Con la música por dentro

película de 1947 dirigida por Humberto Gómez Landero

Con la música por dentro es una película mexicana de comedia musical de 1946 escrita por Octavio Tito Novaro, dirigida por Humberto Gómez Landero y protagonizada por Germán Valdés "Tin Tan", Marga López, Isabelita Blanch y Maruja Grifell.

Sinopsis editar

Al quedar sin empleo, el músico Tin Tan toma un trabajo de jardinero en la rica casa del empresario Nardo y su esposa Margarita. Vive con ellos la joven Rosita, hija sólo de Nardo. Tin Tan provoca el despido del cocinero Jacinto y del sirviente negro Narciso para hacerse pasar por el conde del Buen Tallarín, disfrazarse como su supuesta hermana la condesa Hortensia y hacerse invitar en la casa con sus compañeros del teatro: el maestro de ceremonias Molinetti, coristas y orquesta. Marcelo se enamora de la "condesa" y Margarita del "conde", que sigue en la casa sin que, supuestamente, lo sepa su "hermana". Así, con sendas citas, Tin Tan hace encontrarse en una alcoba, "sin luz y sin palabras", a Nardo y Margarita, que no se hablan. Llega con su esposa un conde que toma a "Hortensia" por su esposa Tatiana, y que resulta por eso bígamo. Al fin, a las doce de la noche, Tin Tan cuenta la verdad a Rosita: todo lo ha hecho para dar una lección a Nardo, que no quiso contratarlo. Tin Tan y Rosita se besan. Nardo y Margarita se reconcilian.

Reparto editar

Comentarios editar

Gómez Landero tuvo la buena idea de presentar al comienzo de esta comedia a Tin Tan disfrazado de fauno, feliz entre unas coristas: en efecto, era el de Tin Tan un espíritu gozosamente fáunico. Lo malo es que seguía a eso una trama descabellada en exceso, con ya muy pasados de moda ridiculizaciones de la aristocracia y muchos juegos de palabras a propósito de los nombres de flores puestos a casi todos los personajes: "Rosita de abolengo", llamaba Tin Tan a Marga López en recuerdo de la famosa película norteamericana Rosa de abolengo (Mrs. Miniver), y el cómico decía haber cultivado los jardines del muso de la Ubre, del Palacio de las Joyerías y de la Cámara de los Pares en París, y los de la Universidad de Vodka y Caviar en Moscú, y los de Roma...nones, y recitaba a Isabelita Blanch lo de "Margarita, te voy a contar un cuento", y citaba el título de la película argentina Los martes, orquídeas, y decía cosas como "Azucena... a su cena". Un acuerdo de la euforia desinhibida de Tin Tan y el gusto de su director por lo culterano llevaba al cómico a hablar en una mezcla de inglés y francés y en italiano con Martínez Baena para terminar diciendo: "deja de hablar italiano, que ninguno de los dos lo entendemos". Además, Tin Tan insistía en sus curiosas deformaciones de lenguaje: "logo logo" por "luego luego" y "quemene" por "cómo no", y hacía a Marcelo una invitación a los Mae West, moviendo la cadera: "come to see me some time". Los números musicales eran lo más gracioso de la película: Rafael Icardo daba a Tin Tan pie para cantar una pieza andaluza: Échale guindas al pavo; Tin Tan se disfrazaba de belle del siglo XIX, con peluca rubia y sin bigote, para cantar al piano con gorgoritos, un poco al modo de Agustín Lara, algo que empezaba así: "si yo encontrara un hombre como tú, me haría mil pedazos como Fu Man Chu"; en un número con coristas, Tin Tan aludía a Adán y Eva, imitaba animales, daba pasos "egipcios", se refería a las Cruzadas, etcétera, para acabar bailando boogie woogie; en un número de ballet, con coristas, Tin Tan, de ballerina, emulaba al cómico norteamericano Red Skelton en Escuela de sirenas (Bathing Beauty); un número yucateco multitudinario, con "bombas" dichas por casi todo el reparto, concluía la película.

Referencias editar