Ágatha Blumenthal, castellanizado Águeda Flores o Agueda Flores de Talagante[1]​ (Talagante, 1541 - Santiago, agosto de 1632), fue una mestiza terrateniente chilena hija de Bartolomé Blumenthal y la princesa inca Elvira de Talagante (hija del respetado cacique Tala Canta Ilabe y Llanka Curiqueo), y abuela de Catalina de los Ríos y Lisperguer (La Quintrala).

Águeda Flores
Información personal
Nacimiento 1541 Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 1632 Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Bartolomé Blumenthal Ver y modificar los datos en Wikidata
Elvira de Talagante Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Pedro Lisperguer Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Hacendada Ver y modificar los datos en Wikidata

Águeda poseía grandes mercedes de tierras en Talagante, Quilicura, Peñalolén, Cauquenes y Putagán, lo que la convirtió en la mujer más rica de la época colonial chilena.[2]

Biografía editar

Ascendencia editar

El alemán Bartholomeus Blumenthal Welzer (Bartolomé Flores en español castellano), fue uno de los compañeros de Pedro de Valdivia en la Conquista de Chile. De profesión carpintero, recibió enormes encomiendas y mercedes de tierras. Se unió a Elvira Curiqueo de Talagante, princesa inca, la hija del cacique de Talagante, Tala Canta Ilabe —uno de los más respetados por los conquistadores— y en 1541 tuvo a Águeda, hija natural que se transformó en la heredera universal de todo el territorio de su padre, que incluía la viña que había plantado en la "Cuesta del Alemán" (actual Viña del Mar).

El testamento de Flores otorgado en 1585 (') dice: "Nombro por mi universal heredera a Doña Águeda Flores, mi hija natural, a la cual reconozco por tal mi hija natural para que lo haya y herede todo con cargo que no revoque ni contravenga, las donaciones que tengo hechas a los indios de Talagante y Putagán".

Matrimonio e hijos editar

Águeda Flores se casó con el noble y condecorado capitán alemán Peter Lisperg (Pedro Lísperguer en español castellano), de origen alemán, el cual era dueño de la encomienda de Cauquenes y Purapel, entregadas el año 1558 por García Hurtado de Mendoza. Con el matrimonio quedaron unidas las tres encomiendas. El hijo de este matrimonio, Pedro Lisperguer y Flores, que había heredado tierras en Peñaflor, trasladó a parte de los indígenas desde allí a estas tierras, aproximadamente en 1624.

Era tanta la opulencia de Águeda pese a ser mestiza, que muchos de sus parientes anteponían el apellido Flores al propio. Por ejemplo su hija Magdalena Lisperguer y Flores, firma un documento presentado al Cabildo, como Magdalena Flores.

De este matrimonio nacieron:

  • María Teresa Lisperguer y Flores (c.1565-), casada el 5 de diciembre de 1595 con Juan de Cárdenas López de Añazco y Santillán, Maestre de Campo, tuvo una hija: Juana Añasco y Lisperguer.
  • Juan Rodulfo de Lisperguer y Flores (c.1569-29 de septiembre de 1606), casado con Beatriz Vega Olivares Pesa, sin descendencia.
  • Federico de Lisperguer y Flores (c.1570- 22 de septiembre de 1581)
  • Bartolomé de Lisperguer y Flores, en 1592 estudio becado, en el Real Colegio de San Felipe y San Carlos de Lima.
  • Fadrique de Lisperguer y Flores (c.1571)
  • Mauricio de Lisperguer y Flores (1575-1623)
  • Pedro de Lisperguer y Flores (1580-1627), Casado en primer lugar con Fulana Arias de la Fuente, tuvieron tres hijos: Nicolas, Pedro y Juan Lisperguer de la Fuente. En segundo lugar con Florencia Catalina Álvarez de Solórzano y Ortíz de Velasco, con quien tuvo cinco hijos: Juan Rodulfo Lisperguer y Solorzano (1615-1694), Águeda Lisperguer y Solorzano, Maria Lisperguer y Solorzano, Petronila Lisperguer y Solorzano (1622-1677) y Josefa Lisperguer de Solorzano.
  • Magdalena de Lisperguer y Flores (c.1583-1648), casada con Don Pedro Ordofiez Delgadillo, sin hijos
  • Catalina de Lisperguer y Flores (c.1585-1620), se casó con el Maestre de Campo Don Gonzalo de los Ríos y Encío, General del Real Ejército, tuvo dos hijas: Catalina de los Rios y Lisperguer (1605-1665) y Águeda Mauricia de los Rios y Lisperguer (c.1605-c.1630)

Dos de sus hijas, doña María y doña Catalina, tuvieron fama de '"encantadoras", en otras palabras -'brujas", a quienes se acusaba de pactos maléficos, muertes y envenenamientos. Ambas trataron de envenenar al gobernador Alonso de Ribera y mataron al indio que usaron para esto, a fin de no dejar rastros.

Doña Águeda poseía su casa junto a la Plaza de Armas, y otra de veraneo al otro lado de la Cañada, esto es en la actual Alameda esquina de calle Carmen. Águeda falleció a los 91 años (una edad muy avanzada para la época), luego de haber hecho su testamento cerrado, ante el escribano Rutal en agosto de 1632.

Filmografía editar

Cine

Televisión

Referencias editar