Diferencia entre revisiones de «Casavieja»

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'''FIETAS:'''
 
 
Las fiestas mayores que han perdurado y que son las más importantes del pueblo son: los Carnavales y S. Bartolomé.
 
En un principio las grandes fiestas eran S. Bartolomé, como la principal, y la feria de Mayo, pero el tema del ganado ha cambiado tanto que, en la actualidad, las ferias casi resultan innecesarias, a no ser, las de las grandes ciudades.
 
 
'''- LOS CARNAVALES:'''
 
Las ferias han sido sustituidas por los Carnavales, siendo su día grande, el Martes Gordo.
 
A continuación se va a narrar como comienzan los Carnavales en la historia de la humanidad y como se les acoge como fiesta religiosa.
 
El “Mardi Gras” o Martes Gordo había sido, en otros tiempos, una festividad pagana en honor de la fertilidad y de los ritos de primavera, llamado “Lupercalia” en aquellos tiempos, por las cuevas en que se llevaban a cabo los festejos relativos a la adoración del Dios Pan, deidad de la tierra de los amantes o Arcadia, se había convertido en una excusa para la conducta licenciosa durante el tiempo de los romanos. Los primeros padres cristianos trataron de suprimirlo, pero al fracasar rotundamente lo incorporaron a los ritos de la Resurrección. Por lo tanto, se declaró que el Martes de carnaval sería el último día de festines antes del Miércoles de Ceniza, que anunciaba los cuarenta días de ayuno precedentes a la Pascua. Los sacerdotes llamaron a esa festividad “carnelevare”, que se podría traducir, libremente, como adiós a la carne. Fueron los franceses quienes le dieron el nombre de Mardi Gras, por la costumbre de desfilar por las calles con un toro enorme, como símbolo del día. También fueron los franceses, en el reinado de Luis XV, quienes popularizaron la costumbre de realizar opulentos festejos antes de la última celebración, así como la tradición del baile de máscaras.
 
Ya sabemos que nuestros Carnavales no pueden equipararse a los de Río, Tenerife o Venecia, pero se puede decir de ellos que, han mejorado de tal modo que son considerados como unos de los mejores de todo el Valle e incluso de la provincia.
 
Hay numerosos grupos y comparsas que trabajan durante todo el año, primero tienen que elegir el traje para el año siguiente, después escoger las telas y por último cortar y coser. Esta es una tarea de titanes, considerando el alto número de participantes en cada grupo y eso multiplicado por tres, que es el número de días que se disfrazan. Las carrozas son lo más vistoso y llamativo del carnaval y es justo recordar, que la carroza ganadora luego debe representar a Casavieja en el concurso provincial de Cebreros, y que gana el primer premio la mayoría de los años.
 
Es una fiesta, en la que los verdaderos protagonistas, aparte de los disfraces, son los quintos, pues son los encargados de su organización.
 
Los Carnavales empiezan bastante antes de esa semana, pues en Enero, el Ayuntamiento da unos pinos a los quintos para que el dinero de su venta les ayude a montar el baile de Carnaval. Así, ese día, suben los mozos con padres y amigos a cortar y vender los árboles.
 
Para hacer la fiesta necesitan un local acondicionado, con un gran salón para el baile y una cocina con un comedor para las comidas. Hasta hace poco se ha hecho en el “Hostal Santo Angel”, la alternativa que se ha encontrado es la antigua Almazara.
 
Las tardes de la semana anterior las dedican a montar el “tablao” para los músicos y a hacer el arco con flores de mimosa para adornarlo.
 
La noche del jueves, es la noche de las pintadas. Los quintos anuncian su baile con pintura en el suelo y pancartas ajustadas a los cables de la luz.
 
El viernes, compran un novillo a alguno de los ganaderos del pueblo. Le pasean por todo el pueblo, antes se le daba vino y le emborrachaban, ahora esta costumbre está prohibida por la ley de protección del animal y por la enfermedad de las vacas local. Matan al novillo y así, tienen carne para comer y cenar mientras dura la fiesta.
 
El sábado en la noche comienza el baile, y se elige a la Miss y al Mister de los quintos.
 
El domingo salen en la cabalgata con la carroza que han improvisado.
 
El lunes recrean una boda, lo tienen todo; novios, cura, padrinos y acompañamiento. Esa noche invitan a los padres a cenar con ellos.
 
