Diferencia entre revisiones de «Pío Baroja»

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== Biografía ==
 
Pío Baroja perteneció a familias siempre muy distinguidas y conocidas en [[San Sebastián]] relacionadas con el periodismo y los negocios de imprenta. Su bisabuelo paterno, Rafael, fue en [[Oyarzun (Guipúzcoa)|Oyarzun]] impresor del periódico ''La Papeleta de Oyarzun'' y de otros textos durante la guerra contra Napoleón. Su abuelo del mismo nombre, Pío Baroja, editó en San Sebastián el periódico ''El Liberal Guipuzcoano'' (1820-1823) durante el [[Trienio Liberal]] e imprimió la ''Historia de la Revolución Francesa'' de [[Adolphe Thiers|Thiers]] en doce tomos, con traducción de [[Sebastián de Miñano y Bedoya]]. Los hijos de Rafael Baroja, Ignacio Ramón y Pío, continuaron con el negocio de imprenta y un hijo de este último, Ricardo, tío del novelista, será, con el tiempo, editor y ''factótum'' del periódico stiarradonostiarra ''El Urumea''. Entre los ascendientes de la madre había una rama italiana lombarda, los Nessi, a la que el escritor debe su segundo apellido.
 
Pío fue el tercero de tres hermanos: Darío, que murió joven aún en 1894; [[Ricardo Baroja|Ricardo]], que sería en el futuro también escritor y un importante pintor, conocido sobre todo por sus espléndidos aguafuertes, y Pío, el hermano menor, que dejaría la profesión de médico por la de novelista. Ya muy separada de ellos, nació [[Carmen Baroja|Carmen]], que habría de ser la inseparable compañera del novelista y la mujer del futuro editor de su hermano, [[Rafael Caro Raggio]], ocasional escritora también. El padre de los Baroja, Serafín, era, al par que hombre inquieto, periodista de ideas liberales, ingeniero de minas, lo que llevó a la familia a constantes cambios de residencia por toda España. El continuo ir y venir de su familia inculcó al futuro novelista la afición a los viajes y le permitió conocer bien el país. A los siete años marchó con su familia a MadriMadrid, donde el padre obtuvo una plaza en el [[Instituto Geográfico y Estadístico]]; pero volvieron a [[Pamplona]] y de nuevo a Madrid. Baroja había leído ya a clásicos juveniles ([[Julio Verne]], Mayne Reid y [[Daniel Defoe]]). Se libró del servicio militar, que le repugnaba. En 1891 terminó la carrera de medicina en Valencia y se doctoró en 1894 en Madrid con una tesis sobre ''El dolor, estudio psicofísico''.
 
Como estudiante no destacó, más por falta de interés que de talento, y ya por entonces se le apreció un carácter gruñón, arisco y descontentadizo; no simpatizó con profesor alguno y se mostró hipercrítico con todo; ninguna profesión le atraía, sólo escribir no le disgustaba. Leyó bastante filosofía alemana ([[Inmanuel Kant]] y [[Arthur Schopenhauer]]), decantándose por el [[pesimismo]] de este último. Tímido y retraído al mismo tiempo, nunca se casó. Tras defender su tesis, marchó en ese mismo año de 1894 a [[Cestona]], en [[Guipúzcoa]], con plaza de médico. Pero el oficio le asqueaba y riñó con el médico viejo, con el alcalde, con el párroco y con el sector católico del pueblo, que le acusaba de trabajar los domingos en su jardín y de no ir a misa, pues, en efecto, era ateo; tras pasar un año allí volvió, pues, a San Sebastián, dispuesto a ser cualquier cosa menos médico, y encontró su oportunidad en Madrid, donde su hermano Ricardo dirigía una panadería ([[Viena Capellanes]]) porque una tía les había legado el negocio; Ricardo le había escrito que estaba harto y quería dejarlo y Pío decidió encargarse él mismo de regentar la tahona. Sobre eso le gastaron bastantes bromas: «''Es un escritor de mucha miga, Baroja''» — dijo de él [[Rubén Darío]] a un periodista. A lo cual respondió el escritor: «''También Darío es escritor de mucha pluma: se nota que es indio''». Instalado en Madrid, empezó a colaborar en periódicos y revistas, simpatizando con las doctrinas sociales [[Anarquismo|anarquistas]], pero sin militar abiertamente en ninguna. Al igual que su conterráneo [[Miguel de Unamuno]], abominó del [[nacionalismo vasco]], contra el que escribió su [[sátira]] ''Momentum catastrophicum''.