Diferencia entre revisiones de «Arquitectura de Cantabria»

Contenido eliminado Contenido añadido
Tony Rotondas (discusión · contribs.)
Tony Rotondas (discusión · contribs.)
Línea 130:
Arquitectos como [[Valentín Casalís]] o el propio Javier González Riancho iniciaron el siglo XX adhiriéndose a la búsqueda de una arquitectura nacional española. A principios del siglo XX [[Leonardo Rucabado]] popularizará la arquitectura regionalista montañesa, el [[estilo montañés]], determinada por la evocación historicista de la arquitectura montañesa de los siglos XVI, XVII y XVIII.<ref>Regionalismos arquitectónicos similares aparecen en el [[País Vasco]], de la mano [[Manuel María Smith]]; en [[Aragón]], con [[Ricardo Magdalena]] y [[Félix Navarro]]; y en [[Andalucía]], con [[Aníbal González]].</ref> Rucabado realizaría en Santander destacadas obras, como la Biblioteca y Museo Menéndez Pelayo, la Casuca, el Solaruco o el ''Proyecto de Palacio para un noble en la Montaña''. En su [[Hotel Real (Santander)|Hotel Real]], de [[1916]] y en [[hormigón armado]], se funden detalles de los grandes hoteles europeos con la decoración propia del regionalismo montañés. Esta tendencia será seguida posteriormente por diferentes arquitectos nacionales y regionales con obras como el edificio de Correos de Santander, obra de [[Secundino Zuazo]] y [[Eugenio Fernández Quintanilla]].
 
A partir de [[1925]] comienza a rechazarse la tradición clásica y regionalista, aceptandoseaceptándose toda un amalgama de derivadas, tanto de una concepción arquitectónica basada en la razón ([[Arquitectura racionalista|racionalismo]], [[constructivismo]] y [[neopositivismo]]), como de corrientes más utópicas ([[futurismo]] y [[expresionismo]]). La mejor [[arquitectura moderna]] realizada en Cantabria en este período surgiría de la conjunción de ambas tendencias. Así, [[José Enrique Marrero]] construiría en Santander el [[edificio Siboney]], [[Gónzalo Bringas]] levantaría el [[Real Club Marítimo de Santander|Real Club Marítimo]] y [[Eugenio Fernández Quintanilla]] hace lo propio con el teatro María Lisarda, actual [[Hotel Coliseum]].
 
Finalizada la [[Guerra Civil Española|Guerra Civil]] la arquitectura se impregna de un cierto tradicionalismo, fomentando la preferencia por los materiales, técnicas y temas nacionales. La reconstrucción de Santander tras el [[Incendio de Santander de 1941|incendio de 1941]] permitió poner en práctica esta tendencia en la región. Así, se perseguiópersiguió un [[urbanismo]] organicista, grandilocuente, y con unos intentos de monumentalización reflejados en actuaciones como las calles Isabel II y Lealtad o los del edificio de estaciones de ferrocarriles y la Plaza Porticada. Sin embargo algunos arquitectos como [[Luis Moya Blanco]], desde la tradición, buscaron soluciones más modernas para sus obras, como lo demuestra la [[iglesia de la Virgen Grande]], en [[Torrelavega]].
 
Poco a poco se va produciendo una renovación arquitectónica que llega, unas veces por la influencia del [[regionalismo crítico]] (Casa Olano en [[La Rabia]], [[Comillas (Cantabria)|Comillas]]), otras de la mano de soluciones organicistas o de la definición de una nueva especialidad, con la utilización de nuevos materiales, como el [[hormigón]] o el [[cristal]]. A partir de los [[Años 1970|años setenta]] la arquitectura realizada en Cantabria se integra en el panorama internacional, caracterizado hasta la actualidad por una total diversidad.