Diferencia entre revisiones de «Conquista de México»

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[[Archivo:Murales Rivera - Markt in Tlatelolco 3.jpg|thumb|300px|[[Tenochtitlan]], mural de [[Diego Rivera]].]]
La '''Conquista de México''' se refiere principalmente al sometimiento del [[Mexica|estado mexica o azteca]], logrado por [[Hernán Cortés]] en el nombre de [[Carlos I de España|Carlos I]] y a favor del entonces rampante [[Imperio español]] entre [[1519]] y [[1521]]. Un 13 de agosto de este último año, la ciudad de [[México-Tenochtitlan]] cayó en poder de los [[conquistadores españoles]], después de dos años de enconados intentos bélicos, políticos y conspirativos, en los que participaron activamente junto con los españoles invasores, los pueblos previamente avasallados por los mexicas, en un afán por rebelarse —aprovechando la alianza circunstancial de los recién llegados— de las condiciones de sojuzgamiento en que vivían.
 
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Las fuentes principales de información de las campañas de Cortés y sus capitanes son las [[crónicas de Indias]] redactadas en el [[siglo XVI]], de las que destacan la ''[[Historia verdadera de la conquista de la Nueva España]]'' de [[Bernal Díaz del Castillo]], quien participó en las campañas bélicas, las ''[[cartas de relación]]'' de Hernán Cortés al rey [[Carlos I de España]], y la obra de [[Francisco López de Gómara]], conocida como ''[[Historia general de las Indias]]'', quien nunca pisó el continente americano pero conoció a Cortés y se documentó con los relatos de los soldados que participaron en la conquista.
 
== Historia ==
=== Antecedentes ===
==== Las expediciones que antecedieron a la conquista ====
En en enero de [[1516]] murió [[Fernando el Católico]] y para entonces había transcurrido casi un cuarto de siglo desde los [[Descubrimiento de América|descubrimientos colombinos]]. Debido a la imposibilidad para gobernar de su hija [[Juana I de Castilla|Juana I]], había nombrado en su testamento a su nieto [[Carlos I de España|Carlos I]] como su sucesor,<ref name="Thomas 6">Thomas, ''op.cit.'' cap.6, p.99-114</ref> pero antes de que éste asumiera el mando, el [[cardenal]] [[Primacía de la Diócesis de Toledo|primado]] [[Francisco Jiménez de Cisneros]] ejerció brevemente el poder en [[Castilla]].<ref name="Solís III">Solís, ''op.cit.'' libro I, cap. III, p.28-30</ref> En [[España]] ya se tenían noticias de que en el territorio ignoto había pueblos muy ricos en [[oro]] y otros metales preciosos.<ref>Colón, ''op.cit.'' «Carta de Colón a Luis de Santángel» p.245-253</ref> Como medio para hacerse de esas riquezas, se proclamó una ley que autorizaba el ''rescate de oro''<ref>Glantz, ''op.cit.'' ''«Rescatar es el simple acto de comerciar, intercambiar baratijas por oro»'';<br />[[DRAE]], ''«Rescatar es cambiar o trocar oro u otros objetos preciosos por mercancías ordinarias»''</ref> con la cual se promovía que los españoles viajaran a [[América]] para comerciar con los nativos, dando de sus ganancias el 20% o «[[Quinto del Rey|quinto del rey]]»<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap.LIV, p.195-199</ref> y a fin de lograr ese propósito y regular el comercio de las [[Indias Occidentales]], se creó la [[Casa de Contratación]] en [[1503]]. Ésta fue controlada por el [[obispo de Burgos]], [[Juan Rodríguez de Fonseca]], quien a su vez designó como tesorero a Sancho de Matienzo y como contador a Juan López de Recalde. A la muerte del cardenal Jiménez en octubre de 1517, recayeron los asuntos transoceánicos del rampante [[Imperio español]] en el obispo de Burgos.<ref name="Thomas 6" />
 
