Diferencia entre revisiones de «Idioma español»

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En [[1492]] el sevillano [[Antonio de Nebrija]] publicó en [[Salamanca (España)|Salamanca]] su ''[[Grammatica]]'', primer tratado de [[gramática]] de la lengua española, y también primero de una lengua neolatina europea.
 
ASe estima que a mediados del siglo XVI el 80% de los españoles hablaban castellano.<ref>Irene Lozano, "Lenguas en guerra", pag.92, Espasa-Calpe, 2005</ref> En esa época ya había comenzado el [[reajuste de las sibilantes del castellano|reajuste consonántico]], que significó la reducción del sistema de [[fonema|fonémico]] al pasar de seis consonantes sibilantes a sólo una o dos según la variedad.
 
La [[Colonización española en América|colonización de América]], iniciada en el siglo XVI expandió el idioma español por la mayor parte del continente americano. Esta colonización fue una empresa exclusivamente castellana y los territorios americanos colonizados se integraban en la Corona de Castilla, por lo que fue la lengua de Castilla la que se usó desde el principio en la administración colonial. Tras conseguir la [[Guerras de independencia hispanoamericanas|independencia]] los nuevos estados americanos iniciaron procesos de unificación lingüística que terminaron de extender el idioma español a través de todo ese continente, desde [[California]] hasta el [[Estrecho de Magallanes]].
 
En España, la política de castellanización y consiguiente minorización del resto de lenguas vernáculas,<ref>[http://web.udl.es/usuaris/w4085757/recerca/minoritzacio.htm]</ref> iniciada en el siglo XVIII con [[Felipe V de España|Felipe V]], dentro del proceso de construcción de un [[estado nación]] centralizado y unificado, no llegó a implementarse eficazmente hasta la masiva alfabetización que tuvo lugar durante la segunda etapa del [[franquismo]], ya en pleno siglo XX.
En España, a principios del siglo XVIII se inicia, con [[Felipe V de España|Felipe V]], una política de castellanización y consiguiente minorización (v. [[lengua minorizada]]) del resto de lenguas vernáculas<ref>[http://web.udl.es/usuaris/w4085757/recerca/minoritzacio.htm]</ref>, dentro del proceso de construcción de un [[estado nación]] de matriz castellana, centralizado y unificado. Esta política, mantenida hasta inicios del siglo XX y recuperada durante las dictaduras de [[Miguel Primo de Rivera]] y de [[Francisco Franco]], tomó cuerpo en la creación de estructuras estatales centralizadas, en la movilización de mecanismos psicosociales favorables a la extensión del castellano,<ref>Pueyo, M. (2000): «La facilitació: una hipòtesi per comprendre millor la recessió de la llengua catalana a Espanya, França i Itàlia»,'' Els Marges,'' núm. 66 (Barcelona, 2000); web.udl.es/usuaris/w4085757/publicacions/facilitacio.pdf</ref> y en una serie de medidas legales de imposición y difusión de la lengua nacional.<ref>Boronat, M.: "Recull de textos sobre la imposició del castellà", en: http://www.geocities.com/golls.geo/Fitxes/Textos/C/castella.htm</ref> No obstante, la extensión del castellano entre la población española no fue más allá de aquellos miembros de las clases aritocráticas y de la alta burguesía no castellanohablantes que prefirieron adoptar la lengua del poder, más prestigiosa socialmente. El resto de la población no castellanohablante, debido a una precarísima escolarización por la falta de recursos económicos (que convertían la asistencia a la escuela en un lujo) y debido también a las graves deficiencias estructurales de la propia institución escolar española, tardaría mucho más en aprender el castellano por la única vía posible: la escuela. En el primer censo nacional de 1860, el porcentaje de los que sólo sabían leer era del 4,5 % y el de los que sabían leer y escribir –los que podríamos considerar alfabetizados según criterios más actuales– alcanzaba sólo el 19,9 % de la población censada. A principios del siglo XX todavía se cuenta en un 60 % el volumen de analfabetos en España. <ref>Lozano, Irene (2005): ''Lenguas en guerra,'' Espasa Calpe; fragmento publicado en línea: [http://servicios.elcorreodigital.com/auladecultura/lozano3.html</ref> No sería hasta la segunda etapa del [[franquismo]], con una escuela exclusivamente en castellano y como consecuencia de las migraciones que favorecieron el contacto entre grupos lingüísticos castellanohablantes y no castellanohablantes, y de los cambios sociales, económicos y culturales de las décadas de 1960 y 1970, cuando la alfabetización se extendería en toda España y el castellano se convertiría en lengua de conocimiento y uso de una población ya masivamente escolarizada (a finales de la década de 1970 del siglo XX se daría por escolarizada a toda la población de 6 a 12 años). <ref>Antonio Viñao: "La alfabetización en España: un proceso cambiante de un mundo multiforme, Efora, vol. 3, marzo de 2009, pp. 7; http://www.usal.es/efora/efora_03/articulos_efora_03/n3_01_vinao.pdf</ref> Esta situación de precaria difusión del castellano como lengua nacional, unida al surgimiento de los nacionalismos periféricos y de movimientos de defensa de la lengua y la cultura propias a finales del siglo XIX, favoreció la conservación de las demás lenguas de España y refrenó el proceso de [[sustitución lingüística]] por el castellano.
 
El idioma español siempre tuvo numerosas variantes que, si bien respetan el tronco principal latino, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario, como sucede con cualquier otra lengua. A esto hay que agregar [[Contacto entre lenguas|el contacto]] con los idiomas de las poblaciones nativas, como el [[idioma aimara|aimara]], [[chibcha]], [[idioma guaraní|guaraní]], [[mapudungun]], [[maya]], [[náhuatl]], [[quechua]], [[taíno]] y [[Idioma tagalo|tagalo]], entre otros, que hicieron también contribuciones al léxico del idioma, no solo en sus zonas de influencia, sino en algunos casos en el léxico global.