La Guerra de los 80 años. Realmente el conflicto comenzó en 1559, cuando tras abdicar Carlos V como emperador, Felipe II abandona Flandes camino de Madrid y su tía, Margarita de Austria,no puede hacer frente a la tendencia centrifufa de la región, que al carecer de monarca propio, aprovecha la ocasión, basada en su acervo cultural y los conflictos de tipo religioso,luteranos y católicos Vs calvinistas,la situación se va agravando para que desde la Declaración de Breda en 1566, originar la Unión de Arrás y la de Utrecht. Después entrarían en juego el Duque de Alba, con su tribunal de los tumultos, el aumento de impuestos, etc; más tarde Requesens de ingrato recuerdo para Amberes, por su destrucción en 1576; el intento fallido de D. Juan de Austria, sin dinero ni soldados; la recuperación del prestigio español gracias a Margarita de Parma y su hijo Alejandro Farnesio. La tregua de los doce años, ya en época de Felipe III, no fue sino un interludio del final que se avecinaba. Ya en el período de Felipe IV y el Conde Duque de Olivares, gracias al conflicto general europeo y la división de fuerzas imperiales, que luchaban en varios frentes y a pesar de los esfuerzos del Cardenal infante, de Spinola, de Tilly y Wallestein, las derrotas españolas en Las Dunas y en Rocroi, desembocarían en las paces de Munster y Osnabruck, conocida como la Paz de Westfalia en 1648, que ponía fín a la sangría humana y económica que había supuesto el conflicto, reconociendo la independencia de las Provincias Unidas y entregando Flandes al Imperio Habsburgo.

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