El martes es su gran día. Desde bien temprano se ven los caballos que traen del picadero atados a las puertas de los quintos que por la tarde van a montar. Las madres sacan sus mejores colchas, ropas y cintas y engalanan lujosamente el caballo del hijo. El mozo debe montar a una joven señorita, ya sea la novia, la hermana o a alguna de las quintas, ambos tienen que ir vestidos con el traje típico explicado más adelante. Sólo comentar, el bello cuadro que se produce en la vista al contemplar la cabalgata de los rocines con los muchachos y muchachas a la grupa. Parece que el tiempo se ha detenido por un momento y que contemplamos a nuestros antepasados realizando lo mismo, así, de una manera u otra les resucitamos y sacamos del olvido.
 
El Miércoles de Ceniza se hace el entierro de la sardina. El triste lamento de los asistentes recorren las calles del pueblo. Después todos son invitados a comer sardinas asadas en las grandes fogatas que se encienden en la plaza o detrás de la Parada.
 
 
'''- S. BARTOLOMÉ'''
 
Es el 24 de Agosto aunque las fiestas duren 10 días. Todas las Asociaciones culturales, la Asociación de Mujeres, el Grupo Folklórico, el Apa, la Peña Taurina, la Cruz Roja y los Quintos, trabajan conjuntamente con el Ayuntamiento para la organización del festejo.
 
El día 21 se comienza con la actuación de los grupos folklóricos. El 22 empienza el baile de la plaza, que se hará todos los días hasta su fin, el 28 de agosto. Ese día se eligen la Reina y a sus Damas de Honor, al Mister y a la Miss Turismo. El 23, es el día dedicado a los niños. Se trae un grupo con payasos y atracciones para que diviertan a los más pequeños. Por la tarde, el toque de vísperas y el pregón de las fiestas. El día 24, el día grande, se hace una misa en honor a nuestro patrón y se saca su imagen en procesión. Es tradición llevar albahaca y ponerla a los pies del santo para que la bendigan. Este día comienzan las novilladas picadas que duran cinco días. Hay que decir que Casavieja posee una importante fiesta taurina, teniendo las mejores novilladas del contorno y es considerada como una de las ferias más punteras, así los novilleros que quieran llegar a ser algo dentro del mundo del toro, es, casi obligación, que pasen por aquí.
 
Antes no había plaza portátil y los grupos de amigos montaban los “tablaos” con maderos y carros. Así se cerraba la plaza de S. Bartolomé para las corridas de toros. Los espectadores se subían al improvisado tendido y a los balcones de las casas circundantes para ver el espectáculo. Los mozos solían traer una vaquilla para torearla y divertirse, pero hace unos años que eso no se practica.
 
La orquesta que es contratada para tocar durante los toros, por las mañanas debe recorrer el pueblo tocando el toque de diana.
 
En estas fechas hay numerosos concursos; barrios engalanados, balcones adornados, pintura, fotografía, poesía, tiro de soga, carreras de sacos, yincanas y juegos de niños.
 
Todos estos factores hacen que nuestras fiestas sean de las más completas y mejores del Valle, y que los Casavejanos y visitantes las vivan intensamente.
 
 
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'''FOLCLORE:'''
 
 
 
'''- LAS RONDAS:'''
 
