Teorema fundamental del cálculo

resultado matemático sobre derivación e integración

El teorema fundamental del cálculo consiste (intuitivamente) en la afirmación de que la derivación e integración de una función son operaciones inversas.[1]​ Esto significa que toda función acotada e integrable (siendo continua o discontinua en un número finito de puntos) verifica que la derivada de su integral es igual a ella misma. Este teorema es central en la rama de las matemáticas denominada análisis matemático o cálculo infinitesimal.

El teorema fue fundamental porque hasta entonces el cálculo aproximado de áreas -integrales- en el que se venía trabajando desde Arquímedes, era una rama de la matemática que se seguía por separado del cálculo diferencial que se venía desarrollando por Isaac Newton, Isaac Barrow y Gottfried Leibniz en el siglo XVIII, y dio lugar a conceptos como el de las derivadas. Las integrales eran investigadas como formas de estudiar áreas y volúmenes, hasta que en ese punto de la historia ambas ramas convergieron, al demostrarse que el estudio del «área bajo una función» estaba íntimamente vinculado al cálculo diferencial, resultando la integración la operación inversa a la derivación.

Una consecuencia directa de este teorema es la regla de Barrow,[2]​ denominada en ocasiones segundo teorema fundamental del cálculo, y que permite calcular la integral de una función utilizando la integral indefinida de la función al ser integrada.

Historia editar

El teorema fundamental del cálculo se refiere a la diferenciación e integración, demostrando que estas dos operaciones son esencialmente inversas la una de la otra. Antes del descubrimiento de este teorema, no se reconoció que estas dos operaciones estaban relacionadas. Los antiguos matemáticos griegos sabían cómo calcular el área a través de los infinitesimales, una operación que ahora llamaríamos integración. Los orígenes de la diferenciación son también anteriores al teorema fundamental del cálculo en cientos de años; por ejemplo, en el siglo XIV las nociones de continuidad de funciones y de movimiento eran estudiadas por los calculadores de Oxford y otros estudiosos. La relevancia histórica del teorema fundamental del cálculo no es la capacidad de calcular estas operaciones, sino la constatación de que estas dos operaciones distintas en apariencia (cálculo de áreas geométricas y cálculo de velocidades) estaban finalmente en estrecha relación.

La primera declaración publicada y prueba de una versión restringida del teorema fundamental fue hecha por James Gregory (1638–1675).[3]Isaac Barrow (1630–1677) demostró una versión más generalizada del teorema,[4]​ mientras que el estudiante de Barrow, Isaac Newton (1642–1727), completó el desarrollo de la teoría matemática concernida. Gottfried Leibniz (1646–1716) sistematizó el conocimiento en un cálculo de las cantidades infinitesimales e introdujo la notación utilizada en la actualidad.

Intuición geométrica editar

 
El área rayada en rojo puede ser calculada como   veces  , o, si se conociera la función  , como  . Estos valores son aproximadamente iguales, especialmente para valores pequeños de  .

Supóngase que se tiene una función continua   cuya representación gráfica es una curva. Entonces, para cada valor de   tiene sentido de manera intuitiva pensar que existe una función   que representa el área bajo la curva entre   y   aún sin conocer su expresión.

Supóngase ahora que se quiere calcular el área bajo la curva entre   y  . Se podría hacer hallando el área entre   y   y luego restando el área entre   y  . En resumen, el área sería  .

Otra manera de estimar esta misma área es multiplicar   por   para hallar el área de un rectángulo que coincide aproximadamente con la «loncha». Nótese que la aproximación al área buscada es más precisa cuanto más pequeño sea el valor de  .

Por lo tanto, se puede decir que   es aproximadamente igual a  , y que la precisión de esta aproximación mejora al disminuir el valor de  . En otras palabras,  , convirtiéndose esta aproximación en igualdad cuando   tiende a 0 como límite.

Dividiendo los dos lados de la ecuación por   se obtiene

 

Cuando   tiende a  , se observa que el miembro derecho de la ecuación es sencillamente la derivada   de la función   y que el miembro izquierdo se queda en   al ya no estar   presente.

Se muestra entonces de manera informal que  , es decir, que la derivada de la función de área   es en realidad la función  . Dicho de otra forma, la función de área   es la antiderivada de la función original.

 

Lo que se ha mostrado es que, intuitivamente, calcular la derivada de una función y «hallar el área» bajo su curva son operaciones «inversas», es decir, el objetivo del teorema fundamental del cálculo integral.

Primer teorema fundamental del cálculo editar

Teorema editar

Sea   una función integrable en el intervalo   definimos   en   como

 

si   es continua en  , entonces   es diferenciable en   y

 

Lema editar

Sea   integrable sobre   y   entonces

 

Demostración editar

Está claro que

 

para toda partición  . Puesto que

 

la desigualdad se sigue inmediatamente.