Años antes, en [[1514]], el almirante y gobernador de las islas del [[mar Caribe]] [[Diego Colón y Moniz Perestrello]] había sido llamado a comparecer ante el rey Fernando el Católico por su mala administración. Por ello el cardenal Cisneros envió como sustitutos a los ''[[Orden de San Jerónimo|frailes jerónimos]]'' Luis de Figueroa, Bernardino de Manzanedo, Alonso de Santo Domingo, y Juan de Salvatierra a la isla [[La Española]].<ref name="Thomas 6" /> [[Diego Velázquez de Cuéllar]] era el teniente de gobernador de la isla Fernandina ([[Cuba]]), residía en [[Baracoa]] y estaba supeditado a las órdenes, más de nombre que en realidad, del almirante Colón.<ref name="Solís V">Solís, ''op.cit.'' lib.1, cap.V, p.32-34</ref>
 
===== Primera expedición =====
[[Archivo:DiegoVelazquezCuellar.jpg|thumb|[[Diego Velázquez de Cuéllar]].]]
En Cuba, los españoles basaban su riqueza en las [[encomienda]]s y en la explotación de los nativos a quienes se permitía esclavizar, pero debido a que la población nativa había sido diezmada por las campañas de conquista y las enfermedades, los [[Colonización española de América|colonos]] estaban ansiosos de conseguir nuevas oportunidades de medro. Fue así que tres amigos de Velázquez: [[Francisco Hernández de Córdoba, descubridor de Yucatán|Francisco Hernández de Córdoba]], Lope Ochoa de Caicedo y Cristóbal de Morante se organizaron para comprar dos [[nao]]s con la intención de viajar hacia occidente.<ref name="Thomas 7">Thomas, ''op.cit.'' cap.7, p.115-128 ..''«La expedición tenía como principal objetivo, sobre todo en el caso del gobernador Velázquez, encontrar esclavos. No obstante, los que encabezaban esa pequeña armada deseaban también “buscar y descubrir tierras nuevas, para en ellas emplear nuestras personas”, con este fin contrataron al “astuto y experimentado” Antonio de Alaminos, de Palos..»''</ref> El gobernador Velázquez pagó un [[bergantín]], consiguiendo también los permisos necesarios ante los ''[[Orden de San Jerónimo|frailes jerónimos]]'' para realizar la expedición, pues era requisito contar con su visto bueno.<ref name="Thomas 7" /> El objetivo del viaje fue encontrar esclavos,<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. I, p.53 ''«que habíamos de ir con aquellos tres navíos a unas isletas que estaban entre la isla de Cuba y Honduras, que ahora se llaman las islas de los Guanaxes, y que habíamos de ir de guerra y cargar los navíos de indios de aquellas islas, para pagar con indios el barco, para servirse de ellos por esclavos. Y desde que vimos los soldados que aquello que nos pedía el Diego Velázquez no era justo, le respondimos que lo que decía no lo manda Dios ni el rey, que hiciésemos a los libres esclavos...»''</ref> sobre todo en el caso del gobernador Velázquez,<ref name="Thomas 7" /> pero los que encabezaron las naves pretendían descubrir nuevas tierras para poblar y gobernar.<ref name="Cervantes 1">Cervantes, ''op.cit.'' libro II, cap.I ''«Desta manera salió Francisco Hernández del puerto de Santiago de Cuba, el cual, estando ya en alta mar, declarando su pensamiento, que era otro del que parescía, dixo al piloto: «No voy yo a buscar lucayos (lucayos son indios de rescate), sino en demanda de alguna buena isla, para poblarla y ser Gobernador della; porque si la descubrimos, soy cierto que ansí por mis servicios como por el favor que tengo en Corte con mis deudos, que el Rey me hará merced de la gobernación della; por eso, buscadla con cuidado, que yo os lo gratificaré muy bien y os haré en todo ventajas entre todos los demás de nuestra compañía...»'' (Nota: A las islas [[Bahamas]] se les nombró islas Lucayas, y a los [[arahuacos]] se le llamó ''lucayos'')</ref> Contrataron como piloto mayor a [[Antón de Alaminos]], los pilotos auxiliares fueron Pedro Camacho de Triana y Juan Álvarez «el Manquillo» de Huelva; como capellán viajó fray Alonso González y como veedor Bernardo Iñíguez.<ref name="Thomas 7" />
 
