La Brigada 26 (también conocida como La 26, Sección 26 o Los Hombres de Harrelson) fue la 6ª sección de la 2ª compañía de la Policía Municipal de Valencia. Fue fundada en diciembre de 1972 por el Ayuntamiento de Valencia y disuelta en el año 1986 por el mismo. Esta sección policial estaba especializada en el patrullaje nocturno, teniendo como misión lidiar con el crimen menor y garantizar la seguridad en las calles de los barrios más problemáticos de Valencia durante la noche.

Brigada 26
Coche y uniforme policía municipal de Valencia.jpg
Antiguo uniforme y coche de la
Policía Municipal de Valencia

Activa Diciembre de 1972 - 1986
País Bandera de España España
Rama/s Policía Municipal de Valencia
(Actualmente Policía Local de Valencia)
Tipo Fuerzas policiales
Función Antidisturbios. Respuesta ante las pandillas.
Especialización Patrullaje nocturno
Tamaño 26-80
Parte de 2ª compañía de la Policía Municipal de Valencia
Acuartelamiento Sótanos del Mercado Central de Valencia

Historia editar

En el contexto de Valencia en los años 70, con un alto crecimiento del consumo de la heroína en barrios como el de El Carmen, y donde el oficio de sereno estaba desapareciendo en la ciudad, el crimen aumentó significativamente, así como el desorden callejero por la noche. Asimismo, el Cuerpo Nacional de Policía concentró sus esfuerzos en contener las acciones violentas en el estallido social producto del movimiento estudiantil contra el franquismo, por lo que se desatendió el servicio durante la noche. En consecuencia, urgió la necesidad de crear un cuerpo dentro de la Policía Municipal de Valencia con el fin de solventar estos problemas.[1]

El primer problema para la conformación de un nuevo cuerpo policial nocturno se halló en la falta de efectivos jóvenes, ya que la edad media de los agentes de la policía municipal era superior a los 55 años. Por ello, se buscaron nuevos agentes con conocimientos en artes marciales, una cultura general similar a la del promedio de la población, y con una edad significativamente inferior a la media de los agentes municipales, evaluándose la buena salud, la estatura y las aptitudes físicas y psicológicas para desempeñar una labor que se preveía complicada.[2]

En un primer momento, la Brigada 26 logró atraer a un cierto número de agentes para incorporarse al cuerpo, ya que por el horario de trabajo desde la 10 de la noche hasta las 6 de la mañana se recibía un día de fiesta por cada cinco trabajados, mientras que el resto de policías municipales tan solo libraba un día por cada siete trabajados. No obstante, tal y como se expone en el reportaje «Dos noches con la 26» del diario Levante-EMV, las condiciones laborales no eran demasiado buenas para los estándares actuales: sueldos bajos, ausencia de primas por peligrosidad y por nocturnidad, únicamente una prima de 100 pesetas diarias y no estar de alta en la Seguridad Social.[3]

Manuel Jordán Montañés, el que fuera del jefe de la Policía Municipal de Valencia entre los años 1966 y 1986, fue uno de los padres de la Brigada 26, siendo clave en la conformación de esta sección junto a agentes como Vicente Pérez, el inspector Fernando de Andrés Borreguero o el veterano sargento Ivanco, quien fue su primer mando.[4][5]

La Brigada 26 recibió el apodo de Los hombres de Harrelson, o los Harrelsons, entre los habitantes de Valencia. Esto se debió a la similitud entre la sección policial valenciana y Harrelson y sus hombres, personajes ficticios de la serie norteamericana S.W.A.T., estrenada en España el año 1975 en Televisión Española y que gozó de gran popularidad entre la población.[6]

 
Agente de la Brigada 26 cacheando a un sospechoso

La efectividad de la Brigada 26 derivó en que otros ayuntamientos españoles se interesasen en crear una sección similar para sus respectivos cuerpos policiales municipales. Así, en Madrid, Málaga, Barcelona, Badalona y Zaragoza, y municipios valencianos como Gandia, crearon en los primeros años de la democracia unidades similares a la brigada nocturna valenciana. De hecho, la Unidad de Vigilancia Especial (UVE) de la capital aragonesa fue entrenada por «La 26» en Valencia.[7]

Durante el funcionamiento de la Brigada 26, y con la llegada de la democracia en el ayuntamiento, grupos políticos de izquierdas criticaron las prácticas de este grupo policial. En la edición del viernes 18 de marzo de 1977 del diario Levante-EMV, se recoje una denuncia de las Juventudes Socialistas del País Valenciano (JSPV) por los «malos tratos» sufridos por tres de sus militantes detenidos «arbitrariamente» por «La 26» tras un enfrentamiento entre jóvenes de izquierdas y de derecha en la entonces Plaza del Caudillo cuando un socialista trató de colocar en la estatua ecuestre de Francisco Franco una bandera republicana con las siglas FSU, del Frente Socialista Unificado.[8]

