Chesil Beach (novela)

libro de Ian McEwan

Chesil Beach es una novela de 2007 del escritor británico Ian McEwan. Fue nominada al Premio Booker 2007. El crítico literario Jonathan Yardley —ganador del premio Pulitzer— consideró el libro como uno de los mejores del año.[1]​ Ganó el "Galaxy Book of the Year" en los British Book Awards 2008. Fue publicada en español por Anagrama en 2010.

Chesil Beach
de Ian McEwan
Género Novela
Subgénero Drama
Tema(s) Sexualidad
Ambientada en Años 1960 Ver y modificar los datos en Wikidata
Inglaterra y Dorset Ver y modificar los datos en Wikidata
Edición original en inglés
Título original On Chesil Beach Ver y modificar los datos en Wikidata
Editorial Jonathan Cape
País Reino Unido
Fecha de publicación 2007 Ver y modificar los datos en Wikidata
Premios Reader's Digest Author of the Year
Edición traducida al español
Título Chesil Beach
Traducido por Jaime Zulaika
Editorial Anagrama
País España
Fecha de publicación 01-11-2010
Serie
Chesil Beach
Cronología de Ian McEwan
Sábado
Chesil Beach
Solar

Trama editar

En julio de 1962, Edward Mayhew, estudiante de historia en postgrado, y Florence Ponting, violinista de un cuarteto de cuerdas, pasan su luna de miel en una posada georgiana a orillas del mar, en Chesil Beach, Dorset. Están muy enamorados, pero ambos esperan la noche de bodas con sentimientos muy diferentes. Edward ha intentado sin éxito acercarse sexualmente a Florence en el corto tiempo antes de su matrimonio. está excitado, pero carece de experiencia sexual. Florence está atada al código social de la época y le aterroriza la intimidad sexual, tal vez después de haber sido abusada por su padre; si bien trata de prepararse mentalmente para el acto inevitable, la idea le repugna.[2]​ Cuando la pareja está a punto de tener sexo por primera vez, el inexperto Edward eyacula prematuramente. Florence abandona el hotel y se dirige a la playa, Edward la sigue y discuten sobre lo sucedido, Florence deja en claro que nunca accederá a tener relaciones sexuales. Edward la acusa de haber mentido durante sus votos matrimoniales y se enoja aún más cuando Florence sugiere que podría acostarse con otras mujeres para aliviar sus deseos sexuales. La pareja se separa y su matrimonio es anulado, ya que no fue consumado.

Un año después de la anulación del matrimonio, reflexionando sobre la sugerencia de Florence de que podía acostarse con otras mujeres, se percata de que ya no la encuentra insultante, aunque sigue sin estar dispuesto a volver a conectarse con Florence. Décadas más tarde, Edward repasa su vida. Habiendo perdido interés en escribir libros de historia, ha administrado festivales de rock y escrito críticas musicales, terminando por poner un negocio de venta de discos. Después de la muerte de su madre, regresa a la casa de su infancia para cuidar a su padre enfermo. Ha disfrutado de buenas relaciones con sus amigos y familiares, y tenido varios romances. Estuvo casado tres años y medio y vivió con su esposa en París. Ha vivido a la deriva, carente de fuertes intereses, sin grandes ambiciones, cómodo.[3]​ Reconoce, luego de tanto tiempo, que nunca ha amado a nadie tanto como a Florence. Ella, mientras tanto, ha disfrutado del éxito comercial y de crítica con su cuarteto de cuerdas. Un crítico dice con respecto a su interpretación de un quinteto para cuerdas de Mozart: "Miss Ponting, con la melodiosa ternura de su tono y la delicadeza lírica de su fraseo, tocó, si se me permite decirlo así, como una mujer enamorada, no sólo de Mozart o de la música, sino de la vida misma."[4]​ Edward no asiste a ningún concierto y evita ver fotos, no queriendo ver qué es lo que haya hecho el tiempo con ella. Prefiere recordarla "con el diente de león en el ojal y el trozo de terciopelo en el pelo".[5]​ Por ello jamás sabrá que Florence, luego de cada concierto, no puede dejar de mirar el asiento 9C, que es el que él solía ocupar.

