Santuario de Chimayó

El Santuario de Chimayó es una estructura de adobe y madera ubicado en la localidad de Chimayó, Nuevo México, la cual recibe casi 300.000 visitantes por año[1][2]​ y se dice de él que es «sin duda el más importante centro de peregrinación católica en los Estados Unidos».[3]​ Fue levantado en 1810, y reconstruido después en 1814, durante los últimos años de Nuevo México como provincia más septentrional del virreinato de Nueva España.

Santuario de Chimayó.
El Santuario de Chimayó
Interior de El Santuario de Chimayó

Historia editar

 
Bernardo Abeyta, constructor de la primera capilla, fotografiado en 1850

A comienzos del siglo XIX, en El Potrero de Chimayó vivían 19 familias de novohispanos. La tierra concreta en la que ahora se encuentra el Santurario, pertenecía entonces a Don Bernardo Abeyta, uno de los primeros miembros de Los Penitentes, agrupación religiosa conocida también como "Los Hermanos de la Fraternidad Piadosa de Nuestro Padre Jesús Nazareno". Abeyta era, muy posiblemente, seguidor del llamado Cristo de las Esquípulas; un sitio de peregrinaje ubicado en Guatemala famoso por sus aguas milagrosas y curativas. Un sobrino de Don Bernardo fue de hecho bautizado como Juan de Esquípulas en 1805. [3]

En el abandonado norte de Nuevo México, y ante la carencia de sacerdotes y obispos, era habitual que los colonos tomaran parte en la creación de capillas, iglesias y demás centros religiosos. Así pues, Don Bernardo Abeyta construyó en 1810 una pequeña capilla dedicada al Cristo de las Esquípulas en los terrenos de su propiedad. El 15 de noviembre de 1813, escribió al padre Sebastián Álvarez, párroco de la capilla de Santa Cruz (Nuevo México), solicitando un permiso para construir una iglesia aún mayor que permitiese a la gente de El Potreto a acudir a misa y rendir homenaje al nuevo sitio sagrado. En 1814, fue concedido dicho permiso, y el humilde Santuario pasó a ser sustituido por un nuevo edificio de adobe y madera; punto de reunión habitual para los miembros de Los Penitentes, que hasta entonces se reunían en casas clandestinas conocidas como moradas, donde practicaban la autoflagelación, la crucifixión y otras formas de autocastigo. Entre 1815 y 1821, Los Penitentes actuaron al margen de las autoridades provinciales y religiosas, prácticamente desaparecidas del norte de Nuevo México. [3]

La hija de Abeyta, Carmen Abeyta de Chaves, heredó la propiedad a los pocos años, y la mantuvo muy a pesar de los intentos del nuevo Imperio Mexicano de entregársela a la Iglesia. El Santuario se mantuvo así en propiedad de la familia Abeyta hasta 1915, cuando a la muerte de María de los Ángeles Chaves fue vendida a terceros. La Spanish Colonial Arts Society, no obstante, acabó por adquirir el sitio a mediados del siglo XX y lo donó definitivamente a la Archidiódecis de Santa Fe.

Fuentes editar

  1. «El Santuario de Chimayo, the Lourdes of America». El Arquidiócesis de Santa Fe. Archivado desde el original el 29 de febrero de 2008. Consultado el 23 de marzo de 2008. 
  2. Archuletta, Phil T.; Holden, Sheryl S. (2003). Traveling New Mexico: A Guide to the Historical and State Park Markers. Sunstone Press. p. 336. ISBN 0865344000. Consultado el 23 de marzo de 2008. 
  3. a b c "Wroth, William H. «New Mexico Office of the State Historian: Santuario de Chimayó». Archivado desde el original el 18 de julio de 2011. Consultado el 23 de marzo de 2008. 

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