Broma telefónica

trampa humorística realizada por medio de un teléfono

Una broma telefónica –o también mal llamada, pitanza en Chile o joda telefónica en Argentina–,[1]​ es aquella broma en la que se llama por teléfono a una institución o persona, para engañarle por diversión. Las bromas telefónicas han sido realizadas y criticadas desde la popularización del teléfono como medio de comunicación. El humorista argentino Julio Victorio De Rissio, más conocido como Doctor Tangalanga, es un claro ejemplo.

«The Fool at the Phone», caricatura en la que muestra a un bufón haciendo una llamada, hecha por Hughes para The Washington Post, publicado en el día de los inocentes; 1896.

Tipo de bromas editar

Broma a instituciones públicas editar

Las más conocidas son principalmente a la policía y a los bomberos. Por ejemplo, se les informa de que existe una emergencia en un lugar determinado y cuando llegan al lugar de destino descubren que es un engaño. Este tipo de bromas producen importantes gastos en recursos materiales, humanos y en tiempo para estas instituciones.[2]​ Asimismo, el volumen de estas llamadas saturan las líneas disponibles de la institución afectada, impidiendo que las llamadas por verdaderas necesidades sean atendidas.[3]

En algunos teléfonos de emergencia se ha estimado que un 20% o 30% de las llamadas recibidas son calificables como bromas telefónicas.[4]​ En otros casos se ha estimado incluso en cerca del 70%.[1]​ Una importante parte de estas bromas son realizadas por niños y jóvenes,[5]​ incrementando el número de bromas telefónicas en los horarios en los cuales no hay clases,[2]​ o cuando están de vacaciones.[6]

Broma a números de casa o celulares editar

Son conocidas por las llamadas hechas a números de casa con el fin de hacerse pasar por un patrocinador de una oferta o beneficio, o simplemente pidiendo contactar a determinada persona para obtener satisfacción haciéndola enfadar o escuchar las reacciones ante propuestas varias, en general ridículizantes. Estas llamadas pueden ser insistentes y repetitivas, algo con lo que se busca aumentar el nivel de irritabilidad en la víctima, o breves y sencillas con gran carga de insultos y agresiones verbales.

Referencias editar

  1. a b Cristián Salazar Varela. «Falsas emergencias colapsan a CONAF» (vmasv.cl). Vmásv. Archivado desde el original el 20 de diciembre de 2010. Consultado el 25 de diciembre de 2010. 
  2. a b Luisa Tirzo. «Piden evitar realizar llamadas falsas» (periodicosintesis.com.mx). Periódico Síntesis. Asociación Periodística Síntesis. Consultado el 25 de diciembre de 2010.  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  3. «Llamadas innecesarias congestionan la vital línea 133 de Carabineros» (www.elnortero.cl). El nortero. Asesorías e Inversiones Comunidades Ciudadanas. Consultado el 25 de diciembre de 2010. 
  4. Ulises Villar. «Inventan bromistas 400 emergencias falsas todos los días». Plaza de Armas. Consultado el 24 de enero de 2011. 
  5. «Usan el 101 para bromas, consejos o información» (www.lagaceta.com.ar). La Gaceta. Consultado el 25 de diciembre de 2010. 
  6. Manuel Espinoza. «Protección civil y bomberos en guardia permanente durante fin de semana» (www.tribunadeloscabos.com.mx). La Tribuna de los Cabos. Compañía Periodística Sudcaliforniana. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 25 de diciembre de 2010.