Diferencia entre revisiones de «Hispania visigoda»

Contenido eliminado Contenido añadido
Deshecha la edición 25944312 de 195.55.79.21 (disc.)
Deshecha la edición 25944310 de 195.55.79.21 (disc.)
Línea 5:
== Historia ==
=== Las invasiones germánicas en Hispania ===
{{VT|Invasiones germánicas en la Península Ibérica}}
como ace la oveja,beebeeeeeee
{{VT|Reino visigodo de Tolosa}}
 
Desde el [[siglo III]] al [[Siglo V|V]], diversos pueblos germánicos habían cruzado la península ibérica, fundamentalmente los [[suevo]]s, los [[vándalo]]s y los [[alano]]s, y aunque se les llama germánicos, lo cierto es que los alanos eran de origen asiático. Hacia el [[409]] ó [[410]], se tienen noticias de la entrada por los [[Pirineos]] de un número no determinado de suevos (unos 30.000 aunque no hay consenso entre los historiadores), el pueblo germánico de mayor complejidad cultural, ocupando el noroeste de la península, lo que es [[Gallaecia]], con capital en [[Bracara Augusta|Braccara]].
 
El cronista [[Hidacio]], hablando sobre todo de la ocupación de la Gallaecia por los suevos, habla de todo tipo de atropellos y brutalidades:
 
{{cita|Los bárbaros que habían penetrado en las Españas las devastan en lucha sangrienta [...] Desparramándose furiosos los bárbaros por las Españas, y encrueleciéndose al igual el azote de la peste, el tiránico exactor roba y el soldado saquea las riquezas y los mantenimientos guardados en las ciudades; reina un hambre espantosa, y las fieras destrozan hasta a los hombres más fuertes.|C. Sánchez Albornoz y A. Viñas: ''Lecturas históricas españolas''.<ref>Valdeón, J. y otros, ''Geografía e historia de España y de los países hispánicos'', Anaya, Madrid, 1985, ISBN 84-207-2577-3.</ref>}}
 
No obstante, los historiadores actualmente consideran que las fuentes de la época deben ser miradas con prudencia, analizando no sólo lo que se escribe sino también la finalidad que perseguía el autor en su época con dicha obra, debiendo someterlas a un enjuiciamiento crítico.<ref>Ripoll, G., y Velázquez, I., ''La Hispania visigoda'', Historia 16, Madrid, 1995, pág. 9, ISBN 84-7679-283-2.</ref>
 
Galicia fue ocupada no sólo por los [[suevos]], sino también por vándalos [[asdingos]]. Los alanos se desplazaron hacia la [[Lusitania]] y la [[Carthaginense]]. Con los [[Silingos|vándalos silingos]] en la zona de la [[Bética]], sólo quedaba en poder del [[Imperio Romano]] la provincia de la [[Tarraconense]]. Precisamente para poder recuperar el dominio perdido en la Península Ibérica, el imperio pacta con el rey godo [[Valia]] para que sean ellos quienes defiendan los derechos de Roma frente a estas tribus germanas. Así pues, en el [[416]] los visigodos penetran como aliados de [[Roma]], a través de un «[[foedus]]», derrotando a los alanos y a parte de los vándalos, con lo que el Imperio recupera el control de las regiones más romanizadas (la Bética y el sur de la Tarraconense).
 
El emperador [[Honorio]] en el [[418]] los aleja del rico [[Mediterráneo]], recolocándolos en la [[Aquitania]]. Los suevos ocuparon entonces buena parte de la península, con capital en Emérita Augusta, la actual [[Mérida (España)|Mérida]]. Los vándalos los derrotaron en Mérida pero, hacia [[429]], pasaron a África. Los alanos, que ocuparon el centro y el este de la Península, y acabaron siendo absorbidos por la población hispanorromana.
 
En esta situación el Imperio romano de Occidente había recuperado el dominio al menos nominal de la Península, excepto la zona dominada por los suevos, que afianzaban su reino en el occidente. Hacia el año [[438]] el rey suevo [[Requila]] emprende una decidida actividad de conquista del resto de Hispania, adueñándose de la Lusitania, la Carthaginense y la Bética. Su sucesor, [[Requiario]], aprovechará las perturbaciones del movimiento [[bagauda]] para avanzar hacia la zona de [[Zaragoza]] y [[Lérida]]. Tal acción impulsó al [[Imperio Romano]] a pedir nuevamente a los visigodos, a través de su rey [[Teodorico II]], la ayuda precisa para controlar Hispania. Las tropas visigodas cruzan los [[Pirineos]] y en el [[456]] capturan al rey Requiario, quedando el resto de los suevos en lo que hoy se conoce como [[Galicia]]. El reino suevo se mantuvo independiente hasta finales del [[siglo VI]]. El resto de la península pasa a manos visigodas, pasando a formar parte del [[Reino visigodo de Tolosa]], con capitalidad en Tolosa ([[Toulouse]], actual Francia). Las oleadas de conquista se sucederán con posterioridad, pero ahora para ocupar espacios donde domina todavía el [[Imperio Romano]].
 
