Dos viejos

cuadro de Francisco de Goya

Dos viejos, Dos frailes o Un viejo y un fraile es una de las Pinturas negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del Sordo— que Francisco de Goya adquirió en 1819. La obra ocupaba un lugar junto a la puerta de entrada de la planta baja de la casa, situado a la derecha según se entra, enfrentado a la pared donde estuvo el Saturno devorando a su hijo.[1]

Dos viejos
Año 1819-1823
Autor Francisco de Goya
Técnica Óleo sobre muro, trasladado a lienzo
Estilo Romanticismo
Tamaño 144 cm × 66 cm
Localización Museo del Prado, Madrid, España

La obra, junto con el resto de las Pinturas negras, fue trasladada de revoco a lienzo, a partir de 1874, por Salvador Martínez Cubells, por encargo del barón Émile d’Erlanger,[2]​ un banquero francés, que tenía intención de mostrarlas en la Exposición Universal de París de 1878. Pero las obras no atrajeron compradores y él mismo las donó, en 1881, al Museo del Prado, donde actualmente se exponen.

Análisis editar

 
Dos viejos, en una pared de la planta baja de la Quinta de Goya. Fotografía de Laurent, año 1874. Fototeca del IPCE. Positivo digital.

En el cuadro aparecen dos ancianos personajes vestidos con hábito de fraile. El situado en primer término tiene una gran barba cana, es alto y se apoya en un bastón. Desde el punto de vista iconográfico se relaciona con el dios Tiempo y podría simbolizar la vejez. El que está a su espalda está fuertemente caricaturizado. Su rostro es de aspecto cadavérico o animal y parece gritarle al oído a su compañero, lo que podría ser una alusión a la sordera de Goya.

Es notable la diferencia en el tratamiento de las dos figuras. El anciano de la barba se muestra tranquilo y digno. Su expresión es algo triste, pero serena. Se apoya en el cayado, pero no por debilidad, pues mantiene fuerza y prestancia. Sus ropas y su figura recuerdan a los eremitas o a los filósofos de Velázquez, Esopo y Menipo, que fueron objeto de copia por parte del aragonés. El otro personaje contrasta vivamente con él: de rostro monstruoso, está representado con los rasgos que Goya utilizaba para los frailes satíricos de sus Caprichos y Disparates.

Como en todas las Pinturas negras, la gama cromática se reduce a ocres, tierras, grises y negros. El cuadro es un exponente de las características que el siglo XX ha considerado como precursoras del expresionismo pictórico.

Notas editar

  1. Vistas virtuales de la ubicación original. [1] Archivado el 25 de junio de 2007 en Wayback Machine., [2] Archivado el 18 de marzo de 2016 en Wayback Machine.
  2. Cfr. Valeriano Bozal (2005), vol. 2, pág. 247:
    Salvador Martínez Cubells (1842 - 1914), restaurador del Museo del Prado y académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, trasladó las pinturas a lienzo por encargo del que en aquel momento, 1873, era propietario de la quinta, el barón Fréderic Emile d'Erlanger (1832 - 1911). Martínez Cubells realizó este trabajo ayudado por sus hermanos Enrique y Francisco (...)
    Valeriano Bozal, Francisco Goya, vida y obra, (2 vols.) Madrid, Tf. Editores, 2005, vol. 2, pág. 247, ISBN 84-96209-39-3.

Bibliografía editar

  • BENITO OTERINO, Agustín, La luz en la quinta del sordo: estudio de las formas y cotidianidad, Madrid, Universidad Complutense, 2002, pág. 31. Edición digital ISBN 84-669-1890-6. Comentario extenso de Dos frailes en páginas 95-99.
  • BOZAL, Valeriano, Francisco Goya, vida y obra, (2 vols.) Madrid, Tf. Editores, 2005. ISBN 84-96209-39-3.
  • BOZAL, Valeriano, Pinturas Negras de Goya, Tf. Editores, Madrid, 1997.
  • D'ORS FÜHRER, Carlos, y MORALES MARÍN, Carlos, Los genios de la pintura: Francisco de Goya, Madrid, Sarpe, 1990. Sección «Estudio de la obra seleccionada», por Carlos D'Orf Führer. ISBN 84-7700-100-2
  • GLENDINNING, Nigel, Francisco de Goya, Madrid, Cuadernos de Historia 16 (col. «El arte y sus creadores», nº 30), 1993.
  • HAGEN, Rose-Marie y HAGEN, Rainer, Francisco de Goya, Colonia, Taschen, 2003. ISBN 3-8228-2296-5.

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