Diferencia entre revisiones de «Luis XIV de Francia»

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=== La unificación nacional: el galicanismo ===
A continuación, Luis XIV intentó incrementar su control sobre la Iglesia. Convocó una asamblea del Clero (''Assemblée du Clergé'') en noviembre de [[1681]]. Tras su disolución en junio de [[1682]], la asamblea había aceptado la [[Declaración del Clero Francés]]. El poder real se incrementó, en detrimento del poder papal. Entre otras medidas, el Papa no podía enviar [[legados papales]] sin el consentimiento de Luis; dichos legados, además, sólo podían ejercer su cometido tras otra aprobación una vez habían entrado en Francia. Los obispos no podían abandonar el país sin aprobación real; ningún agente gubernamental podía ser [[excomunión|excomulgado]] por sus actos en misión oficial; y no se podía apelar al Papa sin la aprobación del rey. El rey obtuvo el poder de promulgar leyes eclesiásticas y todas las reglas papales eran inválidas en territorio francés sin el consentimiento real. La Declaración, sin embargo, no fue aceptada por el Papa, por razones claramente obvias.
 
=== La unificación nacional: la revocación ===
[[Archivo:Madame_de_Maintenant.jpg|thumb|180px|Madame de Maintenon, segunda esposa de Luis XIV.]]
La esposa de Luis XIV, María Teresa, murió el año 1683. Luis no se mantuvo fiel a ella por mucho tiempo tras su matrimonio de 1660: sus varias amantes incluían a [[Luisa de La Vallière]], [[Madame de Montespan|Françoise Athénaïs de Rochechouart de Mortemart, Madame de Montespan]], y a [[María Angélica de Fontanges]]. Sin embargo, se mantuvo más fiel en su segundo matrimonio, con [[Madame de Maintenon]]. El matrimonio [[morganático]] entre Luis XIV y Madame de Maintenon tuvo lugar, probablemente, a finales de [[1685]].
 
Madame de Maintenon, antes [[Protestantismo|protestante]], se había convertido al catolicismo. Antes se creía que, además, había participado muy activamente en la persecución de los protestantes, y que instó a Luis XIV a revocar el [[Edicto de Nantes]], el cual proporcionaba algo de libertad religiosa a los [[Hugonote]]s (los miembros de la protestante [[Iglesia Reformada]]). Sin embargo, está implicación de Madame de Maintenon se cuestiona actualmente. El mismo Luis XIV estaba de acuerdo con el plan, puesto que, como el resto de Europa, católica o protestante, creía que para mantener la unidad nacional, debía antes conseguir la unidad religiosa; en su caso una unidad bajo el catolicismo. Esta idea estaba definida en el principio «''[[Cuius regio, eius religio]]''», política religiosa en vigencia desde su establecimiento en la [[Paz de Augsburgo]] de [[1555]]. De hecho, ya había comenzado la persecución de los hugonotes.
 
Luis continuó el proceso de unificación religiosa publicando un edicto en marzo de 1685, que estipulaba la expulsión de los [[judíos]] de las colonias francesas. También se prohibió la práctica de cualquier religión, excepto del [[catolicismo]]. En octubre de 1689, Luis promulgó el [[Edicto de Fontainebleau]], que revocaba el anterior edicto de [[Nantes]], bajo el pretexto de que la extinción casi total del protestantismo en Francia hacía innecesario un edicto que les concediera privilegios. El nuevo edicto contemplaba que cualquier clérigo protestante que no se convirtiera al catolicismo fuese desterrado; las escuelas e instituciones protestantes fueron prohibidas; los hijos de familias protestantes debían ser bautizados por un sacerdote católico; y los sitios de culto protestantes fueron demolidos. El edicto descartaba el ejercicio público de la religión, pero no el creer en ella. De hecho, el edicto decía: «''se otorga libertad a las personas de la Pretendida Religión Reformada... bajo la condición de no dedicarse al ejercicio de dicha religión, o reunirse bajo el pretexto de rezar o tener servicios religiosos''». Aunque el Edicto prohibía formalmente la posibilidad de que los hugonotes abandonaran Francia, cerca de 200.000 lo hicieron. Este hecho fue dañino para los intereses económicos de Francia lo que llevó a algunos personajes como [[Vauban]], uno de los generales de Luis más influyentes, a condenar la medida públicamente, aunque, en general, su proclamación fue muy bien recibida.
 
