La ética nuclear pertenece al ámbito de las éticas aplicadas y tiene como principal área de estudio las cuestiones derivadas de la guerra nuclear. Entre estas últimas, destacarían la propia guerra nuclear, la posesión de armas nucleares su desarme. El concepto ética nuclear ha obtenido relevancia tanto después de la Segunda Guerra Mundial como durante la Guerra Fría.

Dado que la ética persigue en última instancia la vida buena y para ello elabora una proporción una serie de normas morales que rigen la conducta humana, la ética nuclear defiende a ultranza que la energía nuclear no contribuya a la destrucción de la Humanidad. Desastres nucleares como los de Hiroshima[1]​ durante el verano de 1945 o accidentes como el de Chernóbil en abril de 1986 han dado cuenta de lo devastador de su capacidad destructiva. También la Crisis de los Misiles entre Cuba y Estados Unidos reflejó el pánico generalizado a que una maniobra desafortunada pudiera desatar el caos.

Así y todo, resulta necesario que tanto las autoridades como la sociedad civil se familiarice con un concepto como ética nuclear.

Referencias editar

  1. Allier, D.; Defois, G. (Coords.) (1990). «Por una ética de la energía nuclear». Fundación Encuentro.