Diferencia entre revisiones de «Juan Negrín»

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El texto de Diego Abad de Santillan carece de cualquier valor historiográfico, se reduce a un compendio de insultos a un contrincante politico sin ningun fundamento. No debe figurar aqui.
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Línea 46:
La decisión de enviar el oro a Moscú, en un principio efectuada debido a la necesidad de ponerla fuera del alcance de los sublevados, acabó siendo relacionada con la financiación de la adquisición de suministros militares y civiles. Aquellos consideraron la operación simple y llanamente como un robo, porque las mencionadas reservas no eran propiedad del Gobierno de la [[Segunda República Española|República]] —del Tesoro Público— sino del Banco de España, que no sería nacionalizado hasta la promulgación del [[Decreto-Ley 18/1962]], del [[7 de junio]] de [[1962]]. El Banco de España no era, pues, banco nacional, sino una [[sociedad anónima]] por acciones cuyas relaciones con el Gobierno estaban regidas por una Ley (Ley de Ordenación Bancaria del [[29 de diciembre]] de [[1921]], refundida el [[24 de enero]] de [[1927]] y modificada por Ley de [[26 de noviembre]] de [[1931]]) que no autorizaba a este último a disponer de las reservas de oro, más para ejercer una acción interventora con relación a la estabilidad cambiaria de la peseta. Sin embargo, el envío secreto del oro se justificaría (a posteriori) por la alteración el curso de la legalidad republicana.
 
Negrín convirtió el cuerpo de [[carabineros de España|carabineros]] en una unidad de élite mandada por hombres de su confianza, perfectamente equipada, con intendencia especial, equipamiento sanitario de primer orden y exclusivamente a sus órdenes.{{demostrar}} Una especie de ejército privado que pronto fue conocido popularmente como los ''“Cien mil hijos de Negrín”''. Aunque en teoría uno de sus fines era evitar la infiltración comunista, dirigidos por Rafael Méndez al frente. En tanto que los soviéticos como [[Ernö Gerö]] afirmaban que ''el gran enemigo de la situación es el pluralismo que mantiene Negrín en el Frente Popular''., uno de sus más acerbos detractores, el [[anarquista]] [[Diego Abad de Santillán]] escribía:
 
{{cita|Tenía la llave de la caja y lo primero que se le ocurrió en materia de finanzas fue crearse una guardia de corps de cien mil carabineros. No hemos tenido nunca 15.000 carabineros cuando disponíamos de tantos millares de costas y de fronteras, y el Dr. Negrin, sin fronteras y sin costas, ha creído necesario — ¿para asegurar su política fiscal? — un ejército de cien mil hombres. El delito de los que consintieron ese desfalco al tesoro público merece juicio severísimo. Y los que han tolerado sin protesta esa guardia de corps de un advenedizo sin moral y sin escrúpulos, también deben ser responsabilizados, por su negligencia o su cobardía, de ese atentado al tesoro y a las conquistas revolucionarias del pueblo, que a eso se reducía, en última instancia, esa base organizada y bien armada de la contrarrevolución.<br/>
Tiene el arte maquiavélico de corromper a la gente, y es esa corrupción que le rodea lo que permite el secreto de la política que practica, política que, a causa de la inmoralidad y de los derroches en que se apoya, no puede ser más que secreta, como el arte del atraco. La clandestinidad (...) en asuntos como los financieros, no tiene antecedentes en ningún país. El propio [[Mussolini]], ídolo de Negrín, tiene que acudir al parlamento para que apruebe sus presupuestos y vote los créditos para sus hazañas. La dictadura negrinesca (...) es más absoluta que la de [[Hitler]] y la de Mussolini, pues no necesita ni considera necesario dar cuenta a nadie, ni siquiera a sus ministros, de los miles de millones de pesetas evaporados.<br/>
Esa política de manos rotas para corromper individuos de todos los colores y matices políticos, ha hecho posible operaciones como la del traslado de gran parte del oro del Banco de España a Rusia, sin saber en qué condiciones, y la apertura de depósitos cuantiosos de centenares de millones en el extranjero para la presunta ayuda a los futuros emigrados de la España republicana. De todo esto no se ha dado cuenta ni siquiera al Gobierno. En este sentido Negrín es un innovador, pues ha hecho con la tapadera de la guerra lo que ningún gobernante, ni siquiera la monarquía absolutista, había podido hacer en España...|''Por qué perdimos la Guerra'', p. 328-330}}.
 
==== Presidencia del Consejo de Ministros ====