En el año [[476]], los visigodos ya se habían asentado en la [[península Ibérica]] y en el [[490]] termina el grueso de las migraciones desde el norte.
 
=== El convulso siglo VI ===
{{VT|Reino visigodo de Toledo}}
[[Archivo:Reino de los visigodos.svg|thumb|250px|right|Extensión del [[Reino Visigodo]] hacia principios del [[siglo VI]].]]
Los visigodos no controlaban toda la [[Península Ibérica]]. En la parte noroeste estaba el [[reino de los suevos]]. Toda la [[cornisa cantábrica]], desde la [[cordillera]] hasta el [[mar]], zona [[Romanización de Hispania|poco romanizada]], estaba dominada por [[astures]], [[cántabros]] y [[vascones]]. La monarquía visigoda conoció un momento de debilidad durante el siglo VI. Al menos dos reyes son asesinados sucesivamente, [[Teudiselo]] y [[Agila I]], y en distintas zonas de la península se producen sublevaciones de terratenientes contra la autoridad real ([[Córdoba (España)|Córdoba]], [[Sevilla]] y [[Mérida (España)|Mérida]], estas dos últimas capitales del reino).
 
El [[imperio bizantino]] aprovechó la oportunidad con [[Justiniano I]] para ocupar un amplio frente de costa desde [[Alicante]] hasta la costa sur-atlántica [[Portugal|portuguesa]], incluyendo el norte de África y las Islas Baleares. El nuevo territorio conquistado se denominó [[Provincia de Spania]], y se estableció su capital en [[Carthago Spartaria]] (Cartagena) controlando buena parte del Mediterráneo hispano y el estrecho de [[Gibraltar]], y con ello el comercio.
[[Archivo:Hispania 586 AD.PNG|thumb|250px|Reino visigodo durante [[Leovigildo]], año [[586]].]]
[[Atanagildo]] trasladó la capital a [[Toledo]]. Gracias a la decidida acción política de [[Leovigildo]] ([[573]]–[[586]]) se produjo en la segunda mitad del [[siglo VI]] un fortalecimiento de la monarquía, con logros en diversos campos. Consiguió cierto nivel de estabilidad de la monarquía con reformas monetarias, restableciendo el control soberano sobre territorios que se habían declarado independientes en la primera mitad del [[siglo VI]], la conquista del [[Suevos|reino suevo]], así como contra las instalaciones bizantinas, muchas de las cuales pasaron de nuevo a manos visigodas.
 
No obstante, la pretensión de Leovigildo de unificar sus reinos religiosamente, con base en el [[arrianismo]], fracasó. Vivió sus peores horas con la sublevación de su hijo [[Hermenegildo]] en el sur, convertido al [[catolicismo]]. Hasta el [[584]] no se restaurará la paz con la derrota del hijo a manos del padre. Fue su hijo y sucesor [[Recaredo]] (586–[[601]]), hermano de Hermenegildo, quien logró esa unidad religiosa, pero tomando como base el catolicismo. Se exteriorizó la conversión del rey y de Baddo, su esposa, en el trascendental [[III Concilio de Toledo]]. Es después de esta conversión cuando se considera que alcanza su cénit la cultura visigótica en [[Hispania]].
 
=== Los oscuros años del siglo VII ===
[[Archivo:Hispania 700 AD.PNG|thumb|250px|right|Hispania visigótica hacia el año 700, antes de la invasión musulmana de la [[península Ibérica]].]]
 
La relativa paz que se respiraba con Leovigildo y [[Recaredo]], se ve truncada nuevamente. Se suceden [[Liuva II]], [[Witerico]], [[Gundemaro]] y [[Recaredo II]] y de ellos, el que no es asesinado, incluso siendo menor de edad, muere en extrañas circunstancias. Únicamente [[Suintila]] ([[621]]–[[631]]), gran general, termina por expulsar a los bizantinos en el [[620]].
 