La ronda a la mujer amada viene desde bastante antiguo, son numerosos los libros, documentos y películas que recrean un tiempo pasado en los que el enamorado cogía un grupo de músicos e iba a rondar bajo la ventana de su amada cantándole y a la vez declarándole su amor eterno. En Casavieja la cosa no es diferente, y desde luego esta tradición viene de bastante antiguo. La cita más antigua que se encuentra es en el libro de fábrica de la Parroquia de Mijares, con fecha del 5 de junio de 1741; el
texto viene a decir más o menos que, “por causa de una visita del Obispo se Se puede decir sin ninguna duda al respecto, que el folclore de Casavieja es uno de los más ricos del Valle, pero eso no es lo verdaderamente importante, sino que, es uno de los más vivos.
Los casavejanos participan activamente de su folclore y los más mayores se encargan de transmitir esa cultura oral o popular a los más pequeños, es decir, les enseñan las jotas, rondas, villancicos, canciones de Nochebuena, y su especial Calvario de Semana Santa.
En este pueblo los pregones son precedidos por las cintas que se han grabado con el cancionero típico, durante la época de Navidad se pone “la Nochebuena” y en el resto del año “las rondas y jotas”. Esto es importante porque ayuda a los niños a ir familiarizándose con su música y son capaces de distinguirla de otras.
Prohíben los bailes y los juegos, y también las rondas de los mozos por el alboroto e inconvenientes que se siguen en ellas. Esto quiere decir que a mitad del Siglo XVIII ya se realizaban noches de ronda y si se hacía en Mijares, lo más seguro que en el resto del Valle también y por tanto, Casavieja es incluida dentro de ello, pero no se puede precisar con exactitud desde cuando comienza a darse esta costumbre, por no haber documentación ni datos referente a ello.
En esta Villa se hace mención de sus rondas en 1912, en la que se prohibe “las cencerradas, rondas u otros ruidos de noche o día que puedan molestar al vecindario, únicamente en ciertas noches cuya costumbre es tradicional podrán rondar los mozos con músicos y guitarras, pero obteniendo previamente el permiso de la Alcaldía para que puedan presentarse a los serenos, Guardia Civil y otras autoridades...”
En 1925 otro bando dice: “Únicamente la gente moza conserva la costumbre de celebrar rondas las vísperas de alguna fiesta de días clásicos o de quintos. En tales noches (con previo permiso del Alcalde) salen de ronda todos los mozos del pueblo, llevando alguna guitarra y bandurrias y congregándose en las inmedias de la Iglesia; próximamente a la media noche empiezan por echar la primera ronda a la Virgen...”
Estos dos textos nos dan una idea de cómo se hacían las rondas a principio del Siglo XX y que sentaron las bases de las actuales.
Las Rondas se echaban los siguientes días; Nochevieja, los Reyes, los Carnavales, Sábado de Resurrección, las Ferias, S. Bartolomé, Nochebuena y Nochevieja. Pero en la actualidad hay que hablar de las rondas que preparan los quintos esos días clave para ellas: la noche de Nochevieja, la noche de Resurrección y la noche de San Bartolomé. Los quintos buscan a los músicos, a los cantantes no, porque cualquiera de los acompañantes puede “echarse una copla” si previamente pide su turno por medio de una voz diciendo “voy”. Los mozos que piden la ronda deben pagar una cantidad módica a los quintos para ayudarles con los gastos que ocasionan los guitarreros.
La hora de comienzo suele darse alrededor de la media noche en la puerta de la Iglesia para ofrecer la primera ronda a la Virgen y a partir de ahí, durante toda la noche y buena parte del día siguiente, se cantaba a la mujer, amada, novia, madre o hermana bajo el balcón o ventana de ella. Algunas mujeres correspondían invitando a vino y dulces a la comitiva, siendo acogido con gran regocijo por parte de los asistentes. Esta costumbre ya solo la practican los quintos, aunque en algún caso aislado, como la víspera de alguna boda, los amigos de la pareja cogen una guitarra y van a despertar a los novios al son de nuestras queridas rondas para, ofrecerles la “Última ronda de solteros”.
Esta costumbre por tanto, es realizada por los más jóvenes aunque no hay edad limitada para su participación. Las rondas era una costumbre exclusiva de los hombres, pero en este momento la mujer comienza a despuntar tímidamente. Recuerdo la primera vez que cantó una mujer, el “escándalo” y conveniente enfado por parte de los hombres que se dió por esa causa fue mayúsculo. Ahora este tema está más asimilado y alguna moza atrevida se lanza a cantar alguna estrofa.
Antiguamente echar las rondas a alguna moza era motivo de disputa por parte del enamorado y el hermano, padre u otro enamorado despechado de la joven, que no veían con buenos ojos esa relación. Iban al teso de las Eras para agarrarse a golpes y así solucionar las cosas, ¡menos mal que esta bárbara costumbre ya no se practica!.
La ronda suele tener tres partes claramente diferenciadas: la primera, con un ritmo bastante suave, sirve para el lucimiento de la buena voz y se canta el romance. Como su nombre indica se utilizan, para esas estrofas, romances, algunos populares, otros religiosos y otros recogidos de la pluma del genial Lope de Vega. Esto puede sorprender bastante pero es una muestra de cómo la gente más humilde también bebe de las fuentes cultas.
La explicación a esto es muy sencilla, por lo menos a mi entender; Antes, al no haber televisión, cine... ni grandes entretenimientos existían los juglares, personajes casi olvidados pero de gran importancia para la extensión de la literatura medieval y posterior. Estos señores iban de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, narrando historias, cantando romances, recitando poesías... la gente, por entonces analfabeta en su gran mayoría, accedía a los libros por medio de estos personajes y aprendían de memoria pasajes e historias que se narraban en las plazas de los pueblos. Esto y junto con la proximidad de las poblaciones hace que las costumbres sean parecidas y a veces las mismas. En los pueblos limítrofes se suelen cantar coplas, estrofas y romances parecidos y a veces los mismos. Generalmente los romances que se cantan son de los poetas Valdivieso y Lope de Vega, siendo los más importantes los de este último, sacados de sus “Rimas Sacras”. Lope los escribió, y el pueblo los ha tradicionalizado, es decir, los ha hecho suyos y los ha recreado con variaciones que allanan las expresiones más refinadas del poeta.
Se va a dar un ejemplo de los cambios efectuados en el romance más difundido de Lope y que todos conocemos: “A la corona”:
 
