Diferencia entre revisiones de «Fernando de Valenzuela»

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A pesar de todo, en [[abril]] de [[1676]], Valenzuela volvía a la Corte con un cúmulo de nuevas funciones y honores. A su regreso, su programa de promoción personal mediante la intensificación de festejos palaciegos se aceleró más todavía, justificado oficialmente por la mayoría de edad del Rey. Aquella corte no podía ser ya la de un rey niño, sino la de un joven monarca que debía ofrecer una imagen de madurez en el exterior.
 
Con Fernando de Valenzuela, el Consejo Real volvió a quedar completamente anulado, y las [[Cortes]] de [[Castilla]] tampoco intervinieron en nada ante las desastrosas gestiones del favorito.
La estrategia de integración y promoción sociopolítica diseñada por Valenzuela a principios de los setenta tuvo unos límites que la Reina no supo apreciar cuando al poco de nombrar a su valido Intendente de Hacienda, Caballerizo Mayor y Primer Ministro, el 2 de diciembre decidió añadir además a su reciente marquesado la categoría de [[Grande de España|Grande de primera clase]]:
 
Cabe destacar también la nula capacidad política de doña Mariana, que como extranjera nunca tuvo demasiada idea acerca de los auténticos problemas que padecía la monarquía hispánica. Nithard, extranjero como ella, fue igualmente un total desconocedor de lo que requería el Imperio.
 
El valimiento de Valenzuela fue tanto o más funesto, si cabe, que el de su predecesor [[Juan Everardo Nithard]].
 
Inventó el valido una serie de nuevos impuestos que querían aliviar en la medida de lo posible la bancarrota de la hacienda real (arrastrada desde el reinado de Felipe IV): empezó por vender beneficios eclesiásticos al mejor postor (suerte de simonía) y luego se apoderó de la renta del tabaco, de muy reciente creación, lo que le produjo pingues beneficios pero originó una enorme impopularidad (el consumo de tabaco se generalizaba en moda tomándolo en forma de rapé o en polvo).
 
Sólo una amenaza podía acabar con Valenzuela: el hermano natural de Carlos II, don Juan José de Austria (hijo bastardo de Felipe IV y de la conocida actriz «[[La Calderona]]»). El bastardo esperaba ser nombrado curador del enfermizo monarca para expulsar de una vez por todas al odiado primer ministro y a su denostada valedora, y como en diciembre de 1676 parte de la nobleza parecía darle su apoyo, se negó rotundamente a marchar como virrey al [[Reino de Nápoles]] (a donde lo querían «desterrar» la reina y su [[valido]]).
 
Lo cierto es que la política exterior española se hundía a peso de plomo; en 1674 se encendió —gracias a las intrigas francesas— la revuelta de [[Sicilia]], y fue imprescindible dejar de hostigar la frontera francesa del perdido [[Rosellón]] para trasladar más efectivos a la isla. La paz de Nimega de 1678 señalaría otro paso más en el inexorable declive de España como primera potencia mundial, aunque los franceses fueran rechazados en Sicilia se perdieron importantes ciudades de los [[Países Bajos]] y todo el [[Franco Condado]] (antigua herencia de la Casa de [[Borgoña]]), ocupado todo por el ejército francés de [[Luis XIV]].
 
=== Caída ===