Diferencia entre revisiones de «Primera Guerra Mundial»

Contenido eliminado Contenido añadido
Equi (discusión · contribs.)
Revertidos los cambios de 190.20.72.71 a la última edición de Luis1970 usando monobook-suite
Línea 92:
El equilibrio de fuerzas y las formidables armas facilitaron enormemente la defensa frente al ataque e impusieron la estabilización del frente. Los soldados colocaron decenas de kilómetros de alambradas y minas entre el Mar del Norte y Suiza. Un asalto presentaba tal desventaja frente al adversario que los ataques aliados fueron infructuosos y Alemania pudo resistir a pesar de combatir en dos frentes. Las condiciones sanitarias y humanas para los soldados eran muy crudas y las bajas elevadísimas. Los contendientes tuvieron que recurrir a la leva en masa; en este aspecto Alemania tenía la ventaja de su población numéricamente superior a la de Francia.
 
Los dos bandos tenían grandiosos picosplanes en caso de conseguir la victoria. La diplomacia fue muy activa también: ambos bandos sedujeron a Italia, que al fin se inclinó por la Entente. Los militares germanos esperaban que Bethmann-Hollweg consiguiese la paz con Rusia para poner todo el esfuerzo en el Oeste, pero esto fue imposible: los Aliados reafirmaron su compromiso de no negociar ninguna paz por separado.
 
En otoño de 1915 [[Joffre]] intentó una ofensiva, con apoyo inglés, que concluyó en un gigantesco fracaso. Después de este éxito defensivo, a finales de año, el archiduque [[Erich von Falkenhayn|Falkenhayn]], Jefe de Estado Mayor, propuso su proyecto al Kaiser: atacar [[Verdún]], plaza fuerte e impenetrable según la propaganda francesa, pero que estaba en posición delicada por no poseer un camino o vía férrea para su reavituallamiento. Él esperaba que su caída debilitaría la moral de los soldados franceses. La idea era liquidar un gran número de tropas enemigas a un costo «módico» en vidas germanas. El [[21 de febrero]] de [[1916]], el ataque se inició con la artillería bombardeando salvajemente las posiciones aliadas. Los alemanes avanzaron poco, pero las pérdidas francesas fueron enormes. El 25 de febrero, el General Langle de Cary decidió abandonar, lo más razonable desde un punto de vista estratégico. Pero el mando francés pensaba que no podrían permitirse perder Verdún y nombró en su lugar a [[Philippe Pétain]], quien organizó una serie de violentos contraataques. Los alemanes transformaron esta batalla de frente reducido en una vasta carnicería.