Demostración 1 editar

Por definición se tiene que

 

Sea   entonces

 

Se definen   y   como:

 

Aplicando el lema se observa que:

 

Por lo tanto,

 

Sean   y

 

Aplicando el lema se observa que

 

Como

 

entonces

 

Puesto que  , se tiene que

 

Y como   es continua en   se tiene que

 

y esto lleva a que

 

Demostración 2 editar

Otra demostración del teorema fundamental del cálculo
Cogiendo un intervalo cerrado   sobre  , ya que   es continua en  , también lo será en  .

Según el teorema del valor medio para integrales se cumple que:

 

Haciendo el intervalo muy pequeño de tal manera que   y debido a esa tendencia se tiene también que  

Por lo que en los límites se llega a:

 

Sabemos que :

 

Entonces la ecuación se la puede escribir como :

 

Dado que   , entonces  

 

Y debido a que   es continua en a, entonces  

 

Vista la ecuación de otra manera:

 

Por lo tanto

 

o también

 

Y en consecuencia

 

Con ello se demuestra el primer teorema fundamental del cálculo.

Consecuencias editar

Corolario editar

Si   es continua en   y   para alguna función   entonces

 

Demostración editar

Sea

 

entonces   en  , por lo que   tal que

 

Nótese que

 

de donde se sigue que  ; así

 

En particular cuando   entonces

 

En ocasiones a este corolario se le llega a denominar como el «segundo teorema fundamental del cálculo».

Si utilizamos la regla de la cadena obtenemos como consecuencia directa del primer teorema fundamental del cálculo

 

siendo   una función continua sobre el intervalo   donde   y   son funciones diferenciables.

Ejemplos editar

Ejemplo 1 editar

Si

 

entonces

 

Ejemplo 2 editar

Si

 

entonces

 

Ejemplo 3 editar

Si

 

entonces

 

Ejemplo 4 editar

Si

 

entonces

 

Segundo teorema fundamental del cálculo editar

El segundo teorema fundamental del cálculo integral (o regla de Newton-Leibniz, o también regla de Barrow, en honor al matemático inglés Isaac Barrow, profesor de Isaac Newton) es una propiedad de las funciones continuas que permite calcular fácilmente el valor de la integral definida a partir de cualquiera de las primitivas de la función.

Teorema editar

Sea   una función integrable en el intervalo   y   para alguna función   entonces

 

Demostración editar

Sea   partición cualquiera del intervalo  , por el teorema del valor medio   tal que

 

Si

 .

entonces

 

es decir

 

Sumando estas ecuaciones para   se obtiene

 

de manera que

 

para toda partición de  , por lo tanto

 

Ejemplos editar

Considérese la integral

 

Se tiene que   pues   por lo que

 

Considérese la integral

 

Se tiene que   pues   por lo que

 

Como se puede integrar inmediatamente.

Véase también editar

Referencias editar

  1. «El Teorema Fundamental del Cálculo (1)». Matemáticas Visuales. Consultado el 15 de marzo de 2016. 
  2. «La Regla de Barrow». Secctor Matemática. Archivado desde el original el 20 de agosto de 2016. Consultado el 15 de marzo de 2016. 
  3. See, e.g., Marlow Anderson, Victor J. Katz, Robin J. Wilson, Sherlock Holmes in Babylon and Other Tales of Mathematical History, Mathematical Association of America, 2004, p. 114.
  4. Véase en:[1]

Bibliografía adicional editar

  • Apostol, Tom M. (1967), Calculus, Vol. 1: One-Variable Calculus with an Introduction to Linear Algebra (en inglés) (2nd edición), New York: John Wiley & Sons, ISBN 978-0-471-00005-1, (requiere registro) .
  • Bartle, Robert (2001), A Modern Theory of Integration (en inglés), AMS, ISBN 0-8218-0845-1 .
  • Leithold, L. (1996), The calculus of a single variable (en inglés) (6th edición), New York: HarperCollins College Publishers .
  • Rudin, Walter (1987), Real and Complex Analysis (en inglés) (third edición), New York: McGraw-Hill Book Co., ISBN 0-07-054234-1 .
  • Courant, Richard; John, Fritz (1965), Introduction to Calculus and Analysis (en inglés), Springer .
  • Larson, Ron; Edwards, Bruce H.; Heyd, David E. (2002), Calculus of a single variable (en inglés) (7th edición), Boston: Houghton Mifflin Company, ISBN 978-0-618-14916-2 .
  • Antoni Malet, Studies on James Gregorie (1638-1675) (PhD Thesis, Princeton, 1989).(en inglés)
  • Hernández Rodríguez, O. A.; Lopez Fernández, J. M. . "Teaching the Fundamental Theorem of Calculus: A Historical Reflection", Loci: Convergence (MAA), January 2012. (en inglés)
  • Stewart, J. (2003), «Fundamental Theorem of Calculus», Calculus: early transcendentals (en inglés), Belmont, California: Thomson/Brooks/Cole .
  • Turnbull, H. W., ed. (1939), The James Gregory Tercentenary Memorial Volume (en inglés), London .

Enlaces externos editar