El ársia o arsina (del latín arsum, ‘quemar’) era uno de los malos usos señoriales que existía en la Corona de Aragón durante la Edad Media. Obligaba a la familia campesina a quién se le hubiera incendiado la casa accidentalmente a entregar un tributo, que en el obispado de Gerona era un tercio de los bienes muebles que le quedaran (incluido créditos y ganado), al señor feudal, en castigo por su «descuido».[1]

Ya existía un precedente similar en la legislación de los tiempos visigóticos, pero es a partir del siglo XI que este mal uso se encuentra generalizado en Cataluña.[2]​ En 1486 la Sentencia Arbitral de Guadalupe incluyó a la ársia en la lista de malos usos tradicionalmente aplicados sobre los siervos, que a partir de ese momento podrían anular si a cambio pagaban la compensación estipulada a su señor.

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Referencias editar

  1. Pons i Guri, Joseph M (1986). «Relació jurídica de la remenea i els mals usos a les terres gironines (segles XIII-XV)» (PDF). Revista de Girona (en catalán) (118): 436-443; para aquí, véase la p. 442. 
  2. «àrsia». Enciclopèdia Catalana (en catalán). Consultado el 19 de agosto de 2018. 

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