El [[8 de febrero]] de [[1517]] zarparon del puerto de [[Santiago de Cuba|Santiago]] tres embarcaciones con ciento diez hombres<ref>Landa, ''op.cit.'' cap. II, p.48-49 ''«Que el año de 1517, por cuaresma, salió de Santiago de Cuba Francisco Hernández de Córdoba con tres navíos a rescatar esclavos para las minas, ya que en Cuba se iba apocando la gente. Otros dicen que salió a descubrir tierra y...»''</ref> y navegaron por la banda norte de la isla de Cuba realizando diversas escalas. Al llegar a la punta de San Antón pretendieron poner rumbo hacia las [[Islas de la Bahía]]<ref name="Thomas 7" /> pero fueron sorprendidos por una tormenta en el [[canal de Yucatán]], habiendo llegado los primeros días de marzo a la deshabitada [[Isla Mujeres]]. En dicho lugar encontraron diversas figurillas de mujeres desnudas dedicadas a la [[mitología maya|diosa maya]] de la fertilidad [[Ixchel]]. Posteriormente cruzaron hacia la costa norte de la [[península de Yucatán]] avistando [[Ekab]], lugar que bautizaron como el «Gran Cairo». Fondearon las naves y los pobladores del lugar, con cara alegre y muestras de paz, se acercaron en [[canoa]]s invitando a los recién llegados a tierra firme, diciendo ''«cones cotoch»'', ''«cones cotoch»''; que significa: ''«andad acá a mis casas»'', motivo por el cual lo llamaron [[Cabo Catoche|punta Catoche]].<ref name="Bernal II">Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. II, p.54-57</ref> Al día siguiente, [[5 de marzo]], los expedicionarios españoles aceptaron la invitación y al desembarco el capitán Hernández de Córdoba tomó posesión formal en nombre del rey de lo que él creía una isla a la que bautizó con el efímero nombre de ''Santa María de los Remedios''. Terminado el protocolo, los expedicionarios siguieron a los [[cultura maya|mayas]] tierra adentro donde fueron emboscados. En la escaramuza que siguió, murieron dos españoles y quince nativos. Hernández dio la orden de regresar a las embarcaciones, no sin antes haber capturando a dos indígenas, a quienes más tarde apodaron ''Julianillo'' y ''Melchorejo''. Estos nativos fueron a la postre los primeros traductores [[idioma maya|maya]]-[[idioma español|español]].<ref name="Thomas 7" />
 
La expedición siguió navegando la costa norte de la península. El [[22 de marzo]] llegaron a [[Can Pech]], bautizando el lugar como ''puerto de Lázaro'' y desembarcaron para aprovisionarse de agua. Mientras se abastecían, los expedicionarios fueron rodeados por un grupo de mayas quienes cuestionaron su presencia, asombrándose cuando los nativos señalaron al oriente diciendo: ''«castilán»'', ''«castilán»''. Los españoles fueron guiados a la población cercana en donde fueron bien recibidos y ahí pudieron constatar que en un templo se encontraban paredes manchadas de sangre de algún sacrificio recientemente efectuado.<ref name="Bernal III-V">Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap.III a V, p.57-65</ref> Entonces el ''[[halach uinik]]'' advirtió a los visitantes que deberían marcharse o de lo contrario comenzarían las hostilidades, ante lo cual Hernández de Córdoba ordenó a sus hombres zarpar de inmediato.<ref name="Bernal III-V" /> En el mar fueron sorprendidos por un ''viento de norte'' que provocó el derrame del agua recién abastecida, por lo que volvieron a desembarcar un poco más al sur en [[Chakán Putum]]. En esta ocasión otro grupo de mayas, cuyo líder era [[Moch Couoh]], atacó a los expedicionarios sin previo aviso provocándoles más de veinte bajas e hiriendo al propio Hernández de Córdoba. En ese punto hubieron de huir los expedicionarios, dejando atrás una de las embarcaciones pues ya no tenían suficientes hombres para navegarla.<ref name="Bernal III-V" /> Los españoles sedientos se dirigieron a [[la Florida]] donde finalmente pudieron abastecerse de agua dulce, pero nuevamente fueron atacados por los nativos de esta región.<ref name="Thomas 7" />
 