[[Recesvinto]] ([[649]]–[[672]]) será reconocido por su labor legislativa de corta duración (''[[Liber Iudiciorum]]''), mejorada por [[Wamba]], pero que influirá de manera notable en los [[Fuero local|fueros locales]] a partir del [[siglo X]].
 
=== El derrumbamiento del Estado visigodo ===
En una carta al rey [[Etelredo de Mercia]], fechada en el [[746]]–747, [[San Bonifacio]] atribuía el derrumbamiento del reino visigodo a «''la degeneración moral de los godos''». Para [[E. A. Thompson]], que es quien comenta esto en el prólogo de ''[[Los godos en Hispania]]'' (1969), «''no es en absoluto evidente que la moderna investigación, en el punto en que se encuentra, haya profundizado mucho más''».
 
En cualquier caso, según la historia clásica, hacia el [[710]] se suceden los enfrentamientos por el trono tras la muerte de [[Witiza]]. Los pretendientes a la corona, Roderico (conocido como [[don Rodrigo]]) y [[Agila II]], el primero en el sur y el segundo en el norte de la península, se sitúan en posiciones extremas. Se conviene en que Witiza había pactado antes de su muerte la [[invasión musulmana de la Península Ibérica en el siglo VIII|invasión de los musulmanes]] para el control del reino. Otros sostienen que fue Agila II, pero mantienen que los [[musulmán|musulmanes]], tras haber conquistado el norte de [[África]], cruzan el estrecho de Gibraltar y conquistan Toledo, venciendo y matando a [[Don Rodrigo|Rodrigo]] en la [[batalla de Guadalete]] (o de la Laguna de la Janda). Su entrada es imparable y dos años más tarde sitian [[Zaragoza]].
 
Por medio de una serie de capitulaciones, un noble visigodo perteneciente a los círculos palatinos, [[Tudmir|Teodomiro]], consiguió mantener durante ochenta años más, hasta el [[825]], una considerable autonomía en la [[Reino de Tudmir|Korá de Tudmir]], un vasto territorio en torno a la ciudad de Orihuela, en las actuales provincias de Murcia y Alicante.
 
Para el [[siglo IX]] toda la península, a excepción del norte peninsular, quedaría bajo el dominio musulmán. Existen otras teorías minoritarias para explicar el fin del reino visigodo sustituido por el predominio musulmán.<ref>[[Ignacio Olagüe Videla]], en ''[[La Revolución islámica en Occidente]]'', publicación muy controvertida, niega sin embargo que se produjera una invasión musulmana de la península Ibérica en el siglo VIII y propone que lo que habría tenido lugar en este siglo es el fracaso del Estado teocrático visigodo, seguido por una guerra civil entre dos bandos irreductibles: los partidarios de Roderic ([[Rodrigo]]), defensores del [[Trinitarismo|cristianismo trinitario]], y los partidarios de los hijos de [[Witiza]], adscritos al [[Arrianismo|cristianismo arriano]], con la intervención de caudillos provinciales, rebeldes al poder central. Un guerrero visigodo, por más señas pelirrojo y de ojos azules, sería quien, tras apoderarse de [[Córdoba (España)|Córdoba]] en el [[755]], sometería la mayor parte de la Península antes de morir en el [[788]]. Los cronistas árabes posteriores lo denominarían [[Abd Al Ramán]] y le atribuirían la condición de [[omeya]]. Estas hipótesis han sido discutidas por historiadores como Dolors Bramon, de la [[Universidad de Barcelona]].</ref>
 
La historiografía clásica dice que varios nobles visigodos escaparon a [[Principado de Asturias|Asturias]], una zona fuera del control musulmán, aunque las fuentes históricas reseñan la presencia de gobernadores musulmanes (como el famoso «moro Muza», en realidad [[Munuza]]), y uno de ellos, un oficial de [[Rodrigo|Roderico]], llamado [[Don Pelayo|Pelayo]], consiguió derrotar el [[722]] a una expedición de conquista musulmana en la [[batalla de Covadonga]]. Don Pelayo fue elegido [[Reino de Asturias|príncipe de los astures]] y así se conseguirá la creación de un pequeño pero férreo núcleo de resistencia que daría lugar a la formación de los primeros reinos cristianos. Las pruebas históricas no permiten corroborar tal afirmación, ni la localización exacta del lugar de la escaramuza, ni la fecha concreta, que abarca un período incluido entre los años [[718]] y [[722]].
 
== La sociedad de la Hispania Visigoda ==