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==Historia==
El Colegio Mayor Moncloa
El [[Pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936|alzamiento militar de 1936]] prendió en Madrid en el [[Cuartel de la Montaña]], justo enfrente de la Residencia recién trasladada a la calle Ferraz 16. Al terminar la contienda solo quedaba en pie la fachada. Se hizo necesario conseguir otro inmueble para continuar con la labor de formación de la juventud universitaria. En [[1939]] abrió sus puertas la Residencia en la calle Jenner, número 6, donde se alojaban unos 30 estudiantes. Desde el principio se vivió allí un ambiente lleno de inquietudes culturales, donde se respiraba un pluralismo de opiniones poco frecuente entonces en los ambientes universitarios católicos españoles.
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El [[1 de octubre]] de [[1943]], después de meses de obras, abrió sus puertas la Residencia de la Moncloa. El primer director fue D. Teodoro Ruiz Josué, a quien muy pronto sucedería D. [[Pedro Casciaro]], matemático, que dejó una profunda huella en el buen humor característico de Moncloa, y también en el buen gusto y en la decoración de la casa. Parte del mobiliario pertenecía a su familia, y se conserva aún hoy en una de las salas del Colegio Mayor como recuerdo. Entre los primeros residentes estaba [[Vicente Mortes Alfonso]], el más antiguo residente de Jenner, que fue elegido decano de La Moncloa. Mortes vivió en Moncloa hasta 1949, y fue más tarde [[Ministerio de Vivienda de España|Ministro de la Vivienda]] y Presidente de Nestlé España.
El 7 de octubre de 1943 Escrivá explicó a los nuevos residentes la relación que mantenían con la Residencia. Entre los residentes y los promotores se establecía un acuerdo, como un contrato. La Residencia les ofrecía alojamiento y atención doméstica en buenas condiciones para que pudieran concentrarse en el estudio; ambiente de familia y posibilidades de expansión cultural. A cambio,
Aunque no se ocultaba la identidad cristiana del ambiente de la Residencia, el Fundador del Opus Dei explicó también que cada uno era libre de pensar (en lo humano y lo divino) lo que le diera la gana: a nadie se le obligaba a participar en las costumbres de familia de carácter religioso. En el ambiente de la España de postguerra se trataba de una auténtica novedad.
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