'''- TEXTO DE LOPE:'''
 
Coronado esta el esposo
 
No de perlas ni zafiros,
 
No de claveles y flores,
 
Sino de juncos y espinos
 
Su santísimo cerebro
 
Le traspasan atrevidos,
 
Frutos que nos dio la tierra
 
Desde que Dios la maldijo.
'''- TEXTO POPULAR:'''
 
Coronado esta el cordero
 
No de perlas ni zafiros,
 
No de claveles y flores,
 
Sino de juncos marinos.
 
Su santísimo cerebro
 
Le traspasa un atrevido,
 
Frutos que nos dio la tierra
 
Desde que Dios los maldijo.
 
 
La segunda parte son las alegres jotas que rompen el romance repentinamente.
Y la tercera son las seguidillas, coplas con un ritmo más delicado que las jotas.
'''- EL CALVARIO:'''
 
Es el texto que se canta en las procesiones de Semana Santa. Se forman dos grupos de hombres, unos se colocan al frente de la procesión y otros a la retaguardia, y cada grupo canta un verso.
Abelardo Rivera en la “Andalucía de Avila”, 1925, hace mención al Calvario diciendo: “Los días que la iglesia consagra la pasión de Cristo son de honda devoción en Casavieja. Las procesiones del Jueves y del Viernes Santo llevan el sello emocional del “Calvario” entonado por los hombres del pueblo, a su paso por las calles tristes en la Hora Santa”.
En Piedralaves, también se canta pero de forma diferente. Allí un mozo entonala letanía con una tonadilla especial; los mozos la corean y el resto del público guarda silencio.
Eduardo Tejero ha hecho un extenso y profundo estudio del Calvario y descubrió cosas tan interesantísimas como; “El Calvario de Casavieja y Piedralaves se trata de un fragmento de la lamentación IV, Tabla Tercera, del “Retablo de la Vida de Cristo”, de Juan de Padilla, el Cartujano, (Sevilla, 1468-1522?), autor espiritual muy leído por Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús...”.
Padilla, fiel discípulo de Mena, lo hace en copla de arte mayor y tres rimas, generalmente de forma abrazada, ABBA-ACCA.
Por supuesto, el texto original nos ha llegado con numerosas variantes y bastante adulterado como es normal con la tradición oral y aquí, esta tradición de cantar el Calvario, ha pasado de generación en generación de padres a hijos... con el consiguiente riesgo que eso conlleva con respecto del texto. Pero lo más importante son los sentimientos y la emoción que produce en el público asistente a la procesión, el recitado de estos versos. Incluso hay gente no creyente que asiste solamente a la procesión para poder escuchar ese lamento tan característico de la Semana Santa Casavejana, “EL CALVARIO”.
'''- LA RONDA DE LOS PASTORES:'''
 