La accidentada expedición regresó al puerto de Carenas en la isla de Cuba, donde se dio parte de lo acontecido a Diego Velázquez. El gobernador dejó en claro que enviaría una nueva expedición pero bajo un nuevo mando. Al enterarse de esta decisión, Hernández de Córdoba juró viajar a España para quejarse ante el rey<ref>Pereyra, ''op.cit.'' cap.IV, p.39 ''«Velázquez pudo mentir a sus anchas, pues muerto Francisco Hernández de Córdoba, no hubo quien le atajase en su carrera de explorador sedentario. El descubridor de Yucatán se proponía ir a la corte, quejarse ante los reyes y demostrar que él con sus dineros y los de Cristóbal Morante y Lope Ochoa de Caicedo había formado la armada, cuya dirección tomó a su cargo con tanto peligro. Velázquez no era sino un impostor que se alzaba tiránicamente con sus trabajos...»''</ref> pero murió diez días más tarde a consecuencia de las heridas recibidas en Chakán Putum.<ref name="Thomas 7" /> A causa de los indígenas que habían sido recogidos se creyó que existía oro en la región, se confirmó la existencia de algunos supervivientes al naufragio ocurrido en [[1511]] en el [[Golfo de Urabá|Golfo del Darién]] y por una mala interpretación se pensó que el lugar recientemente descubierto era llamado en idioma maya ''[[Yucatán]]'', nombre con el que desde entonces, se llamó al territorio. Viendo Velázquez la importancia de estos hallazgos, solicitó dos permisos para continuar las exploraciones: el primero fue dirigido a los ''[[Orden de San Jerónimo|frailes jerónimos]]'' en [[Santo Domingo de Guzmán|Santo Domingo]] y el segundo directamente al rey [[Carlos I de España]], solicitando el nombramiento de un [[adelantado]].<ref name="Thomas 8">Thomas, ''op.cit.'' cap.8, p.128-148</ref>
 
===== Segunda expedición =====
Al año siguiente el gobernador organizó una segunda expedición recuperando las [[nao]]s del primer viaje, y añadió una [[carabela]] y un [[bergantín]].<ref name="Díaz">Vázquez Chamorro / Díaz, ''op.cit.'' p.37-57</ref> Nuevamente fueron como pilotos Alaminos, Camacho y Álvarez, a los que se sumó Pedro Arnés de Sopuerta como cuarto navegante.<ref name="Thomas 8" /> Velázquez designó a su sobrino [[Juan de Grijalva]] como capitán general y como capitanes de los otros navíos a [[Francisco de Montejo]], [[Pedro de Alvarado]] y [[Alonso de Ávila]], quienes se responsabilizaron de suministrar pertrechos y bastimentos a las embarcaciones.<ref name="Bernal VIII">Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. VIII, p.72-76</ref> En el viaje participó [[Juan Díaz (capellán)|Juan Díaz]], quien además de desempeñarse como capellán, escribió el [[Itinerario de la armada]]. El veedor fue Peñalosa y el [[alférez|alférez general]] [[Bernardino Vázquez de Tapia]].<ref name="Cervantes VI">Cervantes, ''op.cit.'' libro II, cap.VI</ref> Hacia finales de enero de 1518 las embarcaciones zarparon de Santiago, navegaron por la banda norte haciendo escala en [[Matanzas]], en donde completaron sus abastecimientos. El [[8 de abril]] dejaron este puerto y llegaron a la isla de [[Cozumel]] el [[3 de mayo]]. Por la fecha, Grijalva bautizó el lugar como ''Santa Cruz de la Puerta Latina''.
 
