|
Los gobiernos ilustrados de la Europa del siglo XVIII se propusieron acabar con la Compañía de Jesús por su defensa incondicional del [[Papa]]do, su actividad intelectual y los enemigos que se habían ganado (jansenistas, filósofos, e incluso ciertos clérigos en Roma).
El primer país en expulsarlos fue [[Portugal]]. El ministro Carvalho, luego marqués de Pombal, fue su principal adversario; encerró en el calabozo a 180 jesuitas en [[Lisboa]] y expulsó al resto.
En [[1763]], [[Luis XV de Francia]] los acusó de malversación de fondos debido a la quiebra del P. Antoine Lavalette en [[Martinica]]. El Parlamento de París condenó las ''Constituciones'' y el rey decretó la disolución de la orden en sus dominios. EL ASUNTO ES MUUUUUUUUUCHO MÁS COMPLEJO. NO SE PUEDE DEJAR ASÍ.
Más tarde, los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la Coronacorona española a través de la [[Pragmática Sanción de 1767]] dictada por [[Carlos III de España|Carlos III]] el [[2 de abril]] de [[1767]] y cuyo dictamen fue obra de [[Pedro Rodríguez de Campomanes]] (futuro [[conde de Campomanes]]), regalista y por entonces Fiscal del Consejo de [[Castilla]].<ref>Fueron expulsados los miembros de la CompañíaSJ de todos los dominios de la Coronacorona de [[España]]; contabilizando los de [[Ultramar]] eran cerca de 6 ,000.</ref> Al mismo tiempo, se decretaba la incautación del valioso patrimonio que la Compañía de Jesús tenía en estos reinos (haciendas, edificios, bibliotecas), aunque no se encontró el supuesto «tesoro» en efectivo que se esperaba (por la sencilla razón de que no existía). Los "hijos" de San Ignacio tuvieron que dejar el trabajo que realizaban en sus obras misionales y educativas (lo que supuso un duro golpe para la formación de la juventud en la América Hispana) y sus misiones entre indígenas, como las famosas [[Reducciones guaraníes]] y las menos célebrescelebres, pero no menos esforzadas, misiones entre los [[Tarahumara]] y muchas otras etnias en el norte de Mexico.
La supresión de los jesuitas fue llevada a cabo en [[1773]], cuando el [[Papa]] [[Clemente XIV]] enfrentó fuertes presiones de los reyes de Francia, España, Portugal y de Nápoles (las dos Sicilias), quienes, por distintas razones estrictamente políticas, le exigían la desaparición de la Compañía. El Papa cedió y mediante el breve ''Dominus ac Redemptor'' suprimió la Compañía de Jesús.
Los sacerdotes jesuitas tuvieron que serse reducidosconvirtieron al clero secular y los escolares y hermanos coadjutores quedaron libres de sus votos. El Padre General, [[Lorenzo Ricci]], y su Consejo de Asistentes fueron apresados y encerrados en el [[Castillo de San ÁngelSant'Angelo]] (Roma) sin juicio alguno.
Sin embargo, en [[Rusia]], [[Polonia]], [[Prusia]] e [[Inglaterra]] el edicto de supresión no fue observado por los monarcas. Muchos jesuitas de toda [[Europa]] aceptaron la oferta de refugio hecha por la zarina [[Catalina la Grande]], quien esperaba continuar así, con el apoyo intelectual de la Compañía, la obra de modernización iniciada por [[Pedro I de Rusia|Pedro el Grande]].
En [[1789]] —el mismo año en que la [[Constitución de Estados Unidos]] entró en vigor y en el que se inició la [[Revolución Francesa]]— fue fundada por ex jesuitas la universidad católica más antigua de los [[Estados Unidos]], la [[Universidad de Georgetown]], en [[Washington D.C.]]; posteriormente, la universidad sería integrada a la Compañía.
=== Restauración y nuevas expulsiones ===
| 