Un préstamo rápido, crédito rápido, minicrédito o crédito expres es un tipo de crédito al consumo que se concede por empresas no financieras de crédito o entidades financieras en un breve plazo, con un límite breve de devolución y con condiciones de pago muy desfavorables, es decir, con un interés muy alto.[1][2][3]

No debe confundirse con los microcréditos que ofrecen las entidades financieras o bancos ni con los créditos al consumo de las entidades bancarias tradicionales.

Estas empresas de crédito -normalmente telefónicas y online- no exigen excesivas condiciones por lo que los clientes o deudores acuden para conseguir liquidez ante una urgencia o necesidad. Evalúan en horas o pocos días la aprobación del préstamos.[4]​ Las empresas imponen tanto intereses muy altos como plazos cortos y estrictos de devolución -de días, un mes, o algunos meses- dependiendo de la cantidad. Si se produce morosidad -retrasos en el pago y la devolución- los intereses se multiplican y la devolución se hace muy difícil.[1][2][3]

Créditos rápidos y emergencias sociales editar

La aparición y desarrollo de empresas crediticias de créditos rápidos se produce cuando se dan las siguientes circunstancias:[2][3]

  • Situaciones de emergencia económica o imprevistos: problemas de salud, compromisos de pagos pendientes, suministros -gas, agua, electricidad- y otras situaciones de emergencia social.
  • Problemas de liquidez: falta de dinero en metálico, ausencia de crédito ordinario mediante tarjetas o crédito bancario en las cuentas bancarias, ausencia de bienes que puedan ser vendidos o empeñados, etc.
  • Contexto de nulo apoyo familiar: situaciones en las que no existe apoyo familiar que palíe o anule la emergencia económica mediante una cesión monetaria o préstamo intrafamiliar.
  • Contexto de nulo apoyo estatal o social o desconocimiento de su existencia: en numerosos países el Estado, las entidades locales -ayuntamientos-, Cruz Roja y otras Organizaciones no gubernamentales, parroquias, etc, ofrecen recursos o ayudas para aliviar o apoyar situaciones de emergencia social.
  • Valoración errónea de la urgencia o necesidad de un gasto: en ocasiones se considera necesario o urgente realizar un gasto -una compra o pagar una deuda- cuando realmente no es tan urgente o necesario y además puede empeorar la situación económica a corto o medio plazo si no se tiene garantía de poder acometer la devolución del préstamo con holgura.

Publicidad y créditos rápidos editar

La publicidad de los créditos rápidos incide en los aspectos más positivos del consumo sin atender a las razones objetivas de la necesidad cubierta y de las consecuencias económicas. Así expone la enorme satisfacción que se produce por la adquisición de un bien deseado -mueble, televisión, ropa, actividad, etc.; la inteligencia que muestra el que solicita el préstamo frente a otros que no poseen dicho bien o servicio; la facilidad con que se pueden satisfacer los deseos inmediatamente.[2]

Población a la que se dirigen los créditos rápidos editar

La población objetivo de la oferta de préstamos rápidos se centra en la población sin liquidez, con bajos ingresos, precaria, inmigrante, empleada a tiempo parcial o con retribuciones básicas -salario mínimo interprofesinal.[2]

Consecuencias en caso de impago editar

Las consecuencias por impago varían según el tipo de crédito (hipotecario, personal o minicrédito), pero generalmente los créditos rápidos, al ser de menor cantidad y concederse con ciertas facilidades, aumenta el riesgo de impago, y a su vez la comisión que la entidad cobra por morosidad (alrededor del 1% de interés diario), además se suelen registrar los datos del usuario en ficheros de insolvencia patrimonial y crédito,[5]​ lo cual afecta el historial crediticio del usuario. Para evitarlo siempre se recomienda contactar con la entidad financiera antes del vencimiento del pago y así evitar que el prestamista pueda iniciar reclamaciones judiciales.[6]

Elementos de un crédito rápido editar

Los elementos que constituyen un crédito rápido son los siguientes:[2]

  1. Empresa de crédito.
  2. Titular o titulares del préstamo.
  3. Período de aprobación del préstamo (horas o días)
  4. Contrato.
  5. Cantidad del préstamo, cantidad solicitada o capital solicitado.
  6. Comisiones y gastos por la firma del préstamo.
  7. Intereses del préstamo (normalmente anual o TAE -tasa anual equivalente-).
  8. Intereses de demora en caso de retraso en la devolución.
  9. Cantidad o monto Total a Devolver (capital solicitado + intereses + comisiones y gastos + intereses de demora).
  10. Plazo para pagar o devolver el préstamo y número de cuotas (dependiendo de la cuantía puede ser una o varias).

Recomendaciones para los clientes de créditos rápidos editar

La Agencia Catalana de Consumo de la Generalidad de Cataluña recomienda, en caso de que se necesite disponer de dinero de manera urgente:

  • Informarse: consultar todos los productos que hay en el mercado, para encontrar el más adecuado a nuestras necesidades. Consultar entidades no financieras y también financieras que suelen ofrecer mejores condiciones e intereses más bajos.
  • No fiarse de la publicidad: no hay que creerse la publicidad, hay que leer bien las condiciones, valorar sus ingresos totales y gastos mensuales para ver si puede hacer frente a una nueva cuota antes de contratar.
  • Exigir las condiciones por escrito del contrato: pedir una oferta vinculante que es el documento con las condiciones del crédito que suele tener una validez de varios días o pocas semanas por escrito para leerlo tranquilamente.
  • Guardar el contrato y toda la documentación -publicidad incluida-, así como los recibos de ingresos y pagos.
  • No firmar el contrato hasta comprobar que la oferta escrita es idéntica a se había hecho inicialmente o en la publicidad y que no hay ninguna cláusula abusiva sobre todo en los intereses de demora.
  • Si se contrata a distancia, ya sea por teléfono o por Internet, también puede ejercer el derecho de desistimiento en el plazo determinado (en España es de 14 días naturales).
  • Procure contratar con entidades financieras adheridas al sistema arbitral de consumo.
  • En caso de conflicto debe pedir las hojas de queja o reclamación o denuncia en el establecimiento donde firmó el contrato de préstamo. Si la respuesta no es satisfactoria en el plazo estipulado (1 mes en España), puede dirigirse a la Oficina Municipal de Información al Consumidor de su municipio, a la Agencia Catalana del Consumo y después valorar la vía judicial.[3]

Bibliografía editar

2015 - Créditos rápidos - problemas expres. Préstamos rápidos de entidades no financieras. Condiciones de contratación y riesgos para los consumidores, ASGECO, España.

Véase también editar

Referencias editar

  1. a b «Créditos rápidos, la usura del siglo XXI». elsalmoncontracorriente.es. 27 de septiembre de 2016. Consultado el 10 de febrero de 2017. 
  2. a b c d e f «Análisis documental de préstamos rápidos de entidades no financieras». Asociación General de Consumidores - Agencia española de consumo Sanidad,. noviembre de 2015. Archivado desde el original el 31 de diciembre de 2016. Consultado el 10 de febrero de 2017. 
  3. a b c d «Aviso a los usuarios de "créditos rápidos"». Generalitat de Catalunya. 7 de octubre de 2016. Archivado desde el original el 11 de febrero de 2017. Consultado el 10 de febrero de 2017. 
  4. «▷ Préstamos con VERAZ negativo: 7 opciones REALES (2021)». Consultado el 23 de agosto de 2021. 
  5. «ASNEF - Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito». www.asnef.com (en inglés). Consultado el 19 de octubre de 2017. 
  6. «Blog | WannaCash». WannaCash. Consultado el 19 de octubre de 2017.