Cerámica de Manises

La cerámica de Manises, en la Comunidad Valenciana (España), está representada por la variada fábrica de este importante foco de la alfarería, que de una cacharrería y loza, tradicionales desde el siglo XIV, ha evolucionado hacia la producción de diversos tipos de pastas cerámicas (loza fina, mayólica, porcelana, gres) y barnices.[1][2]

Jarrón de mayólica de Manises, con asas en ala y escudo de los Medici (entre 1465-92). British Museum.

Historia editar

La conquista cristiana en los años 1237-1238 de gran parte del reino musulmán de la ciudad de Valencia por Jaime I, supuso, en el posterior reparto de señoríos, la concesión de las alquerías de Paterna y Manises al aragonés Artal de Luna. En el caso de Manises, su posterior venta en 1304 a Pere Boil (IV señor de Manises) acabaría siendo origen de una próspera industria artesana. En general, los investigadores coinciden en aceptar que los alfareros de la zona comenzaron a producir loza dorada en el primer cuarto del siglo XIV.[3]​ Fruto de aquella alfarería gótico-mudéjar, serían los excelentes ejemplares de cerámica decorada en azul y/o reflejo metálico dorado hallados en excavaciones arqueológicas en el subsuelo de Manises. No menos importante fue la azulejería producida por los alarifes moriscos en ese mismo periodo, de la que el Museo de la ciudad expone una amplia colección de pavimentos.[4]

Aquella loza de Manises con reflejos en tonos dorados y azules se impuso en toda Europa hasta fines del siglo XVI. Fue conocida durante la Baja Edad Media como "obra de Màlica" en otros lugares de la Corona de Aragón, por su similitud intencionada con las lozas doradas de la Málaga nazarí, así como "obra de València", en el caso de Cataluña y Mallorca. Las producciones italianas de cerámicas de reflejo metálico posteriores, del siglo XV, representaban imitaciones de las valencianas, y recibían el nombre de mayólica, puesto que se identificaban con Mallorca, lugar de reexportación de las piezas valencianas, y origen de muchos de los mercaderes que las comercializaban.[5]

En el siglo XVIII, la influencia de la vecina Real Fábrica de Loza y Porcelana de Alcora y la emigración de alfareros por problemas laborales, supuso el abandono de los recursos tradicionales hispano-moriscos de reflejo metálico, introduciéndose las policromías vivas y el azul intenso en la decoración.[2]

En 1941, tras la Guerra civil española, Manises vivía de su industria cerámica, con ochenta fábricas y unos cinco mil operarios (el treinta por ciento de ellos mujeres). Las nuevas tecnologías y necesidades, ampliaron la producción histórica a nuevos componentes sanitarios y para material eléctrico. A finales del siglo XX, Josep Pérez Camps, director del Museo de Cerámica de la localidad, daba noticia de la existencia en Manises de alfareros de obra basta tradicional.[nota 1][6]

Heredero en cierto modo de la Escuela de Cerámica de Manises, creada por Vicente Vilar David y Vicente Mora Arenes, en la vieja casona de la familia Ferraro está instalado el Museo de Cerámica administrado por el ayuntamiento de la ciudad.[7][nota 2]

Exportación editar

 
Jarrón de Manises en el detalle del Tríptico Portinari de Hugo van der Goes, hacia 1475.[8]

En su origen, el comercio de la loza de Manises dio lugar a compañías de exportadores, en su origen italianas, chipriotas y turcas, y luego catalanas y mallorquinas, que zarpando del Grao de Valencia transportaban loza, cacharrería y azulejería embaladas en grandes tinajas —«cossis»— embutidas en cuerda y paja. Los principales clientes estuvieron en Francia, diversos principados de Italia, Sicilia, Venecia, Turquía y Chipre, y muy especialmente en el Reino de Nápoles, donde la corte de Alfonso el Magnánimo se convirtió en un escaparate de las lozas levantinas de Paterna y Manises. También los papas Calixto III y Alejandro VI incorporaron esta producción a las salas del Vaticano. En el interior de Europa, además de en Francia, se han encontrado en museos, palacios y restos arqueológicos diferentes ejemplos de su existencia en Flandes y los países del Báltico; la Historia de la Pintura ha dejado muestras de ello así mismo, citando como ejemplos más sobresalientes la tabla central del tríptico Portinari de Hugo van der Goes, conservado en la Galería Uffizi de Florencia, algunas obras de los hermanos Humberto y Jan van Eyck.

Vajilla y tipología editar

Además de la histórica vajilla hispano-morisca de reflejo metálico, Manises ha producido alfarería plumbífera con el típico vidriado amarillo con manchas verdes, muy popular en toda España.[2]​ También ha sido habitual en los alfares manisienses la cacharrería rojiza vidriada basta u ordinaria, conocida como obra «aspra» para diferenciarla de la loza polícroma.

La rica tipología de la cerámica manisense ha sido estudiada de modo específico en varios manuales; puede citarse a modo de ejemplo el Vocabulario de la cerámica de Manises, publicado en 1933 por el Francesc Almela i Vives.[9]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Carabal y Santamarina, 2011, p. obra general.
  2. a b c Seseña, 1997, p. 286.
  3. Así lo hace suponer el hecho de la visita de Jaime II de Aragón entre 1309 y 1310 a las ciudades nazaríes de Granada, Almería, Gavia, Algeciras y Málaga.
  4. Museo de Manises: síntesis histórica. Archivado el 4 de enero de 2015 en Wayback Machine. Consultado en enero de 2014
  5. Pinedo, 1977, p. 14-19.
  6. Vossen, Seseña y Köpke, 1975, p. 260-61.
  7. Portal del Museo de cerámica de Manises Archivado el 13 de abril de 2016 en Wayback Machine. Consultado en enero de 2015
  8. Estudio de Jaume Coll Conesa "La cerámica valenciana" (pp. 81-96) Consultado en enero de 2015
  9. Enlace de consulta en la Base de datos del patrimonio bibliográfico de Patrimonio Nacional Consultado en enero de 2015

Notas editar

  1. la doctora Seseña cita a Remigio García Moreno, Hijos de José Gimeno, Hijos de E. Vilar Mora S.L., MIGAVI S.L., Vicente López, Ismael Mora y José Antonio Orts.
  2. Además de una amplia colección y catálogo, el museo guarda materiales procedentes de las numerosas excavaciones realizadas en la localidad desde 1990.

Bibliografía editar

  • Carabal Montagud, María Ángeles; Santamarina Campos, Virginia (2011). Oficios del pasado. Recursos patrimoniales del presente. La cerámica de Manises. Valencia: Universitat Politècnica de València. ISBN 978-8483637548. 
  • Pinedo, Concepción (1977). La cerámica de Manises en la historia. Everest. ISBN 978-8424128418. 
  • Seseña, Natacha (1997). Cacharrería popular. La alfarería de basto en España. Madrid, Alianza Editorial. pp. 285-86. ISBN 84-206-4255-X. 
  • Seseña, Natacha (1970). «La cerámica de Manises en el siglo XIX». Archivo español de arte (Madrid: Instituto "Diego Velázquez" - CSIC) 43 (172): 395-406. ISSN 0004-0428. Consultado el de enero de 2015. 
  • Ray, Anthony (2000). Spanish Pottery 1248-1898. ISBN 978-1851772919. 
  • VV.AA. (Vossen, Seseña y Köpke) (1975). Guía de los alfares de España. Madrid, Editora Nacional. ISBN 84-276-1293-1. 

Enlaces externos editar