La batalla de Mook tuvo lugar el 14 de abril de 1574 durante la guerra de los Ochenta Años, entre el ejército español, capitaneado por Sancho Dávila y Bernardino de Mendoza, y el ejército de Luis de Nassau, cerca de la localidad de Mook, en los Países Bajos, siendo los rebeldes holandeses completamente derrotados y sus comandantes muertos.

Batalla de Mook
Parte de la Guerra de los Ochenta Años

La Batalla de Mook, por Graaf Hendrik
Fecha 14 de abril de 1574
Lugar Mook en Middelaar y Heumen, (Países Bajos Países Bajos)
Resultado Victoria decisiva española
Beligerantes
Rebeldes holandeses
Mercenarios alemanes
Monarquía Católica
Comandantes
Luis de Nassau  
Enrique de Nassau 
Sancho Dávila
Fuerzas en combate
6000 infantes[1]
2000 reiters[1]
5000 españoles[1]
1000 valones[1]
Bajas
3800 muertos[1] 200 muertos y heridos[1]

La campaña

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En febrero de 1574, Luis de Nassau entra en los Países Bajos procedente de Alemania para unirse a su hermano Guillermo y desviar la atención del asedio de Leiden. Los españoles, con pocas tropas en la zona, mantienen constantes escaramuzas y consiguen que el ejército de Luis de Nassau no cruce el río Mosa antes de que les lleguen refuerzos. A principios de abril, con el ejército ya reunido, Sancho Dávila cruza a su vez el Mosa y cierra el paso al ejército de Luis, que marchaba hacia el norte buscando la forma de cruzar el río.

La batalla

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La lucha la inicia el ejército español atacando una trinchera de la que logran desalojar a los rebeldes, que reforzados vuelven al ataque y la recuperan. Sancho Dávila envía más tropas a atacar de nuevo la trinchera, que es conquistada otra vez. En ese momento Luis de Nassau lanza su caballería, que es más numerosa que la española, pero fracasan a causa de un contraataque lanzado por la caballería ligera que los sorprende. La caballería rebelde, reagrupada, reanuda el ataque y vuelve a ser rechazada, con lo que el ejército neerlandés inicia una retirada desordenada en la que mueren sus comandantes y pierden todo su bagaje.

Resultado

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Luis de Requesens, gobernador de los Países Bajos, no pudo aprovechar esta victoria que dejó prácticamente sin defensa a las provincias rebeldes, ya que tras la batalla los tercios se amotinaron por falta de pagas, echando a perder el efecto de la derrota en sus enemigos.

Referencias

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