Un piranoscopio es un instrumento para mostrar grandes llamas controladas. El nombre piranoscopio tiene sus raíces en el griego, πῦρ "piro" que significa "fuego", Άνω "ano" que significa "cielo" y σκοπεῖν, "skopeîn", "mirar" o "ver". La ciencia que se encarga de investigar el progreso y propagación de las llamas haciendo uso de este instrumento se llama piranoscopia.

Piranoscopio: muestra de los principales componentes del instrumento: unidad de ignición, depósito de combustible, válvula solenoide principal y vasija de aire comprimido. Dimensiones: el diámetro del depósito ronda los 5 cm, la altura supera los 2 m. Consume alrededor de 3 litros de combustible por cada deflagración.
Piranoscopio de 2,5 cm en fase de atomización: Dimensiones: diámetro del depósito 2,5 cm, altura superior a 1,3 m. Consumo de combustible de 0,3 l por deflagración.

Diseño de piranoscopios

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Con el fin de conseguir una combustión controlada y adecuada de un combustible, la misión más importante de un piranoscopio es la atomización del combustible rápidamente para provocar una ignición segura.

 
Secuencia de disparo
 
Piranoscopio en fase de ignición.

A diferencia de los lanzallamas, el combustible ha de ser atomizado anteriormente a la ignición. También existe la diferencia de que un piranoscopio sólo puede disparar en posición vertical, con un margen de error relativamente pequeño.

Para cumplir las medidas de seguridad, el combustible y el aire a presión han de estar aislados entre sí el mayor tiempo posible.

Los piranoscopios se usan frecuentemente en ciencia y arte.[1]

Para cumplir las medidas de seguridad de los piranoscopios es muy importante conectar el aire comprimido primero y presurizar la vasija. Así se evita que el combustible pueda entrar en la vasija debido a algún fallo.

Referencias

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Véase también

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Enlaces externos

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