Diferencia entre revisiones de «Juana Inés de la Cruz»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revirtiendo ediciones por Davesors; Autos se puede confundir por autos judiciales y no sacramentales. "Este" no lleva tilde. (TW)
Davesors (discusión · contribs.)
Deshecha la edición 29861424 de Andreasmperu cuando el demostrativo funciona como pronombre se usa tilde (disc.)
Línea 28:
Entre sus obras se cuentan poemas galantes, poemas de ocasión para regalos o cumpleaños de sus amigos, poemas de vestíbulo sobre pies o consonacias sugeridos por otros, letras para cantarse en diversas celebraciones, como los villancicos para ser cantados en las iglesias, entre los cuales intercaló una forma lírica de su invención llamada tocotín, el cual se caracteriza por tener pasajes en náhuatl. Entre estos villancicos destacan también los "Cantares de negros".
 
Escribió por encargo de la corte de Madrid tres [[autos sacramentales]] cuyas loas hablan sobre el descubrimiento, la conquista y la evangelización de América; entre ellos destaca el ''Divino Narciso'', nombrado así en alusión a lalos autos obrasacramentales de [[Pedro Calderón de la Barca]],. enEn el cualéste, Sor Juana presenta la caída y la redención del género humano por medio del sacrificio de Jesucristo, que permanece en la hostia para salvar a sus hijos una y otra vez mediante una alegoría mítica. Narciso es Dios creador y Jesús salvador, la Naturaleza Humana (reflejo de Narciso), representa a la humanidad y finalmente Eco simboliza al demonio. Aquí Sor Juana retoma recursos del teatro de Pedro Calderón de la Barca y las usa para crear pasajes líricos de gran hermosura.
 
Escribió dos comedias, ''[[Los empeños de una casa]]'', para una fiesta palaciega y que hasta la fecha es quizá su obra más conocida, y ''Amor es más laberinto'', escrita junto con Juan de Guevara. Asimismo se le ha atribuido la autoría de un posible final de la comedia de [[Salazar y Torres]] ''[[La segunda Celestina]]'', basándose en un pasaje de ''Los empeños de una casa''; en la década de 1990 [[Guillermo Schmidhuber]] encontró una suelta que contenía un final diferente al que se conocía, propuso que esas mil líneas eran de Sor Juana. Algunos sorjuanistas han aceptado la coautoría de sor Juana, entre ellos [[Octavio Paz]], Luis Leal y Georgina Sabat-Rivers,<ref>Georgina Sabat de Rivers, "Los problemas de la ''Segunda Celestina''", en ''Bibliografía y otras cuestiúnculas sorjuaninas''. Buenos Aires: Biblioteca de textos universitarios, 1995, pp. 76-105</ref> en tanto que otros, como [[Antonio Alatorre]]<ref> Antonio Alatorre, "''La Segunda Celestina'' de Agustín de Salazar y Torres: Ejercicio de crítica", ''Vuelta'', 46 (diciembre de 1990), pp. 46-52</ref> y José Pascual Buxó, la han refutado.
 
Según ella, casi todo lo que había escrito eralo hacía por encargo y la única cosa que escribió por gusto propio es un poema filosófico llamado ''Primero sueño'', llamado así como una manifestación de su admiración a [[Luis de Góngora y Argote]] y sus [[Soledades]]. Se trata de varios cientos de versos, con forma de [[silva]], a propósito del ansia de saber, el vuelo del pensamiento y su consecuente trágica caída. Asimismo tiene pasajes líricos de gran descripción como el inicial, que usa más de cien versos para narrar la caída de la noche y el sueño de los seres, así como el gran colorido de la parte final, donde se escribe del triunfo del Sol sobre la noche. Se trata quizá del último gran poema barroco.
 
Además de estas obras, Sor Juana también escribió por encargo de la virreina de Paredes unos poemas que probaban el ingenio de sus lectores, conocidos como enigmas, para un grupo de monjas portuguesas aficionadas a la lectura y el conocimiento y grandes admiradoras de la obra de Sor Juana, que intercambiaban cartas y formaban una sociedad a la que dieron el nombre de ''Casa del placer''. Las copias manuscritas que hicieron estas monjas de la obra de Sor Juana fueron descubiertasredescubiertas recientemente por [[Antonio Alatorre]] en la Biblioteca de [[Lisboa]].
 
Sor Juana también escribió un tratado de música llamado "El Caracol", que no ha sido hallado.