Tras su nombramiento como inspector de la Policía Local de Valencia en enero del año 1985, y con la jubilación del todavía jefe Manuel Jordán un año después, Pedro Calderón tomó el control de la policía local. Calderón emprendió una serie de cambios en el cuerpo policial de la ciudad, que tuvieron como objetivo sacar al máximo número de policías a las calles. Entre los cambios realizados destacaron la disolución de la Brigada 26, integrándose sus miembros en las patrullas ordinarias, y con ello acabó también la especialidad de patrullaje nocturno, suplantándose por turnos rotatorios entre todos los agentes.[9]​ Esto ocurrió durante el mandato del entonces alcalde de Valencia Ricard Pérez Casado, del Partido Socialista del País Valenciano-PSOE.

Funcionamiento y actividad editar

La Brigada 26 estableció su cuartel en los sótanos del Mercado Central de Valencia, aunque en la visita de cuatro cadetes del Departamento de Policía de Los Ángeles a Valencia se mostró el Salón del Cristal del Ayuntamiento como supuesto cuartel de la brigada.[10]

El uniforme de la sección constaba de un traje completamente negro y de unas botas del mismo color, lo que volvió a sus componentes muy reconocibles, dando lugar a una identidad propia conocida por la ciudadanía y los criminales. Esto junto a sus técnicas y la capacidad física de sus miembros, tuvo el objetivo de infundir el miedo entre los delincuentes y alborotadores. El arma que usaron los agentes de «La 26» fue el revólver Smith & Wesson del calibre 38, en vez de la pistola reglamentaria de la que disponían el resto de policías municipales.[11]

A la hora de la patrulla a pie, se desplegaban en escuadra, esto es, cuatro agentes y un cabo, con el fin de imponer por número y garantizar su propia seguridad cubriéndose las espaldas los unos a los otros.

Uno de los problemas de la Brigada 26 fue la falta de medios, llegando incluso algunos agentes a tener que comprarse por su cuenta el arma o usar su vehículo personal.[12]

Entre su actividad, se destacó la acción disuasoria y de reacción frente al desorden y el crimen callejero por la noche, en especial en los barrios de Valencia que formaban parte del territorio de pandillas, como los de La Olivereta, La Fuensanta, El barrio de la luz, los Cheyenes de Benicalap, los Kansas y los Escorpiones de Marchalenes, los Smoks y los Mini Smoks del barrio de El Carmen o Los Barona de Orriols.[13]​ Además, «La 26» realizó detenciones de terroristas del GRAPO, de las bandas de delincuentes mencionadas; impidió robos de bebés; y participó en el arresto de Joaquín Gambín, uno de los acusados por el incendio del Scala de Barcelona.[14]