Cuando desembarcaron en la isla los nativos huyeron al interior de la misma, solamente contactaron a dos ancianos y a una mujer que resultó ser jamaiquina. La mujer había llegado dos años antes de forma accidental pues su [[canoa]] fue arrastrada por la corriente del [[canal de Yucatán]] y sus diez compañeros habían sido sacrificados a los dioses mayas. Esta mujer actuó como intérprete ya que algunos españoles conocían su idioma.<ref name="Bernal VIII" /> En un pequeño templo, Vázquez de Tapia izó la bandera [[Tanto Monta]] y el notario Diego de Godoy de forma protocolaria leyó el [[Requerimiento (Historia de América)|requerimiento]].<ref name="Thomas 8" /> Al poco rato se acercaron los mayas e ignorando inicialmente la presencia de los españoles, el ''[[halach uinik]]'' realizó una ceremonia a sus dioses quemando [[copal]]. Acto seguido, Grijalva ordenó a Juan Díaz oficiar una misa. De esta forma se entabló una comunicación amistosa por ambas partes. Los españoles no pudieron rescatar oro, pero recibieron pavos, miel y maíz. Prolongaron su estancia en este lugar durante cuatro días.<ref name="Thomas 8" />
Después de abandonar Cozumel navegaron brevemente hacia el sur, exploraron Zamá ([[Tulúm]]),<ref name="Díaz" /> y la [[Bahía de la Ascensión]], la cual creyeron que era el límite de la «isla de Yucatán». Grijalva ordenó cambiar de rumbo hacia el norte para rodear la península y dirigirse a las cercanías de [[Chakán Putum]]. Tal como lo hiciera la primera expedición, se abastecieron de agua en el lugar. Aunque en esta ocasión pudieron obtener de los nativos un par de máscaras adornadas con oro, fueron nuevamente advertidos de abandonar el sitio.<ref name="Cervantes VI" /> Haciendo caso omiso, pasaron la noche escuchando los tambores de guerra<ref name="Díaz" /> y al día siguiente se confrontó una fuerte batalla. Esta vez el resultado favoreció a los españoles, quienes infligieron severas bajas a los mayas que terminaron por retirarse. A pesar de que los expedicionarios tuvieron sesenta heridos —entre ellos el capitán Grijalva que recibió tres flechazos y perdió dos dientes— la acción fue considerada una victoria contundente. Durante la batalla sólo murieron siete españoles, incluyendo a Juan de Guetaria. Más tarde la cifra aumentó, pues durante el viaje murieron trece soldados a consecuencia de las heridas.<ref name="Thomas 8" />
Las embarcaciones se dirigieron hacia el oeste, llegaron a la [[Isla del Carmen (Campeche)|Isla del Carmen]] en la [[Laguna de Términos]], punto al que bautizaron como Puerto Deseado.<ref name="Díaz" /> El piloto Alaminos pensó que ahí era el otro límite de «la isla de Yucatán». Prosiguieron su viaje llegando a la región de [[Tabasco]], en donde habitaban los mayas ''[[Chontal de Tabasco|chontales]]''. Se apoderaron de cuatro nativos, a uno de ellos lo llamaron ''Francisco'', quien les sirvió como intérprete del [[Idioma chontal de Tabasco|idioma chontal]].<ref name="Thomas 8" /> Descubrieron el afluente al que nombraron [[río Grijalva]]<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. XI, p.79-81</ref> y lograron rescatar oro con los naturales de la zona.<ref name="Solís V" /> Animados por ello, pasaron el río Tonalá y un poco más al oeste [[Pedro de Alvarado]] tomó la iniciativa de navegar el [[río Papaloapan]].<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. XII, p.82-83</ref> Este incidente molestó a Grijalva y a partir de entonces hubo un distanciamiento entre ellos.<ref name="Thomas 8" />
A lo largo de la costa fueron encontrando diversos asentamientos humanos. Llegaron a mediados de junio a una isla donde encontraron un templo y cuatro indigenas muertos, los cuales aparentemente habían sido sacrificados al dios [[Tezcatlipoca]], por lo que el lugar fue nombrado «Isla de Sacrificios».<ref name="Thomas 8" /> Desembarcaron en Chalchicueyecan. Ahí Grijalva preguntó a por el motivo de aquellos sacrificios. El intérprete maya chontal ''Francisco'' respondió que habían sido ordenados por los [[colhuas]], pero la respuesta fue malinterpretada y se creyó que el lugar se llamaba Ulúa. Por la fecha que era [[24 de junio]], el lugar fue bautizado como [[San Juan de Ulúa]]. En el lugar rescataron oro con los [[cultura totonaca|totonacas]]. Éste era uno de los pueblos sometidos por los [[mexica]]s.<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. XIV, p.86-88</ref>
 
