Abdalónimo

rey de Sidón

Abdalónimo (en griego: Ἀβδαλώνιμος; literalmente "sirviente de los más altos dioses")[1]​ fue un jardinero, pero de ascendencia real, que fue nombrado Rey de Sidón por Alejandro Magno en el 332 a. C.[2][3][4][5]

Abdalónimo
Rey de Sidón
332 a. C. - 329 a. C.
Sucesor Filocles
Información profesional
Lealtad Alejandro Magno

Biografía

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Después de que Alejandro Magno sometiera a Sidón, dio permiso a Hefestión para que le otorgara su corona a quien quisiera. Hefestión se la ofreció a dos hermanos con los que se había alojado, pero ellos la rechazaron, alegando que según sus leyes sólo podía llevarla alguien de sangre real. En su lugar, nombraron a Abdalónimo, quien, a pesar de su nacimiento real, había caído en tal pobreza que se mantenía con el cultivo de un huerto.

Hefestión ordenó a los hermanos que llevaran la corona real y las túnicas a Abdalónimo. Estos obedecieron y lo encontraron escardando en su jardín. Después de hacer que se lavara, lo invistieron con las insignias de la realeza y se lo llevaron ante Alejandro.

Alejandro Magno, que percibía en él un aspecto no indigno de su origen, dirigiéndose a los que le rodeaban, dijo:

Deseo saber cómo ha soportado su pobreza.

A lo que Abdalónimo respondió:

¡Quiera el cielo que también pueda soportar mi prosperidad! Estas manos han atendido todas mis necesidades, y como no tenía nada, no quería nada.

Alejandro quedó tan satisfecho con esta respuesta, que confirmó el nombramiento efectuado por Hefestión, y le dio al nuevo rey el palacio y la propiedad privada de Azemilco, su predecesor, e incluso aumentó sus dominios del país vecino.

El llamado Sarcófago de Alejandro, descubierto cerca de Sidón y ahora en el Museo Arqueológico de Estambul, se cree que es el de Abdalónimo, aunque algunos estudiosos creen ahora que el sarcófago era el de Mazaeo, un noble persa y gobernador de Babilonia.

Mientras que Quinto Curcio confirma esta historia, al igual que Marco Juniano Justino, Diodoro llama a esta persona Balónimo, y dice que fue hecho rey de Tiro, no de Sidón.[6]Plutarco traslada la escena a Pafos y lo denomina Alónimo. Curcio probablemente adornó la historia con circunstancias ficticias.

Referencias

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  1. Gesenius, Wilhelm (1860). Gesenius's Hebrew and Chaldee Lexicon (Samuel Prideux Tregelles, trad.). London: Samuel Bagster & Sons. p. dcxxxii. 
  2. Curt. iv. 1; Just, xi. 10.
  3. Dictionary of Greek and Roman Biography and Mythology
  4. Fox, Robin Lane, Alexander the Great, London (Allen Lane) 1973, ISBN 0-86007-707-1
  5. Schmitz, Leonhard (1867), «Abdolonimus», en Smith, William, ed., Dictionary of Greek and Roman Biography and Mythology 1, p. 2 .
  6. xvii. 46.