El Sesgo político es un sesgo (o un sesgo percibido) que implica la alteración de la información para lograr que un candidato político o una posición política parezcan más atractivos. Teniendo una clara asociación con los sesgos mediáticos, normalmente se refiere a cómo un reportero, un medio de comunicación o un programa audiovisual cubre a los candidatos y las cuestiones políticas.[1]

El sesgo emerge en un contexto político cuando los individuos expresan una incapacidad o una falta de motivación para entender un punto de vista diferente al de uno mismo. Este sesgo en los individuos puede tener sus raíces en los juicios y en la manera de pensar de cada uno de ellos, y no está claro si ciertos individuos que comparten una posición dentro del espectro político están más sesgados que cualquier otro que piensa diferente.[2]​ El sesgo político no se basa simplemente en la presentación y la comprensión de los puntos de vista que favorecen a algún político o partido en particular, sino que trasciende las lecturas y las interacciones entre individuos y los consiguientes resultados políticos.[3]​ La prevalencia del sesgo político tiene un impacto determinante, con efectos probados en el comportamiento electoral y los resultados políticos consecuentes. Al entender el sesgo político, se puede comprender su efecto sobre la neutralidad política esperada. Como consecuencia del análisis, muchos creen que la falta de neutralidad política es el resultado del sesgo político.

Véase también editar

Referencias editar

  1. «Media Bias | Boundless Political Science». courses.lumenlearning.com. Consultado el 4 de septiembre de 2020. 
  2. Kreidler, Marc (19 de marzo de 2019). «Who Are More Biased: Liberals or Conservatives? | Skeptical Inquirer» (en inglés estadounidense). Consultado el 4 de septiembre de 2020. 
  3. Gentzkow, Matthew; Shapiro, Jesse; Stone, Daniel (2014-02). Media Bias in the Marketplace: Theory. National Bureau of Economic Research. Consultado el 4 de septiembre de 2020.