexander the Great: a reader, p. 305 ISBN 0-415-29187-9
  18. Plutarco, Alejandro [13.1] y [13.2]: «Y se reconcilió con los atenienses ... los exhortó a que atendiesen al buen orden de la ciudad, ya que si a él le pasara alguna desgracia, a ellos correspondería el mando sobre Grecia» (Ἀθηναίοις δὲ διηλλάγη...ἀλλὰ καὶ προσέχειν ἐκέλευσε τοῖς πράγμασι τὸν νοῦν τὴν πόλιν, ὡς εἴ τι συμβαίη περὶ αὐτὸν, ἄρξουσαν τῆς Ἑλλάδος»)
  19. Pomeroy, Sarah B. Ancient Greece: A Political, Social, and Cultural History, p. 467 ISBN 0-19-509742-4
  20. Trever, Albert Augustus. History of Ancient Civilization, Volume 1, p. 479 ISBN 0-7735-2890-3

Para información adicional editar

  • (en francés) Gustave Glotz (1970). La cité grecque. L'évolution de l'humanité. Albin Michel. .
  • (en francés) Paul Goukowsky (1993, 1975). Le monde grec et l'Orient, Alexandre et la conquête de l'Orient. Peuples et Civilisations 2. Presses universitaires de France. ISBN 2-13-045482-8. .
  • (en francés) Sieur de Bury, Philippe II et Alexandre le Grand rois de Macédoine, París, Economica, 2011, 316 p.
  • (en francés) Violaine Sebillotte Cuchet, 100 fiches d'histoire grecque, Paris, Bréal, 4a edición, 2018, 323 p.
  • (en francés) Édouard Will (1993, 1975). Le monde grec et l'Orient, Le monde hellénistique. Peuples et Civilisations 2. Presses universitaires de France. ISBN 2-13-045482-8. .
  • (en inglés) Albert Brian Bosworth, Conquest and Empire. The Reign of Alexander the Great, Cambridge Univ. Pr., Cambridge, 1993, p.187 y siguientes, ISBN 052140679X.
  • (en alemán) Frank-Gernot Schuffert, Studien zu Krieg und Machtbildung im Frühhellenismus, Diss. Gießen, 2005, p. 179 y siguientes, en línea