Que nuestro Padre como un buen padre que es siempre está preocupado por el hijo que se ha alejado de la casa y que ha desviado el camino. "Tú siempre estás a mi lado y todo lo Mio es tuyo": el Padre está contento y tranquilo por el hijo que está a su lado, en cambio se desvela por aquel que ha perdido el rumbo y celebrará con júbilo el día de su regreso poniendo a su disposición todo lo suyo para celebrar su retorno a la casa. Si somos buenos hijos y hermanos, deberemos alegrarnos también junto a nuestro Padre.