Días más tarde llegaron los ''calpixques'' Pínotl, Yaotzin, y Teozinzócatl, quienes acompañados de Cuitlapítoc y Téntlil, se presentaron como embajadores del ''[[huey tlatoani]]'' [[Moctezuma Xocoyotzin]].<ref name="Sahagún I">Sahagún, ''op.cit.'' libro doceno, cap. II, p.702-703</ref> En forma pacífica se realizaron intercambios de regalos. Grijalva pudo de esta forma percatarse que los [[Imperio azteca|aztecas]] —o mexicas— dominaban la región y que eran temidos y odiados por los pueblos sometidos. [[Pedro de Alvarado]] fue enviado de regreso a la isla de Cuba para notificar y entregar los tesoros obtenidos a Diego Velázquez.<ref name="Thomas 8" />
[[Archivo:Van Beecq - Rio Panuco.jpeg|thumb|Las embarcaciones fueron atacadas por los [[Cultura huasteca|nativos huastecos]] en el [[río Pánuco]], grabado de ''Van Beecq''.]]
[[Francisco de Montejo]] encabezó un viaje de reconocimiento al norte. Descubrió el [[río Cazones]] y el [[Nautla]], lugar que fue bautizado con el nombre de ''Almería''. Más adelante las embarcaciones navegaron el [[río Pánuco]] pero en este lugar doce canoas con nativos [[Cultura huasteca|huastecos]] atacaron la incursión española,<ref name="Díaz" /> por lo que los capitanes decidieron emprender el regreso.<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. XVI, p.90-93</ref> Con una nave averiada el viaje fue lento, tomaron la decisión de no establecer ninguna guarnición.
 
Mientras tanto en Santiago, [[Diego Velázquez]] no tenía noticias de los expedicionarios y se encontraba preocupado por la tardanza. Por tal motivo, decidió enviar una [[carabela]] de rescate al mando de [[Cristóbal de Olid]], quien logró llegar a Cozumel, pero al continuar su trayectoria, la nave se averió. Olid abortó la misión y regresó a Cuba.<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. XV, p.88-89</ref>
 
Cuando el gobernador recibió a Pedro de Alvarado en la isla, quedó impresionado por el reporte del viaje. De inmediato mandó a fray Benito Martín a España, para que éste notificara al obispo [[Juan Rodríguez de Fonseca]] y al rey [[Carlos I de España|Carlos I]] las noticias de los territorios descubiertos. Como soporte fue enviado el [[Itinerario de la armada]] y algunos objetos de oro.<ref name="Thomas 8" /> A pesar de los logros de la expedición,<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap. XVII, p.93-94</ref> Velázquez estaba a disgusto con su sobrino ya que ''no'' había desobedecido sus órdenes.<ref name="Thomas 8" /> De acuerdo a las órdenes oficiales, Grijalva no debería haber establecido ninguna colonia durante el viaje, pero extraoficialmente el gobernador esperaba lo contrario.<ref>Solís, ''op.cit.'' libro I, cap. VIII, p.38-40 ''«cuando llegó Juan de Grijalva, y le halló tan irritado como pudiera esperarle agradecido. Reprendióle con aspereza y publicidad, y él desayudaba con su modestia sus disculpas, aunque le puso delante de los ojos su misma instrucción, en que le ordenaba que no se detuviese a poblar: pero estaba ya tan fuera de los términos razonables con la novedad de sus pensamientos, que confesaba la orden, y trataba como delito la obediencia...»''</ref>
 
