Desde los exóticos ''concerti da cameiracamera'', compuestos para la corte de Mantua hasta los inquietantes conciertos para violín de su última época, además de otras decenas de piezas concertantes, la música barroca italiana de Vivaldi, ofrece contrastes sutiles y emociones refinadas. Complementa la diversidad de estilos que conforman el Barroco musical, el alemán, el francés, inglés y obviamente el poderoso centro italiano. La importancia del aporte de Vivaldi radica en haber consolidado la estructura del concierto como género.