Hacia [[1685]], Luis XIV se encontraba en el apogeo de su reinado. Uno de los principales rivales de Francia, el [[Sacro Imperio Romano Germánico]], fue desmembrado mientras luchaba contra en [[Imperio Otomano]] en la [[Guerra austro-turca]]. El Gran Visir Otomano llegó casi a tomar [[Viena]], pero en el último momento el rey [[Juan III Sobieski]] con un ejército de fuerzas polacas, alemanas y austríacas consiguió la victoria en la [[Batalla de Viena]], en [[1683]]. Mientras, Luis XIV, gracias a la Tregua de Ratisbona, se anexionaba varios territorios, incluido [[Luxemburgo]]. Tras repeler el ataque otomano en Viena, el Sacro Imperio dejó de estar amenazado por los turcos; sin embargo el Emperador nunca intentó recuperar los territorios ocupados por Luis XIV.
 
== La Liga de Augsburgo ==
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La [[Guerra de los Nueve Años]] finalizó en [[1697]] con el [[Tratado de Ryswick]]. Luis XIV devolvió [[Luxemburgo]] y otros territorios de los que se había apoderado en la guerra holandesa de 1679, pero conservó [[Estrasburgo]]. También adquirió la posesión [[de jure]] de su, hasta entonces [[de facto]], posesión de [[Haití]] así como la devolución de los territorios de [[Pondicherry]] y [[Acadia]]. Luis, por otra parte, tuvo que reconocer el reinado de Guillermo III y María II como soberanos de Gran Bretaña e Irlanda, por lo que estos últimos se aseguraron que nunca más volvería a apoyar a Jacobo II; de igual modo renunció a sus reclamaciones sobre el [[Palatinado]]. España recuperó Cataluña y otros territorios perdidos, tanto en la Guerra de los Nueve Años como en otras anteriores, en los Países Bajos. Luis también devolvió en este tratado la Lorena a su duque, pero bajo la condición de permitir la libre circulación francesa en el territorio. Los términos generosos del tratado fueron interpretados como una concesión para favorecer un sentimiento pro-francés en España, lo que, eventualmente, llevaría a Carlos II, rey de España a designar a Felipe, Duque de Anjou (nieto de Luis) como su sucesor.
 
== La sucesión española ==
a fines del siglo xxx opto por la homosexualidad y se trago el sable
[[Archivo:Karel-ii-miranda.jpg|thumb|200px|Carlos II, rey de España, cuya muerte daría pie a la Guerra de Sucesión.]]
El problema de la sucesión al trono español dominó la situación europea tras la Paz de Ryswick. El rey español, [[Carlos II de España|Carlos II]], apodado ''El Hechizado'', estaba muy enfermo y no podía tener descendencia. La herencia de la corona española era cuantiosa, ya que Carlos II no sólo era rey de España, sino también de [[Nápoles]], [[Sicilia]], [[Milán]], los [[Flandes|Países Bajos Españoles]] y un gran [[Imperio Español|imperio colonial]]. En total, veintidós dominios distintos.
 
Francia y Austria eran los principales candidatos al trono, puesto que ambos tenían lazos familiares con la familia real española. Felipe, Duque de Anjou (que sería Felipe V de España), el pretendiente francés, era el bisnieto de la hija mayor de [[Felipe III de España]], Ana de Austria, y el nieto de la hija mayor de [[Felipe IV de España]], María Teresa de Austria. La única pega para sus aspiraciones a la sucesión era su renuncia al trono, la cual en el caso de María Teresa, sin embargo, no era efectiva puesto que España no había cumplido su parte del tratado. Por otro lado, Carlos, Archiduque de Austria y más tarde Emperador, hijo menor de [[Leopoldo I de Habsburgo|Leopoldo I]], fruto del tercer matrimonio de éste con Leonor del Palatinado, reclamaba el trono español por su abuela paterna, que era la hija menor de Felipe III; esta pretensión, al contrario de la francesa, no estaba condicionada por ninguna renuncia previa. Sin embargo, y usando las reglas de sucesión, la posición francesa era superior, puesto que su pretendiente descendía de la hija mayor.
 
