Porquera es una especie de lanza, chuzo, venablo o jabalina usada antiguamente.

En un privilegio dado por el rey Juan I al obispo de Palencia, don Gutierre, en el año 1384, se dice: "Que todos los omes que anduvieren con el merino del obispo pueden traer las lanzas que llaman porqueras, aunque esté presente el rey."

Se llamó porquerón al que iba acompañado con esta lanza.