Esta es una tradición casi exclusiva de Casavieja y de sus Navidades, aunque actualmente se va expandiendo a los pueblos de alrededor. Esta costumbre se remonta a cuando las gentes del pastoreo bajaba de la sierra al pueblo y recorría las calles cantando y tocando los instrumentos que ellos mismos se fabricaban como las zambombas, hechas con una gran piel de cordero y una pipa que al frotar con la mano mojada hace un ruido característico. Otros instrumentos utilizados son la botella de anís, rascada con una cuchara, El calderillo, que se toca moviendo el asa. La sartén , utilizada como un tambor, “aporreado” con dos cucharillas, o también, tocando su mango con una llave antigua. El almired de metal. Y la bandeja con un borde rugoso para que, al rozarla con una cucharilla, haga el sonido deseado.
Los mozos ataviados a la usanza de los pastores de la sierra, indumentaria que se explica en el capítulo siguiente, recorren las calles en las frías noches de diciembre. Las gentes agradecidas por oír los villancicos les da el aguinaldo y también reciben alguna invitación en los bares del pueblo.
En Nochebuena, los pastores amenizan la Misa del Gallo con su música, dando un aire bastante autóctono a la ceremonia con sus trajes tradicionales, cantos e instrumentos.
En los reyes acompañan a sus majestades de oriente en cabalgata que se organiza la noche del 5 de enero para recibirles de su largo viaje. Al día siguiente les acompañan a Misa Mayor, participando en la eucaristía y ofreciendo sus respetos al Niño recién nacido y a los Magos de Oriente.
 
 
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'''RESEÑA HISTORICA:'''
 
 
Esta zona de Gredos sirvió de paso, a lo largo de bastantes siglos, hasta que por fin hubo asentamientos definitivos.
Primero fueron los romanos, de los cuales nos quedan varios vestigios que todos conocemos, el más famoso es la Calzada Romana que asciende hacia las cumbres del Puerto del Pico, pero más cercano y como estamos en Casavieja, tenemos nuestro modesto y digo modesto porque no es una obra de ambiciosas pretensiones, pero importante, Puente de la Márgara que sirve de paso para nuestra garganta de “la Chorrera” unida ya con “la Cerecera” o también llamada de “los Molinos”
Después de esto, nuestras montañas y nuestro querido valle fue una especie de frontera. Los invasores moros estaban por un lado y los cristianos por otro, por eso, no es de extrañar que estas tierras fueran testigos de luchas y escaramuzas.
Ya en el s. XI, en la fecha concreta de 1082, el rey Alfonso VI, protagonista indiscutible de la Reconquista, ordena a su yerno D. Raimundo de Borgoña la repoblación de Ávila, esto fue el comienzo de los asentamientos fijos que se realizaron en el Valle. Para esta hazaña vinieron gentes del Norte, como Gallegos y Astures.
Durante los siglos XII y XIII van a surgir núcleos de población importantes como La Adrada, Lanzahíta. Arenas, Candeleda, Navamorcuende..., pero con respecto a Casavieja, aunque comparto la opinión de José Mª González, es posible que hubiera algún pequeño edificio o choza que sirviera, más adelante, para darle su nombre definitivo: CASAVIEJA.
Pero el hecho definitivo que sirvió de lanzadera para la creación de un núcleo de habitantes en nuestro pueblo y algunos otros, fue, sin duda alguna, la concesión a La Adrada de la Dehesa de Avellaneda por parte del “Concejo de aldea de la tierra de la Ciudad de Ávila”, este terreno comprende“Los montes, dehesas, pastizales, tierras de la dehesa de la Encinosa, Gamonal... pertenecientes a los términos de Casavieja, Piedralaves, Sotillo, La Adrada, Casillas, La Iglesuela...”.
Aunque el primer documento que habla de Casavieja es el “Libro de la Montería” que manda escribir el rey Alfonso XI a mediados del s. XIV. En él se narran las pericias del Rey, de sus lacayos y caballeros con el arte de la caza y describe lugares que todavía mantienen su nombre como la Vaqueriza, Navalguijo, Casavieja..., y es acertado suponer que estos parajes ya estaban de tiempo antes, pues al aparecer con su nombre, esto indica su existencia anterior.
Casavieja y los pueblos circundantes pasan a depender de La Adrada. El Rey concedió estas tierras, primero a su Condestable, Rui Lope Dávalos, después a D. Álvaro de Luna y por último a D. Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, que será el iniciador de la estirpe que gobernará esta villa y creará el Marquesado de La Adrada. Este Marquesado actúa como un auténtico feudo, con su Señor, sus caballeros, sus lacayos y sus vasallos. Impartía la ley y cobraba tributos a las aldeas dependientes.
Entramos ya en el s. XVII y surgen varios hechos fundamentales para la deseada independencia de las aldeas. El primero fue la cesión de la Dehesa de Avellaneda por parte de La Adrada al Concejo de Ávila y el segundo, la concesión de las Cartas de Villazgo, con sus correspondientes privilegios, por parte del rey Felipe IV, a las aldeas del Señorío; Casavieja lo consiguió, aproximadamente, hacia 1662 . Con esto, las villas, van a tener autoridad propia, sin depender del sistema feudal que les asfixiaba hasta tal punto de no poder casi respirar.
La villa de Casavieja va a ir asentándose y a la vez evolucionando, cabe destacar su evolución demográfica, llegando, en el s. XIX, a tener el mayor número de habitantes del Valle y a principios del XX, concretamente en el censo de 1920, llega al nº de 2815.
Con respecto a la ganadería, quién más y quién menos, tenía su propio “pajar” que guarecía a las cabezas de animales que poseían, aunque también había algún pastor o vaquero a jornal. Abundaban los rebaños de cabras y ovejas, el ganado vacuno, las piaras de cerdos para las matanzas, que eran recogidos y vigilados por el porquero a sueldo de la localidad, el cual recogía a los cerdos en “los Sifones”, y los llevaba al campo a comer, los burros para el laboreo de la tierra, las mulas para la carga y los caballos para el transporte de los más pudientes.
La apicultura o granjas de colmenas también estaban en pleno auge, sacando una miel de la mejor calidad.
 
