Crisis financiera en Paraguay de 1995

La crisis económica en Paraguay de 1995 fue una larga y profunda crisis financiera que dejó prácticamente en bancarrota el sistema financiero del país durante el gobierno de Wasmosy. Se diezmó el sistema regulado, llevando a la quiebra a más del 50% de los bancos y más de dos tercios de las financieras que operaban en el país en ese momento. Esta grave crisis catalogada como una de las peores crisis en el inicio de la transición democrática, estalló un problema que llevaba más de una década instalada en las entrañas de las finanzas paraguayas de ese entonces.[1][2]

Causas

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El gobierno de Wasmosy enfrentó la primera de las dos peores crisis financieras del siglo XX. Las condiciones ya se venían incubando desde al menos una década atrás. La liberalización del sistema financiero (durante el gobierno de Rodríguez), no acompañada por adecuados regímenes de control y supervisión, la corrupción generalizada, la inobservancia de normas legales básicas y de préstamos relacionados, y la oportunidad de realizar grandes ganancias en corto plazo llevaron a un aumento de instituciones financieras de 88 a fines de 1988 a 147 a principios de 1995. Esto se considera una de las principales causas que llevó a la terrible crisis a mediados de los 90.[3]

Las advertencias de las misiones de los organismos internacionales eran sistemáticamente ignoradas por la presión de sectores políticos y grupos de interés en conveniente maridaje. En mayo de 1995, las advertencias de riesgo se hicieron realidad. Fueron intervenidos los bancos Bancopar y General, al experimentar agudos problemas de liquidez.

Un poco después, en el año fueron intervenidos el Bancosur y el Banco Mercantil y las financieras Urundey, Sauce, Vanguardia y Sur de Finanzas, así como el banco de ahorro y préstamo para la vivienda Hogar Propio. Los principales directivos de los grandes bancos mencionados en primer lugar, fueron detenidos y procesados.

Consecuencias

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La crisis financiera paraguaya del 95, llevó a la bancarrota a varios bancos de entonces, en parte influenciado por el Famoso “Efecto Tequila”, crisis financiera ocurrido en México en el mismo año.

Durante el mandato de Juan Carlos Wasmosy (1993-1998) hubo dos graves crisis financieras, en 1995 y 1997 que eliminaron del mercado casi la totalidad de las empresas financieras locales, sobreviviendo solo las entidades financieras de origen extranjero. La crisis también afectó duramente a la clase media paraguaya y activó una crisis económica de la cual el país recientemente ha podido salir no del todo.[4]

Al daño económico causado al país, estimado en 137 millones de dólares, y a los ahorristas, se agregó el daño moral causado por revelaciones y acusaciones escandalosas. El total de créditos que había en Paraguay al empezar la crisis era casi US$ 2.000 millones y cae a US$ 800 millones en siete años. Lo mismo pasa con los depósitos que estaban en US$ 2.000 millones y caen a US$ 1.400 millones.

El costo total final de las crisis ha sido estimado entre 10 y 12% del producto interno bruto (PIB) y para cubrirlo fueron promulgadas dos leyes. De 40 instituciones bancarias, luego de la crisis, quedaron menos de 14, lo mismo que las financieras, que de un número cercano a las 60 no quedaron más que 13 o 14. Todo lo demás quebró, y eso significó que mucha gente perdió sus depósitos, muchas zonas del país se quedaron sin servicios bancarios.[5]

Véase también

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Referencias

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