===== Tercera expedición =====
[[Archivo:Hernan Fernando Cortes.jpg|thumb|[[Hernán Cortés]].]]
[[Archivo:Van Beecq - Port St Jacques in Cuba island.jpeg|thumb|Salida del puerto de [[Santiago de Cuba|Santiago]], grabado de ''Van Beecq''.]]
Sin haber recibido respuesta del nombramiento de [[adelantado]], Velázquez organizó una tercera expedición. El gobernador consideró que su sobrino había fracasado en su misión<ref name="Thomas 10">Thomas, ''op.cit.'' cap.10, p.164-175</ref> y por tanto requería de un nuevo capitán. Después de ponderar sus opciones y a instancias de su secretario,<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap.XIX, p.97-100</ref> Andrés de Duero, y el contador Amador Lares, optó por [[Hernán Cortés]],<ref name="carta DV">García / Velázquez, ''op.cit.''</ref> quién entonces era alcalde de [[Santiago de Cuba|Santiago]].<ref name="Thomas 10" />
Ambos firmaron unas [[capitulación|capitulaciones]] e instrucciones el día [[23 de octubre]] de [[1519]].<ref name="Cervantes 2">Cervantes, ''op.cit.'' libro II, cap. XIV</ref> En los documentos que fueron redactados por Andrés de Duero, el preámbulo se contrapone a las 24 instrucciones.<ref name="Thomas 10" /> Tales contradicciones fueron, y han sido a través de los siglos, el motivo principal de la controversia que surgió como resultado de la insurrección de Cortés. Velázquez firmó como adjunto del almirante y comandante en jefe [[Diego Colón y Moniz Perestrello]], pues todavía no había recibido nombramiento por parte del rey de España. El gobernador de Cuba temía que desde [[La Española]] o [[Jamaica]] alguien más se adelantara en una empresa similar.<ref name="Thomas 10" />
 
Se lograron reunir en total once embarcaciones. Tres aportadas por Velázquez, tres por Cortés y el resto por los capitanes que participaron en la expedición. Pero a última hora el gobernador cambió de opinión y decidió destituir a Cortés, enviando a Amador de Lares a la entrevista y por otra parte bloqueando el suministro de insumos. Cortés decidió marcharse de Santiago evadiendo las órdenes y avisando al contador Lares, quien transmitió las noticias al gobernador Velázquez. El día de los hechos éste se apersonó en el muelle para inquirir sobre la situación y Cortés, rodeado de sus hombres armados, lo interpeló ''«Perdonadme, pero todas estas cosas se pensaron antes de ordenarlas. ¿Cuáles son vuestras órdenes ahora?»''.<ref name="Pereyra VI">Pereyra, ''op.cit.'' cap. VI, p.48-65 ''«Desde que Cortés los vido, hace aparejar un batel con artillería y escopetas o arcabuces, ballestas y las armas que le convenían, y la gente de quién más confiaba, y con su vara de alcalde, llégase a tiro de ballesta de tierra, y parado allí, dícele Diego Velázquez: "¡Cómo, compadre!" ¿Así os vais? ¿Es buena manera ésta de despediros de mí?" Respondió Cortés: "Señor, perdone vuestra merced, porque estas cosas y semejantes, antes han de ser hechas que pensadas. Vea vuestra merced qué me manda". No tuvo Velázquez qué responder, viendo su infidelidad y desvergüenza...»''</ref> Ante la evidente insubordinación Velázquez no respondió y los barcos zarparon de [[Santiago de Cuba|Santiago]] el [[18 de noviembre]] de [[1518]] con dirección al occidente de la misma isla.<ref name="Thomas 10" /> Pararon en la banda sur del [[Trinidad (Cuba)|puerto de la Trinidad]], durante casi tres meses se reclutaron soldados,<ref>López de Gómara, ''op.cit.'' cap. VII p.14-16</ref> así mismo se abastecieron de alimentos y de pertrechos.<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap.XX, p.100-102</ref>
 