Algunas potencias europeas temían la posibilidad de que tanto Francia como el Sacro Imperio se hicieran con el control de España, lo que deterioraría el equilibrio de poder en Europa. Por ello, Guillermo III, rey de Gran Bretaña e Irlanda, prefería a otro candidato, el Príncipe Bávaro [[José Fernando de Baviera]], nieto de Leopoldo I y la primera esposa de éste: [[Margarita Teresa de España]], hija pequeña de Felipe IV. En los términos del [[Primer Tratado de Partición]], firmado en [[La Haya]] en 1698, en plena guerra de los Nueve Años, por Inglaterra y Francia para evitar una alianza hispano-alemana, se estipulaba que José Fernando heredaría España, incluyendo los territorios italianos, mientras que los Países Bajos se repartirían entre las Casas de Francia y de Austria. España, sin embargo, no había sido consultada y rechazaba frontalmente la partición del [[Imperio Español]]. La corte española insistía en la necesidad de mantener la integridad del Imperio. Por ello, cuando el tratado llegó a oídos de Carlos II, éste declaró a José Fernando como su único heredero, legándole toda la herencia en solitario.
 
El problema resurgió seis meses después, cuando el príncipe José Fernando murió de [[viruela]]. La corte española insistía en su posición de mantener todo el territorio español gobernado bajo sólo un mando, lo que sólo dejaba las posibilidades de dejar dicho mando a Francia o a Austria. Carlos II, presionado por su esposa alemana, eligió la casa austríaca, eligiendo como heredero al [[Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico|Archiduque Carlos]]. Ignorantes de la decisión de Carlos II, Luis XIV y Guillermo III firmaron un [[Segundo Tratado de Partición|segundo tratado]], que dejaba al Archiduque con España, los Países Bajos y las colonias, mientras que el hijo mayor (y heredero) de Luis, [[Luis Gran Delfín]] heredaría los territorios italianos, en previsión de intercambiarlos posteriormente por [[Saboya]] o la [[Ducado de Lorena|Lorena]].
 
En [[1700]], agonizando en su lecho de muerte, Carlos II cambió las disposiciones sucesorias inesperadamente. Debido al [[Tratado de Ryswick]], la opinión española se había vuelto más francófila, y Carlos II, basado en las experiencias previas que demostraban la superioridad militar francesa, pensó que Francia estaba más capacitada para mantener la unidad del imperio. La herencia española le fue ofrecida en su totalidad a [[Felipe V de España|Felipe Duque de Anjou]], hijo menor del Delfín. La oferta incluía una cláusula por la cual Felipe debía renunciar a su posición en la línea sucesoria francesa.
 
Esta oferta dejaba a Luis XIV ante una difícil decisión: por un lado podía aceptar todo el Imperio Español, traicionando así los Tratados de Partición que previamente había firmado con Guillermo III, o podía rechazar la oferta, aceptando el Segundo Tratado, dejando Europa en un estado de paz. Luis XIV había asegurado a Guillermo III que cumpliría los términos del Tratado y partiría los dominios españoles. Sin embargo, incluso aceptar sólo una parte del legado español ponía a Francia en grave peligro de entrar en guerra con el Sacro Imperio; además Guillermo III había dejado claro que no apoyaría a Luis en una guerra para obtener los territorios estipulados en el Tratado de Partición. Luis XIV, sabiendo que en cualquier circunstancia la guerra era inevitable, era más provechoso aceptar la oferta sucesoria propuesta por Carlos II. Así, cuando Carlos II murió el [[1 de noviembre]], Felipe, Duque de Anjou, fue proclamado [[Felipe V de España|Felipe V]], rey de España.
 