A sus sesenta años, Edward recuerda una vez más la noche en que él y Florence se separaron, preguntándose qué podría haber sido y piensa que “Todo lo que ella había necesitado era la certeza de su amor y su seguridad de que no había prisa, teniendo toda la vida por delante. El amor y la paciencia, si tan solo los hubiera tenido a la vez, seguramente los habría ayudado a ambos... Así es como se puede cambiar todo el curso de una vida: sin hacer nada.”[6]

Temas editar

Sexualidad editar

La novela remite a una época en la que el matrimonio generalmente precedía o seguía inmediatamente a las relaciones sexuales, y cuando ser joven implicaba inseguridades desde el punto de vista sexual, para la cuales el matrimonio era -supuestamente- la cura.[7]​ Edward y Florence son vírgenes y la sociedad no los ha preparado para su experiencia erótica, faltándoles entonces el marco interpretativo para lidiar con sus problemas. Ya la primera frase de la novela describe la situación de forma precisa: "Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible[8]​...eran demasiado corteses, demasiado cohibidos, demasiado timoratos...Apenas se conocían."[9]​ Se los puede ver como representantes, y víctimas, de la última generación antes de la revolución sexual y las convulsiones políticas y culturales de los años '60. "Tanto Edward como Florence temen que ella sea 'frígida', esa palabra antigua, y ven ese estado como una aflicción o maldición sin remedio. El tema de McEwan ha sido a menudo la forma en que la inocencia se estropea; aquí, la serpiente en el jardín es la tradicional: el deseo y sus descontentos."[10]​ Es también es una novela sobre el sexo y la clase social en Inglaterra, con referencias, tal vez, en las obras de D. H. Lawrence y E. M. Forster, sugiriendo que la frigidez de Florence es en parte una función de su clase y es compartida por sus padres, especialmente por su madre, Violet.[11][12]​"Hay una cualidad de cuento de hadas en el libro, en el sentido de que todo lo que sigue parece inevitable."[13]

Describiendo la cena previa a la frustrada noche nupcial dice McEwan; "No era aquél un buen momento en la historia de la cocina inglesa"[14]A posteriori, se puede interpretar la frase como una premonición culinaria a la catástrofe erótica que habrá de sucederla.[15]

El casamiento tiene lugar en julio de 1962, tal vez demasiado temprano como para poder disfrutar de los favores de la revolución sexual. Philip Larkin considera en su poema "Annus mirabilis" (año milagroso) 1963 como la fecha del comienzo de esa transformación y resalta dos acontecimientos: el fin de la prohibición de "El amante de Lady Chatterly" y la publicación del primer LP de los Beatles con la canción "Please Please Me".[16]

Sociedad editar

Edward y Florence pertenecen a clases sociales diferentes. La madre de Edward ha sufrido un daño cerebral como resultado de un accidente. Tiene dos hermanas menores. Su padre es maestro y, además de su trabajo, se ocupa intensivamente de la familia, en especial de la madre, que vive con ellos a pesar de su discapacidad. La familia Ponting, por otra parte, es conservadora y pudiente, el padre empresario y la madre profesora en Oxford. Florence tiene una hermana menor. La mayor parte de las tareas del hogar están a cargo de una criada. Las diferencias sociales no tienen mayor relevancia en su relación y Edward es bien recibido en la familia de Florence, cuyo padre le ofrece trabajo en su empresa.

La relación entre los sexos está claramente definida: "Sin decirlo, estas chicas transmitían la clara impresión de que se estaban “reservando” para un futuro marido. No había ambigüedad: para tener sexo con cualquiera de ellas, tendrías que casarte."[17]​ La píldora no es nada más que un rumor proveniente de los Estados Unidos, que es escuchado con incredulidad.

Peter D. Mathews considera que "Con su mezcla de culpa y reserva convencional, Florence encarna los valores de la mujer victoriana reprimida."[18]​ La época y los protagonistas son un interludio entre la tradición y los cambios radicales que acontecerán poco tiempo después, de ahí la inseguridad y el comportamiento dubitativo: "Eran adultos por fin, de vacaciones, libres de hacer lo que se les antojara. En sólo unos años más, jóvenes perfectamente normales harían cosas así. Pero de momento la época les frenaba. Incluso cuando Edward y Florence estaban solos, seguían vigentes mil normas tácitas."[19]

