La Batalla de Blaye (acaecida el 18 de abril de 1593 durante la guerra anglo-española de 1585-1604) es una victoria naval de la armada española sobre la armada inglesa.

Batalla de Blaye
Guerra anglo-española de 1585-1604
Parte de Guerra anglo-española de 1585-1604 y guerras de religión de Francia
Fecha 18 de abril de 1593
Lugar Blaye, Francia
Coordenadas 45°08′N 0°40′O / 45.13, -0.67
Resultado Victoria española
Beligerantes
Bandera del Imperio Español Casa de Austria Bandera del reino de Inglaterra Inglaterra
Comandantes
Bandera del Imperio Español Juanes de Villaviciosa Lizarza
Bandera del Imperio Español Pedro de Zubiaur
Bandera del reino de Inglaterra Almirante Wilkenson  
Fuerzas en combate
20 felibotes y pinazas 6 galeones
Apoyados por:
11-19 a 40-60 barcos franceses e ingleses (incluyendo 6 galeazas)
Bajas
2 barcos quemados 2 galeones hundidos (nave capitana destruida)
Varios barcos dañados
6 mercantes ingleses capturados

Antecedentes

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En 1592 el marino Pedro de Zubiaur dispersaba un convoy inglés de 40 buques incendiando la nave capitana y capturando otros tres barcos. Sin embargo, el daño no pudo ser mayor debido a que fue descubierto por una flota de 6 buques de guerra ingleses y tuvo que desistir.

Combate

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Al año siguiente, acude en la ayuda de Blaye, ciudad tomada por los católicos y que estaba siendo asediada duramente. Al llegar al puerto, avistó 6 buques ingleses y los embistió, hundiendo la nave capitana mandada por el almirante Wilkenson, y provocando un incendio a la nave almiranta del vicealmirane Brailford, que también se hundió con todos sus tripulantes. Posteriormente una nueva flota enemiga lo encontró y se produjo un duro cañoneo. Aunque se incendió ligeramente la nave mandada por Pedro de Zubiaur, se consiguió hundir la nave capitana enemiga y salvar todos los buques españoles.

Posteriormente, tuvo que librar dos combates más. El primero sucedió cuando desembarcaba el socorro, contra una escuadra de 11 navíos de La Rochelle y de Boagre. A pesar de que su capitana sufrió un pequeño incendio, logró hundir la capitana enemiga y salvar todos sus buques. Cuando anochecía, llegó otra escuadra de 40 navíos y dos galeotas procedentes de Burdeos. Pero un temporal hizo encallar buques (tanto propios como enemigos) y dispersar otros. Finalmente, logró retirarse con toda su flota con la marea alta y emprendió el viaje de regreso a Pasajes.

Consecuencias

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Aunque se pidió al rey Felipe II que le concediera el título de "general como a lo demás de escuadra para que antes que muera deje esto a los mios", no lo consiguió. El éxito alcanzado fue calificado de milagro, y se mandó pintar un lienzo que sirviera de recuerdo permanente de este feliz acontecimiento.[1]

La victoria, unida a otras victorias españolas, propició que en el tratado de Londres de 1604, España mantuviera la hegemonía mundial durante varios años más.

Referencias

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  1. Fernández Duro. Armada española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón, Tomo III, pág. 86.

Enlaces externos

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