Constantino VII

emperador bizantino de 913 a 959

Constantino VII Porfirogéneta (en griego: Κωνσταντῖνος Ζ΄ Πορφυρογέννητος; Constantinopla, 2 de septiembre de 905-Constantinopla, 9 de noviembre de 959) fue emperador bizantino desde el año 913 hasta su muerte. Era hijo del emperador León VI el Sabio y sobrino de Alejandro y reinó bajo la regencia del emperador Romano I Lecapeno hasta el 944. Obtuvo su sobrenombre de porfirogéneta (que quiere decir «nacido en la púrpura»), como hijo legítimo del emperador en ejercicio León VI, por haber nacido en la sala púrpura especial del palacio de Bucoleón, destinada al nacimiento de los herederos del trono imperial.

Constantino VII

Emperador del Imperio romano de Oriente
6 de junio de 913-9 de noviembre de 959
Predecesor Alejandro
Sucesor Romano II

Información personal
Nacimiento 18 de mayo de 905jul. Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 9 de noviembre de 959jul. Ver y modificar los datos en Wikidata (54 años)
Sepultura Iglesia de los Santos Apóstoles Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Cristianismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Familia Dinastía macedonia Ver y modificar los datos en Wikidata
Padres León VI el Sabio Ver y modificar los datos en Wikidata
Zoe Karbonopsina Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Elena Lecapena (desde 919) Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos
Información profesional
Ocupación Escritor e historiador Ver y modificar los datos en Wikidata
Obras notables De Ceremoniis, De Administrando Imperio

Reinado editar

Constantino nació en 905, hijo del emperador León VI y su amante Zoe Karbonopsina (‘la de los ojos como carbúnculos’), con la que posteriormente contraería matrimonio en cuartas nupcias (violando el derecho canónico oriental), legitimando así a su hijo. Ascendió a la dignidad imperial a la edad de 7 años en 913, bajo la regencia del patriarca Nicolás I el Místico.[1]​ Nicolás se vio obligado a firmar la paz con el zar Simeón I de Bulgaria, al que tuvo que reconocer como emperador o zar de Bulgaria. A causa de ello, Nicolás sería desplazado de la regencia por la madre de Constantino, Zoe Karbonopsina.

Zoe tampoco consiguió éxito alguno con los búlgaros, y en 919 fue reemplazada por Romano Lecapeno, que casó a su hija Elena con Constantino. Según algunas fuentes, la juventud de Constantino habría sido especialmente triste, debido a su apariencia poco agraciada, su carácter taciturno y por haber sido relegado al tercer nivel de sucesión, tras los dos hijos de Romano. Sin embargo, era un joven muy inteligente con múltiples intereses, y habría dedicado los años apartado del trono para estudiar las costumbres de la corte.

Romano se hizo con el poder en solitario hasta 944, cuando fue depuesto por sus hijos, que reconocerían finalmente a Constantino VII como emperador. En 949 Constantino dispuso una nueva expedición contra los corsarios árabes escondidos en Creta, pero al igual que el intento de su padre por reconquistar la isla en 911, fracasó en sus aspiraciones. Este hecho dio lugar a un ataque árabe por tierra sobre las posesiones bizantinas en Siria, Armenia e Italia, pero los territorios perdidos en el Este serían luego recuperados por Juan I Tzimisces. En 950 recibió en su corte al jefe tribal húngaro Gyula de Transilvania, el cual se convirtió al cristianismo bajo el rito oriental, y recibió el título de patricio. Gozó de la amistad del emperador y se llevó consigo a sus dominios en Transilvania al obispo griego Hierotheos para que evangelizase a su corte. En 957, gracias al fuego griego se consiguió destruir una flota árabe.

Constantino mantuvo intensas relaciones diplomáticas con los reinos extranjeros, incluyendo al califa de Córdoba Abd al-Rahman III. En otoño de 957 Constantino recibió la visita de Olga, princesa de la Rus de Kiev. Aunque nunca se han aclarado las razones de este viaje, Olga fue bautizada con el nombre de Elena, iniciándose así la conversión de su pueblo al cristianismo.

Constantino murió en 959 y fue sucedido por su hijo Romano II.

Libros editar

Aunque en conjunto la valoración de su reinado es positiva, Constantino resulta más conocido por su faceta de escritor y erudito. Escribió (o encargó que otros lo hiciesen en su nombre) obras como De Ceremoniis (‘Sobre las ceremonias’), que describe todo tipo de ceremonias cortesanas, que también serían recogidas, aunque con ánimo crítico, en la obra de Liutprando de Cremona; De Administrando Imperio (‘Sobre la administración del Imperio’),[2]​ que ofrece consejos sobre cómo gobernar el Imperio y sobre cómo luchar contra sus enemigos exteriores; y una historia del Imperio que recogía hechos acaecidos tras la muerte del cronógrafo Teófanes el Confesor en 817. Estos libros suponen una importante fuente de información para conocer la época de Constantino y su reinado. Asimismo, encargó la realización de las Excerpta historica Constantiniana, conocidos extractos de obras de historiadores griegos antiguos, reunidos por temas en 53 volúmenes, de los que apenas se han conservado una mínima parte. Constantino era también un gran coleccionista de libros, manuscritos y obras de arte en general, así como buen pintor.

Enlaces externos editar

Referencias editar

Bibliografía editar


Predecesor:
Alejandro
Emperador bizantino
bajo Romano I (919-944)
913-959
Sucesor:
Romano II