Referencias editar

  1. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). «Cuando Valencia tuvo sus "Hombres de Harrelson"». «En los primeros años de la Transición, el caballo de la heroína cabalgaba desbocado por el barrio del Carmen. «Los serenos ya estaban en vías de extinción, y los delincuentes los habían cogido, nunca mejor dicho, por ´el pito del sereno´, por lo que se discutía si debían ir armados o no»». 
  2. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). Levante-EMV, ed. «Cuando Valencia tuvo sus "Hombres de Harrelson"». «Pero cuando se apostó por crear un cuerpo para la noche, se encontraron con otro problema: la falta de relevo generacional entre los guardias. «La mayoría eran extremeños, que habían ingresaron en la policía municipal en la postguerra, tras licenciarse del Ejército en Valencia tras la Guerra Civil», apunta. «Después de tres décadas de servicio, muchos superaban los 55 años». (...) para ingresar en la brigada bastaba con «tener una cultura general media, gozar de una buena salud, y saber todo lo posible de artes marciales, cuanto más mejor».» 
  3. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). Levante-EMV, ed. «Cuando Valencia tuvo sus "Hombres de Harrelson"». Consultado el 30 de agosto de 2022. «Jordán detalla que había « mucha demanda, porque tenían más fiestas por trabajar desde las 22 horas hasta las seis de la mañana, concretamente un día libre por cada cinco trabajados, cuando el resto libraba uno de cada siete». Grau retrata unas condiciones laborales de los miembros de La 26 que hoy suenan poco atractivas: «Todos ellos tienen que dedicarse durante el día a otros trabajos; lo que cobran no les da, ni mucho menos, para mantener una familia. Para colmo, no cobran primas por peligrosidad, ni por nocturnidad. Solo tienen una prima de 100 pesetas diarias y no están en la Seguridad Social».» 
  4. Las Provincias, ed. (2018). «Fallece Fernando de Andrés Borreguero, inspector de la Policía Local de Valencia en el distrito de Ruzafa». «(Fernando de Andrés Borreguero) Formó parte del grupo fundador de la célebre Brigada 26 que estuvo en activo desde 1972 a 1986». 
  5. Carlos Aimeur (2021). Levante-EMV, ed. «Canción triste de La 26». Consultado el 30 de agosto de 2022. (requiere suscripción). «...explica Vicente Pérez, policía local de València jubilado y miembro fundador de La 26.» 
  6. J.J.J. Suárez González (7 de noviembre de 2012). La Nueva España, ed. «Gijón y los hombres de Harrelson». «(...) la Brigada 26, un grupo nocturno de la Policía Municipal, cuyos integrantes enseguida fueron apodados por los valencianos como Los hombres de Harrelson, una serie televisiva muy famosa por entonces.» 
  7. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). Levante-EMV, ed. «"Tenía mala fama entre los demócratas"». «Los agentes del grupo de capital aragonesa, formado en 1980 bajo las siglas Unidad de Vigilancia Especial (UVE), fueron entrenados en Valencia por La 26.» 
  8. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). Levante-EMV, ed. «"Tenía mala fama entre los demócratas"». «Levante, en su edición del viernes 18 de marzo de 1977, recoge una denuncia de las Juventudes Socialistas del País Valenciano (JSPV) por los «malos tratos» sufridos por tres de sus militantes detenidos «arbitrariamente» por La 26 tras un enfrentamiento entre jóvenes de izquierdas y de derecha en la entonces Plaza del Caudillo. La pelea se desató en la noche del 16 de marzo, cuando un joven se encaramó a la estatua ecuestre de Franco que dominaba la plaza para colocar en ella una bandera republicana con las siglas FSU del Frente Socialista Unificado.» 
  9. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). Levante-EMV, ed. «Cuando Valencia tuvo sus "Hombres de Harrelson"». «En enero de 1985 fue nombrado inspector de la Policía Local (Pedro Calderón), asumiendo las riendas de un cuerpo del que oficialmente no fue el jefe hasta que Jordán se jubiló un año después. El objetivo de la reorganización que lideró, una «revolución» según dijo entonces, era sacar el mayor número de policías a la calle. Eliminó la banda de la policía para que sus 30 músicos se sumaran a las patrullas y fulminó la especialización nocturna, y con ello La 26, introduciendo turnos rotatorios en los que entraban todos, con lo que dobló los efectivos que patrullaban por la noche.» 
  10. Carlos Aimeur (17 de octubre de 2021). Levante-EMV, ed. «Canción triste de La 26». Consultado el 30 de agosto de 2022. (requiere suscripción). «Cuando cuatro cadetes de la policía de Los Ángeles visitaron València y quisieron conocer sus instalaciones, avergonzados por el retén del Mercado Central («aquello era una carbonera», dice Pérez), los agentes de La 26 fingieron que su retén estaba en el Salón del Cristal del Ayuntamiento.» 
  11. J.J.J. Suárez González (7 de noviembre de 2012). La Nueva España, ed. «Gijón y los hombres de Harrelson». «Iban vestidos totalmente de negro y con un revólver Smith & Wesson del calibre 38 al cinto, en vez de la pistola reglamentaria, y se desplegaban en escuadra, es decir, cuatro agentes y un cabo, como en el ejército, lo que garantizaba su propia seguridad, la intimidación de los infractores de la Ley y que pudieran actuar, cuando el caso lo requería, con contundencia.» 
  12. Rafael Montaner (10 de abril de 2011). Levante-EMV, ed. «Cuando Valencia tuvo sus "Hombres de Harrelson"». «Se les identificaba bien no solo por su traje negro y sus botas, sino por llevar colgado al cinto, en vez de la pistola reglamentaria, un revólver Smith & Wesson del 38 «que muchos de ellos se habían comprado por sus propios medios».» 
  13. Voro Contreras. Levante-EMV, ed. «Años de pandillas, anfetas y peleas». Consultado el 30 de agosto de 2022. (requiere suscripción). «También la evolución de las modas y, principalmente, la actuación de las fuerzas de seguridad contribuyeron al fin de las pandillas. Pedro destaca el papel jugado por la célebre Brigada 26 de la Policía Local de València, creada en 1972 cuando el eco de la delincuencia juvenil empieza a trascender más allá del extrarradio.» 
  14. Carlos Aimeur (2021). Levante-EMV, ed. «Canción triste de La 26». Consultado el 30 de agosto de 2022. (requiere suscripción). «Constantemente eran noticia por sus intervenciones: detenciones de terroristas del GRAPO y de bandas de delincuentes; impedir robos de bebés; su participación en el arresto de Joaquín Gambín, uno de los acusados por el incendio del Scala de Barcelona…».