Antiguas Casavieja Rogelio 1937
La caza y la pesca era abundante en la zona y formaba parte de la dieta casavejana.
La industria, aunque modesta, empezaba a despuntar, así, predominaban los molinos harineros en la garganta de “los Molinos” y en el río “Tiétar”. También había algún telar de paños y lienzos y un tejar en las “Lagunillas”. La alfarería comenzará más tarde y estaba representada por la familia Álvarez, procedentes de Talavera de la Reina. La fragua también era importante para el funcionamiento de la vida cotidiana del pueblo.
La cría de gusanos de seda, de lo cual todavía quedan pequeños retazos, que se pueden ver claramente en el cuidado que dispensan los niños a estos animalitos en determinada época del año, inundaban los “sobraos” de la mayoría de las casas.
Las tabernas y los comercios eran muy concurridos, sobre todo las primeras para beber unos chatos de vino, unas copas de aguardiente y jugar una partida.
Otra fuente de subsistencia era la industria resinera por la cantidad de pinos que había, y hay, en nuestra sierra.
La agricultura se centraba en el cultivo de cereales, como el trigo y la cebada, los cuales eran sembrados en los “labraos”. Las hortalizas y legumbres eran muy abundantes, pues era la base de su alimentación, y ocupaban los huertos y “cercaos”. Con respecto a la vid, esta era muy apreciada por los hombres, y la gran mayoría tenia su propia bodega en casa para su autoconsumo. Y por último, destacar, los árboles frutales y las olivas, que daban para el abastecimiento del pueblo.
En la segunda década del XX surgió un proyecto: la construcción de la línea del ferrocarril, desde Madrid hasta Candeleda, pasando por el Valle del Tiétar y como no, por Casavieja. Como todos sabemos, este hecho quedó paralizado, tras haber hecho el camino por donde irían las vías, y uno de los factores que lo propició fue el inicio de la Guerra Civil.
Otros proyectos importantes, también frustrados por esa época fueron; la construcción del Sanatorio de la Marina en las faldas de nuestra sierra y la instalación de una oficina de teléfonos y telégrafos.
Las vías de comunicación con puntos importantes como Madrid, Ávila, Arenas..., ya se empezaban a perfilar como algo más que caminos y servirán para trazar sobre ellos las carreteras de la actualidad.
Ante el gran crecimiento del pueblo, el cementerio y la escuela, situada en la Plaza del Reloj, hoy Hogar del Pensionista, va a tener su nueva ubicación en el recinto actual, frente al Cuartel de la Guardia Civil, es decir el Ayuntamiento de ahora.
En 1932 se aprobó la propuesta de traer una Parada de Sementales en el lugar que todos hemos conocido, dando lugar a la venida de numerosas caballerías de la zona para el apareo, llegando a tener su máximo apogeo en la 2ª m. del siglo. Por la abundancia de estos equinos se levantaron dos Potros de Herrar.
Un acontecimiento importantísimo para la historia de esta villa, y, como no, para la historia de España, fue la Guerra Civil, una lucha sin cuartel entre hermanos y vecinos que sumió al país en una grave depresión en todos los aspectos. En Casavieja, como en el resto del territorio nacional, se dio una grave crisis política, intercalándose ediles y órganos de gobierno de ambos partidos. Como nota personal quisiera decir que, de aquella terrible experiencia y de su recuerdo, nos quede la lección y la enseñanza, que nos ayude a evitar, de una vez y para siempre, la repetición de estas tristes páginas en el libro de la Historia.
Los proyectos del ferrocarril y del Sanatorio para la Marina fueron parados, y porqué no, olvidados. Al parecer, en la actualidad se ha creado una plataforma cuyas pretensiones son, que el tren pase a nuestro Valle y llegue a Plasencia desde Madrid.
Tras la cruenta guerra, se intenta volver a la normalidad, aunque todos sabemos que su recuerdo persistiría y predominaría hasta casi nuestros días. Se retoman nuevos proyectos, como la construcción del nuevo Cuartel de la Guardia Civil en el lugar que hoy está emplazado.
También se acuerda construir las “Casas Baratas” en el Regajillo, para que, familias poco acomodadas pudiesen optar por una vivienda digna.
La red de telefonía y telégrafos se hizo por fin realidad y con esto ya no era necesario ir hasta Sotillo de La Adrada para realizar cualquier comunicación.
Se crea también un Vivero Forestal en “el Castaño”, al lado de la actual presa, que todavía se utiliza y como testimonio de ello tenemos la Casa Forestal.
Las obras para la canalización, abastecimiento y desagües fueron puestas en marcha y con esto aumentó la calidad de vida de todos sus habitantes.
En esa época se cede terreno en “Navalguijo” para los Campamentos Juveniles al Frente de Juventudes, hoy es utilizado por EDUMA y por los militares para realizar maniobras.
 