Política editar

La primera referencia a la situación política se hace durante la cena en el hotel: el primer ministro Harold Macmillan ha participado en una conferencia sobre la carrera armamentista y la necesidad de controlar y disminuir el número de tests de bombas atómicas. Se resalta la diferencia de opiniones de acuerdo a las generaciones: Edward y Florence están estrictamente en contra de la carrera nuclear y piensan votar al Partido Laborista, la generación que sufrió en la guerra, por su parte, no puede conformarse con la decadencia progresiva del Imperio británico. El optimismo de los recién casados respecto al futuro del país contrasta con su inseguridad y ansiedad en lo privado. La ironía de McEwan se manifiesta es su descripción del comportamiento de Edward, que piensa en la cara de Macmillan para evitar una eyaculación prematura. Otra información con respecto a conflictos generacionales son la discusiones entre Florence y su madre sobre el papel de la Unión Soviética, estando Florence a favor y su madre en contra del sistema político que rige en el país. Si bien su padre también defiende posiciones conservadoras a favor del Imperio, contra los sindicatos y Europa, Florence, siendo una hija privilegiada, no se atreve a discutir con él, considerándose obligada por los muchos favores recibidos.

Ambiente editar

Chesil Beach es una playa de guijarros. Tiene una longitud de 29 kilómetros, en algunas partes 15 metros de altura y 200 de ancho. Detrás de ella se encuentra "the Fleet", una laguna poco profunda influenciada por la marea. Ambas pertenecen a la Costa Jurásica y son Patrimonio de la Humanidad. Ha habido muchos naufragios en Chesil Beach, particularmente durante la era de los veleros. La playa era particularmente peligrosa dentro del Canal de la Mancha, ya que forma una extendidda costa de sotavento durante los vendavales del suroeste. "La elección de McEwan de dar a su novela el título On Chesil Beach no puede haber sido hecha al azar: la playa es el trasfondo de toda la trama de una noche, y el autor la menciona constantemente, convirtiéndose así en un emblema de varias cosas."[20]​ Los estados mentales tienen su corroboración en la percepción de la naturaleza. Durante la cena en el hotel se plantean los polos de esa captación: "tenían muchos planes, planes alocados, que se amontonaban en el futuro nebuloso, tan intrincadamente enredados y tan hermosos como la flora estival de la costa de Dorset." El aspecto positivo se ve, sin embargo, contrarrestado por un telón de fondo amenazante: "Un cambio de viento o un viento que arreciaba les llevó el sonido de olas rompiendo, como vasos que se hacen añicos a lo lejos." Una oscilación semejante se produce en el dormitorio: el leve erotismo de "El aire fresco sopló agradablemente sobre sus piernas desnudas. Escuchó las olas distantes, la llamada de las gaviotas argénteas y el sonido de Edward desvistiéndose." se ve contrarrestado por una descripción de un viaje en bote con su padre: "Tenía doce años, yacía inmóvil así, esperando, temblando en la estrecha litera con lados de caoba pulida. Su mente estaba en blanco, sentía que estaba en desgracia...su padre se movía por la pequeña y oscura cabina, desnudándose, como ahora Edward."[21]​ Habrían podido tomar la botella de vino y salir a pasear por la playa, en vez de ello, luego del malogrado acto sexual, se describe la triste escena consiguiente: "las nubes bajas se separaron de nuevo, y aunque no había luz de luna directa, un débil resplandor, difundido a través de los estratos más altos, se movió a lo largo de la playa para incluir a la pareja parada junto al gran árbol caído”.[22]​ La última escena del libro está también enmarcada en la costa: "Permaneció en un silencio frío y justiciero en el crepúsculo estival, observándola correr a lo largo de la orilla, el sonido de su difícil avance apagado por las pequeñas olas rompiendo, hasta que fue un punto borroso que se alejaba en el inmenso camino rectilíneo de guijarros brillando en la pálida luz."[23]

Crítica editar

Jonathan Yardley señaló que: "La ficción de McEwan mejora cada vez más, e incluso cuando lo hace en un modo menor, como lo es aquí, es increíble."[1]

Colin Toibin opinó que "On Chesil Beach...está lleno de extraños ecos y tiene elementos de cuento popular, que hacen que el placer de leerlo sea mucho mayor que la alegría de saber qué sucedió al final. La novela es pura comedia, pero está contada desde el punto de vista de los dos protagonistas, a quienes no les parece nada gracioso, y esto se logra sin que ninguno de los dos parezca tedioso."[11]

Tim Adams indicó que "McEwan es perfecto en el manejo de esta comedia embarazosa y, como siempre, convertirla en algo mucho más inquietante...La brillantez de McEwan como novelista radica en su capacidad para aislar momentos discretos de una vida e investirlos con un significado indeleble."[10]