Los capitanes designados por Cortés fueron: [[Pedro de Alvarado]], [[Alonso de Ávila]], [[Alonso Hernández Portocarrero]], [[Diego de Ordás]], [[Francisco de Montejo]], [[Francisco de Morla]], [[Francisco de Salcedo]], [[Juan de Escalante]], [[Juan Velázquez de León]], [[Cristóbal de Olid]] y [[Gonzalo de Sandoval]]. Como piloto mayor nombró a [[Antón de Alaminos]] quién conocía la zona por haber participado en las expediciones de [[Francisco Hernández de Córdoba, descubridor de Yucatán|Hernández de Córdoba]] en [[1517]], de [[Juan de Grijalva]] en [[1518]] y de [[Juan Ponce de León]] a la Florida en [[1513]].<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap.XXI, p.102-104</ref>
 
Cortés pudo reunir quinientos cincuenta españoles (de los cuáles cincuenta eran marineros) y a dieciséis caballos. Además, desobedeciendo las instrucciones de Velázquez, llevó doscientos auxiliares, algunos eran nativos de la isla y otros eran esclavos de raza negra. Mientras tanto en España, el rey Carlos I había firmado el [[13 de noviembre]] de [[1518]], el documento que autorizaba a Velázquez a realizar la expedición.<ref>Nota: De acuerdo al historiador Hugh Thomas el documento era una ''«licencia y facultad para que podáis descubrir y descubráis, a vuestra costa, qualesquier yslas e tierras e tierra firme que hasta aquí no están descubiertas»'', lo cual lo mantenía como lugarteniente de Diego Colón. El nombramiento de «adelantado» fue firmado hasta mayo de 1519. ''La conquista de México'' (ISBN 970-690-163-9, cap.15); De acuerdo a Mario Sánchez-Barba el documento recibido era tan sólo una autorización como «lugarteniente de Colón», pues el nombramiento de «adelantado» no se conseguiría sino hasta mayo de 1519, ''Cartas de relación'' (ISBN 84-492-0352-X, pag.16-17); De acuerdo a Francisco Fuentenebro Zamarro, el documento era el propio nombramiento de «adelantado», ''Segovianos en el Descubrimiento de América'' ISBN 84-604-0591-5, pág. 37)</ref>
 
El gobernador de Cuba realizó un segundo intento por detenerlo. Había enviado diversas cartas, una de ellas dirigida al propio Cortés, en la que se le ordenaba esperar.<ref name="Pereyra VI" /> Las otras estaban dirigidas a [[Juan Velázquez de León]], [[Diego de Ordás]], y al alcalde de la Trinidad Francisco Verdugo y en ellas pedía entretener la salida de la expedición e incluso ordenaba la aprehensión del caudillo.<ref name="Thomas 11">Thomas, ''op.cit.'' cap.11, p.179-192</ref> Como último intento, el gobernador envió a Gaspar de Garnica para aprehender a Cortés en La Habana, no obstante lo cual los barcos de Cortés abandonaron las costas de Cuba el [[10 de febrero]] de [[1519]].<ref>López de Gómara, ''op.cit.'' cap. VIII, p.16-18</ref> Nueve barcos zarparon por la banda sur y dos barcos por la banda norte. La bandera de insignia era de fuegos blancos y azules con una cruz colorada en medio, y alrededor un letrero en latín que decía ''Amici sequamur crucem, & si nos habuerimus fidem in hoc signo vincemus'', que significa: ''«Hermanos y compañeros: sigamos la señal de la Santa Cruz con fe verdadera, que con ella venceremos»''.<ref>Díaz, ''op.cit.'' tomo I, cap.XXII a XXIV, p.105-113</ref>
 
==== Antecedentes del Imperio mexica ====