Antiguas Casavieja 1937
Como fuentes de diversión para los jóvenes tenían “el cine de Tío Sandalio” y “la Verbena de la Eusebia”, ambos sobrevivieron hasta la pasada década y las numerosas tabernas y bares. Pero la diversión cumbre de este pueblo eran, y son, las fiestas de S. Bartolomé. Entonces se traía la banda de Escalona para la música y el baile. Y por otro lado las ferias taurinas, estas empezarán a cobrar importancia por la cantidad y calidad de aficionados hasta tal punto de que hubo de cambiar el emplazamiento de la plaza de toros, antes en la Plaza de S. Bartolomé, la cual se hacía con carros y maderas, aprovechando la estructura de la plaza, al lugar donde actualmente se asienta el coso portátil que acoge a una de las Novilladas más importantes y punteras del momento.
Otro punto que van a fomentar en Casavieja, como en el resto del Valle, es el turismo. Para ello se va a habilitar el paraje de “Navalguijo” o “Fuente Helecha” como lugar de recreo. Se va a construir una piscina natural en el “Charco de las Cabras” y posteriormente otra en la cercana “Fuente Helecha” por medio e instigación de ICONA. La idea de hacer un camping empieza a ver la luz y se decide construir en esa zona, hoy forma parte de los más importantes y tiene cierta fama y renombre. También se va a dar paso a la creación de urbanizaciones, cercanas al pueblo, de chalets para los posibles “veraneantes”.
Con este breve repaso llegamos a los días de la actualidad en los que el censo demográfico va bajando vertiginosamente por causa del desempleo en los jóvenes que se ven obligados a emigrar a la gran urbe, pero por lo demás, la vida cotidiana de nuestro pueblo transcurre con total normalidad. Se puede decir que tenemos una gran infraestructura y servicios y aunque diariamente somos pocos los que quedamos, los fines de semana y vacaciones está bastante animado, por eso, desde aquí, se manda un ruego y una petición: que el pueblo no se quede vacío y que lo hagamos perdurar como nuestros antepasados lo hicieron para nosotros.