Jonathan Lethem escribió: "La situación es una miniatura y también enorme, terrible y patética, tierna e irrevocable. McEwan la trata con una simpatía ilimitada, una que atrae al lector incluso cuando oculta el hecho de que esta aparente novela de modales es fundamentalmente una novela de terror como cualquiera de las escritas por McEwan."[24]

La crítica de Michiko Kakutani fue negativa: "Ian McEwan ha producido inexplicablemente una historia pequeña, hosca e insatisfactoria que no posee la sabiduría emocional, el alcance narrativo o la encantadora especificidad de los detalles de sus libros anteriores. Aunque On Chesil Beach aborda algunos de los temas perennes de McEwan (los peligros de la inocencia, la repentina mutación de lo ordinario en lo horrible, el control inexorable del tiempo pasado sobre el presente), lo hace de una manera mecánica y altamente arbitraria..."[25]

Dijo Eduardo Mendoza en "El País": "Chesil Beach es una novela espléndida, emotiva, inteligente, absorbente y equilibrada. La narración de la peripecia vital de los protagonistas es minuciosa pero no prolija. Lo cotidiano y lo prosaico son descritos de un modo ameno y vivaz, sin parsimonia. Ningún elemento es superfluo; no sobra una palabra."[26]

Adaptación cinematográfica editar

La novela fue llevada al cine en 2017. La película "On Chesil Beach" fue dirigida por Dominic Cooke. Ian McEwan escribió el guion.

Bibliografía editar

McEwan, Ian, On Chesil Beach. Vintage Book, London, 2007.

Referencias editar

  1. a b «Jonathan Yardley». 2-12-2007. Consultado el 6-04-2022. 
  2. "Y ella le amaba con igual intensidad, con aquella atroz reticencia física." McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 19.
  3. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p.199.
  4. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 198
  5. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 202.
  6. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 202-203.
  7. "Era todavía la época –concluiría más adelante, en aquel famoso decenio– en que ser joven era un obstáculo social, un signo de insignificancia, un estado algo vergonzoso cuya curación iniciaba el matrimonio." McEwan, Ian (2008-12-22T22:58:59.000). Chesil Beach (Compactos) (Spanish Edition) . Editorial Anagrama. Kindle-Version.
  8. McEwan, Ian, On Chesil Beach. Vintage Book, London, 2007, p. 3
  9. McEwan, Ian, On Chesil Beach. Vintage Book, London, 2007, p. 148
  10. a b Tim Adams (25 de marzo de 2007). «On Chesil Beach by Ian McEwan – review» (en inglés). Consultado el 06-04-2022. 
  11. a b Colin Toibin (26 de abril de 2007). «Dissecting the Body» (en inglés). Consultado el 06-04-2022. 
  12. "se dio cuenta, al volver a casa, de lo distante físicamente que era su madre. Nunca había besado ni abrazado a Florence, ni siquiera cuando era pequeña." McEwan, Ian. On Chesil Beach. Random House. Kindle-Version, p. 68
  13. «Review: On Chesil Beach by Ian McEwan». the Guardian (en inglés). 25 de marzo de 2007. Consultado el 7 de abril de 2022. 
  14. McEwan, Ian (2008-12-22T22:58:59.000). Chesil Beach (Compactos) (Spanish Edition) . Editorial Anagrama. Kindle-Version.
  15. Christopher Hitchens (2007). «Think of England». The Atlantic (en inglés). Consultado el 08-04-2022. 
  16. Agnese Mosconi. «Larkin’s Annus Mirabilis sings of the 1960s sexual revolution». Consultado el 08-04-2022. 
  17. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 47-48.
  18. Peter D . Mathews (2012). «After the Victorians: The Historical Turning Point in McEwan’s On Chesil Beach» (en inglés). Consultado el 08-04-2022. 
  19. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 22.
  20. Federica Rosa Brusin. «Social and background implications in McEwan’s treatment of sexuality in On Chesil Beach». Consultado el 07-04-2022. 
  21. McEwan, Ian. On Chesil Beach. Random House. Kindle-Version. p. 123
  22. McEwan, Ian. On Chesil Beach. Random House. Kindle-Version, p. 190
  23. McEwan, Ian. On Chesil Beach, Random House. Kindle-Version, p. 203.
  24. Jonathan Lethem. «Edward's End». New York Times (en inglés). Consultado el 07-04-2022. 
  25. Michiko Kakutani. «On Chesil Beach Ian McEwan». Consultado el 07-04-2022. 
  26. Eduardo Mendoza (01-03-2008). «Ian McEwan en Chesil Beach». Consultado el 08-04-2022.