Los oponentes de Luis XIV aceptaron a Felipe como rey español a regañadientes. Sin embargo, éste actuó precipitadamente en [[1701]] cuando transfirió el [[asiento de negros]], un permiso para vender esclavos a las colonias españolas, a Francia, movimiento que suponía un gran riesgo para el comercio inglés. Además, Luis XIV dejó de reconocer el reinado de Guillermo III tras la muerte de Jacobo II, reivindicando al hijo y heredero de éste [[Jacobo Francisco Estuardo]] (conocido como «el Viejo Pretendiente») como rey de Inglaterra e Irlanda. Más allá, Luis mandó tropas a los Países Bajos españoles para asegurar su lealtad a Felipe V y para guarnecer las fortalezas españolas, que habían estado durante un tiempo bajo control holandés como parte de la ''Barrera'' que protegía las Provincias Unidas de potenciales ataques franceses. En consecuencia, se formó una alianza entre Gran Bretaña, las Provincias Unidas, el Sacro Imperio Romano Germánico y la mayoría de estados germánicos. [[Baviera]], [[Portugal]] y [[Saboya]] se aliaron al lado de Luis XIV y Felipe V.
 
La subsecuente [[Guerra de Sucesión Española]] continuó durante prácticamente el resto del reinado de Luis. Los franceses tuvieron algo de éxito, llegando casi a capturar [[Viena]], pero la victoria de [[John Churchill|Marlborough]] y [[Eugenio de Saboya]] en la [[Batalla de Blenheim]] ([[13 de agosto]] de [[1704]]) y otras derrotas como la [[Batalla de Ramillies]] y la [[Batalla de Oudenarde]] unido a la hambruna y la deuda creciente hizo que Francia tuviera que tomar una postura defensiva. Baviera fue conquistada por los aliados tras la Batalla de Blenheim, y Portugal y Saboya se pasaron rápidamente al otro bando. La guerra fue muy costosa para Luis XIV; hacia [[1709]], el ejército francés estaba gravemente debilitado y Luis rogaba una paz. Sin embargo, todas las negociaciones de paz quedaron en nada debido a las condiciones que imponían los aliados. Cada vez se hacía más claro que Luis no podría mantener en su órbita todos los territorios españoles, pero igualmente quedaba cada vez más claro que sus oponentes no podrían quitar a Felipe V del trono español tras las victorias francoespañolas en las batallas de [[Batalla de Almansa|Almansa]] y [[Batalla de Villaviciosa (1710)|Villaviciosa]].
 
La situación francesa empeoró con la caída de [[Bouchain]], que dejaba a Marlborough con el camino prácticamente libre para llegar hasta París. Pero la muerte de [[José I]], hijo mayor de Leopoldo I, dejaba al Archiduque Carlos como posible heredero de un Imperio tan grande como el de [[Carlos V]], el Sacro Imperio y el Imperio Español. Dicho Imperio era tan problemático para los ingleses como el de Francia unida a España. Esta circunstancia hizo que Gran Bretaña y Francia comenzaran unas negociaciones unilaterales de paz. Dichos acuerdos culminaron en el [[Tratado de Utrecht]]. La paz con el Sacro Imperio llegó en [[1714]], con el [[Tratado de Baden]]. Los puntos principales de la paz fueron los siguientes: Felipe V quedaba reconocido como rey de España y de las colonias españolas. Las posesiones españolas en los Países Bajos e Italia se dividieron entre Austria y Saboya, mientras que [[Gibraltar]] y [[Menorca]] pasaban a manos inglesas. Además, Luis XIV se comprometía a no ofrecer más apoyo al «Viejo Pretendiente» en su campaña para hacerse con el trono inglés. Aunque Francia tuvo que ceder varias colonias en las Américas a Inglaterra, la mayoría de sus posesiones continentales perdidas en la guerra le fueron devueltas, consiguiendo incluso algún territorio reclamado como el principado de Orange.
 
== Fin de siete décadas de reinado y muerte ==